Un buen ejemplo de fiesta que, desde hace ocho años, intenta consolidarse en el panorama de eventos conmemorativos de acontecimientos históricos, es el caso de la “Fiesta Normanda” (de recuperación de la memoria histórica) y que cada verano se viene celebrando en el municipio lucense de Foz.
Como nos informa la página web del Ayutamiento de Foz, este municipio tiene una larga historia.
Su nombre, provine de la palabra “fauce” que describe de forma gráfica la desembocadura del río Masma, haciendo referencia a la riqueza de este lugar en su origen romano.
La historia de Foz está ligada al mar. Las antiguas civilizaciones, en época prerromana, llegaron a través del mar. Su fundación, a decir de los historiadores podría remontarse a la época de los Ártabros, incluso que acogiera una posible factoría Tartexa.
Más tarde se sentarían fenicios y romanos, buscando la riqueza aurífera de estas tierras.
Tras un devenir de auge a partir de los Reyes Católicos y su actividad comercial, y posterior declive, cabe reseñar las terribles consecuencias que las epidemias de cólera y otros males marcaron los siglos XVIII y XIX, propiciando así la emigración como única vía de escape.
Y es en medio de la larga y rica historia de esta villa es cuando se sitúa el supuesto ataque nórdico a las costas de Foz. Y es mediante este evento la manera en que se pretende rememorar el pasado histórico más guerrillero de sus gentes.
En este año, 2018, los días elegidos fueron los comprendidos entre el 24 y el 26 de agosto, período en el que se desarrollaron el gran número de actividades que conformaban el programa de esta, su VIII edición.
El campamento normando se localizaba en el Paso da Ribeira. Y en el mercado, además del habitual comercio de mercancías, se pudo contemplar una demostración del cuero Y como es habitual, en la playa de Tupide se representó el ataque nórdico.
Para todos los residentes y visitantes, especialmente los más pequeños, hubo tiempo para juegos populares: carrera de pipos, sacos, lanzamiento de alpaca, etc. También cuentacuentos, juegos infantiles, espectáculo de malabares, bailes, fuegos artificiales y hasta un funeral normando, fueron algunas de las actividades más celebradas.
Sin duda una fiesta con presente y futuro. En próximas entradas os iremos facilitando más información.