La vida de los monjes en la Edad Media
En la Edad Media, los monjes desempeñaron un papel fundamental en la vida religiosa y espiritual de la sociedad. Renunciaban a los placeres mundanos y se comprometían a vivir en pobreza, castidad y obediencia.
En la Edad Media, los monjes desempeñaron un papel fundamental en la vida religiosa y espiritual de la sociedad. Renunciaban a los placeres mundanos y se comprometían a vivir en pobreza, castidad y obediencia.
El comercio en la Edad Media sentó las bases para el desarrollo del sistema económico moderno. Las rutas comerciales establecidas durante este periodo facilitaron el intercambio de ideas, conocimientos y productos entre distintas culturas y civilizaciones.
Durante siglos, el monasterio de Samos fue el protagonista del tramo del Camino de Santiago Francés, que discurre entre Triacastela y Sarria, siguiendo la fértil vega que avanza en paralelo a la ruta que transcurre a través de Zoo, Montán y Calvor, citada por el Códice Calixtino.
En la Colegiata de Santa María del Campo encontramos un ejemplo de arquitectura religiosa medieval, que ha visto modificada su estructura, e incluso ubicación, a lo largo de los siglos, y en el que encontramos hermosas e interesantes muestras del arte románico y gótico en estas tierras.
El entretenimiento desempeñaba un papel crucial en la sociedad medieval. Proporcionaba un escape de las dificultades y preocupaciones de la vida diaria, permitiendo a las personas disfrutar de momentos de alegría y diversión. Así encontramos diversas actividades: teatro, representaciones, música, danza, fiestas, juegos, deportes populares, los torneos, las justas,…
La Edad Media careció de Teatro, con mayúscula, pero a cambio procedió a teatralizar los principales acontecimientos de la vida. La liturgia, la muerte, las entradas de personajes reales en las ciudades, los torneos, las fiestas… se rodean de un complejo aparato espectacular integrado frecuentemente por recursos escenográficos que hoy consideramos teatrales, incluyendo diálogos, acción, etc.