Atila y los hunos

Atila se encargó de devastar las tierras que iban desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo, inspirando temor en todo el Imperio Romano. Apodado también con el nombre de “Flagellum Dei” (Azote de Dios), Atila consolidó su poder después de asesinar a su hermano para convertirse en el único gobernante de los hunos, expandiendo su gobierno para incluir muchas tribus germánicas atacando el Imperio Romano de Oriente en guerras de extracción.

El perfume en la Roma antigua

En la Antigua Roma, las fragancias eran mucho más que simples aromas agradables; eran portadoras de magia y misticismo. Los perfumes tenían el poder de transformar el ambiente y de transportar a las personas a un estado de éxtasis espiritual. Considerados como puentes entre lo humano y lo divino, estos elixires aromáticos eran utilizados en ceremonias religiosas para invocar a los dioses y pedir su favor.