Ribadavia, una villa histórica con mucho encanto
La riqueza patrimonial de Ribadavia, junto con sus paisajes, son un verdadero regalo para los sentidos.
La riqueza patrimonial de Ribadavia, junto con sus paisajes, son un verdadero regalo para los sentidos.
Los petroglifos son unas ventanas al pasado que nos permite intuir como podría ser la vida cotidiana de aquellos antepasados, sus creencias, sus preocupaciones,… Representan una forma única de comunicación a lo largo del tiempo.
El reino suevo de Galicia ha sido muy poco estudiado y referenciado a lo largo de estos años de revisionismo historiográfico de hoy en día. Es necesario un estudio más profundo, no solo de las fuentes escritas, también de las arqueológicas, para poder aclarar muchos aspectos que hoy siguen en la sombra. Una sociedad como la sueva, capaz de dominar sobre tan amplios territorios, bien merece un lugar destacado de la Historia española.
En la Colegiata de Santa María del Campo encontramos un ejemplo de arquitectura religiosa medieval, que ha visto modificada su estructura, e incluso ubicación, a lo largo de los siglos, y en el que encontramos hermosas e interesantes muestras del arte románico y gótico en estas tierras.
El de la llegada de la carabela La Pinta a la villa de Baiona, en la Rías Baixas gallegas, entre el 18 de febrero y el 1 de marzo del año 1493, (no se sabe con certeza, lo que sí se sabe es que la noticia llegó a la Corte, que se encontraba en Barcelona, el 4 de marzo), al mando de La Pinta iba Martín Alonso Pinzón. Ese día, sin duda, supuso un momento histórico pues fue el primer puerto europeo en tenerlas noticias de la llegada a aquellas lejanas tierras.
Existe en Galicia la creencia muy generalizada de que la muerte no es sino el simple tránsito del mundo de los vivos al mundo de los muertos, y de que unos y otros mantienen una frecuente relación de ayuda mutua: los muertos ayudando a los vivos en sus dificultades en la vida, y los vivos ayudando a los muertos en su difícil tránsito por el más allá.