Un año más, O Vicedo hizo viaje en el tiempo para, al grito de “Xa chegan os viquingos! Atacade!”, recrear primer, y de momento único, asentamiento vikingo descubierto en la península ibérica (en fase de prospección arqueológica): “Os Moutillós” (en la playa de San Román).
Sea cierto o no, la vinculación de esta hermosa localidad gallega con la casta de guerreros conquistadores venidos del norte es notoria.
La presencia vikinga en España no ha sido muy prolífica, a pesar de que ha habido ataques normandos desde el año 840 hasta prácticamente finalizado el siglo X. Su llegada, no obstante, no dejó muchas huellas en la península ibérica, ya que se trataba de un pueblo conquistador que estaba en constante movimiento. Desde luego, el lugar sería ideal para un asentamiento normando, con la presencia de un gran promontorio de tierra con muralla y foso y una ensenada, conocida como O Porto, custodiada por dos grandes conjuntos de rocas (Os Castelos). Un enclave idóneo para establecer un puerto natural para el desembarco de los drakkars vikingos.
La IV Romaxe viquinga do Vicedo tuvo lugar los días 26 de julio, viernes y el sábado 27.
Caracterizarse de vikingos o de cristianos, emulando vestuarios del siglo X, es el pasaporte de entrada a esta interesante fiesta de recreación histórica, que persigue ensalzar el patrimonio histórico y turístico de la villa.
Se trata de un evento que sigue creciendo. Así, al espectacular desembarco y a la batalla del sábado a mediodía, en esta edición se sumó, ya en la noche, un desfile de antorchas y un entierro vikingo.
El desembarco, los campamentos con actividades, el mercado de artesanía, los espectáculos musicales y de fuego, batallas entre tropas cristianas y vikingas, representaciones, talleres, pasacalles, desfiles de tropas cristiana y vikingas, animación musical, etc, llenaron de vida las calles de esta localidad lucense.
El pregón, el día 26, corrió a cargo de conocido actor Serxio Pazos. Ya el día 27, la playa de San Román y los alrededores fueron los escenarios principales, en los que podían localizar los campamentos vikingos y cristianos, con diversas actividades como: entrenamientos, pintacaras, tatuajes, juegos, talleres, música, comida y bebida.
El momento álgido estaba previsto a las 12.30, aunque la lluvia provocó que se iniciase con cierto retraso, con la llegada del drakkar vikingo a la playa. A continuación, las tropas del vikingo Björ Ragnarsson se enfrentaron a las cristianas de Ramiro I. Combates a pie entre caballeros cristianos, ordenación de caballeros cristianos, desfile vikingo y cristiano, captura del mercenario y ejecución, precedieron al desfile con antorchas a las 22 horas y al posterior enterramiento vikingo.
Una fiesta por asentarse, pero que reúne todos los requisitos y características que la pueden convertir en uno de los grandes eventos de recreación normanda/celta/vikinga, en el noroeste español.