En la villa coruñesa de Padrón, se viene celebrando desde hace años una interesante Feria Medieval. Concretamente en el año 2018, durante los días 6 a 8 de julio, cumplía la edición número XIII, con un programa lleno de actividades, como más abajo os iremos contando.
En primer lugar queremos contaros algo sobre esta hermosa localidad. Por ejemplo, su nombre parece ser que deriva de “perdón”, “piedra grande”, por un ara romana dedicada a Neptuno, rey del mar, que había en la orilla de la ría de Arousa. Según la leyenda, fue allí donde amarraron la barca, procedente de Jerusalén, que trajo a Galicia el cuerpo del Apóstol Santiago.
Con el nombre de Iria Flavia fue la sede episcopal anterior a Compostela. En esta villa de singular patrimonio la esencia jacobea y rosaliana se funden al unísono. Por lo que Padrón se convirtió de este modo en el principio de la ruta hacia el sepulcro para los peregrinos que llegan por mar. También se transmutó la villa gallega en objetivo para los saqueadores vikingos y normandos entre los siglos X y XI, por lo que el rey Alfonso V ordenó reconstruir las Torres del Oeste, el antiguo Castellum honesti de origen romano, a principios del siglo XI y, de este modo, Padrón dejó de ser asaltada, por lo que disfrutó de una gran prosperidad durante los siglos XII y XIII.
Las primeras referencias escritas aparecen en el Códice Calixtino, escrito por Aymeric Picaud, y en el fuero de Padrón. El Códice Calixtino, alrededor del año 1.160, en el libro V “Liber peregrinationis” capítulo IX, cita respecto a las puertas e iglesia de Compostela, “en la carretera hacia Padrón” -Petronum-. En el fuero de Padrón, concedido en 1164 por Fernando II figura como “Villa Petroni”
El rey Enrique II (1369-1379) concede a Padrón el título de villa. Y empieza a perder sus privilegios con las concesiones a otras villas como Muros, Noia, A Pobra o Rianxo.
En 1474 a la muerte del rey Enrique IV, Pedro de Sotomayor, “Pedro Madruga”, con la ayuda de tropas portuguesas toma las ciudades de Bayona, Pontevedra, Caldas y Padrón, proclama reyes de Castilla y Portugal a D. Alfonso V de Portugal y a doña Juana la Beltraneja hija de Enrique IV, y no reconocida por la corte partidaria de Isabel la Católica. Doña Juana era acusada de ser hija de la reina y de su amante Beltrán.
En Padrón, el visitante, encontrará conventos e iglesias, así como una notable concentración de pasos señoriales en su entorno: pazo de Vinculeiro, que tiene grandes escudos de armas y balconadas; torre do Monte, con jardines, capilla, escalinata palaciega y espectacular solaina; pazo de Retén (siglo XVI); pazo do Bispo de Quito (siglo XVII). Cuenta pues con una gran riqueza monumental. Destacamos las iglesias de Santa María y de Santiago, que alberga el ara romana en el que la leyenda dice que se ató la barca que condujo los posibles restos de Santiago. En la otra orilla del Sar están la monumental fuente de Santiago y el convento del Carmen. Y más arriba queda la ermita de Santiaguiño do Monte, donde, según otra tradición, el apóstol predicó cuando vino vivo, en una barca de piedra, a tierras gallegas. Asimismo, resulta impresionante la enorme colegiata de Iria Flavia, considerada la primera catedral de Galicia.
Cabe resaltar también el notable grupo de escritores que se relacionan con Padrón, como fueron Macías el Enamorado (siglo XIV), Juan Rodríguez de Padrón (siglo XV), Rosalía de Castro (siglo XIX) y el Premio Nobel Camilo José Cela. Aquellos interesados en la vida de estos dos últimos pueden visitar, en las afueras del pueblo la casa de Rosalía de Castro, en A Matanza un pequeño museo de la escritora. Rosalía y Cela tienen sendas estatuas en el paseo del Espolón, a orillas del Sar, ya en el mismo Padrón.
Para los amantes del mundo botánico, los visitantes disfrutarán con el jardín Botánico-Artístico, que alberga 300 especies y varios ejemplares monumentales, como una secoya roja y un árbol del amor, conocido como Corona de Cristo, junto al que muchas parejas se han declarado amor eterno.
En cuanto al ámbito festivo y de recreación histórica que da título a esta entrada, cabe resaltar que la Feria Medieval acoge un buen número de actividades, entre las que destacaríamos el mercado medieval, talleres de oficios antiguos con exhibiciones de cetrería, cestería y moldeado de vidrio, los conciertos y música itinerante, torneos de lucha medieval, espectáculos de fuego y pirotecnia. También hubo talleres de oficios artesanales y funciones de teatros con títeres. Entre lo más destacado de la feria hay que hablar de la gran cena medieval.
Estamos hablando, en nuestra opinión, de una acertada propuesta, que con el magnífico marco que le confiere su historia y patrimonio cultural y monumental, así como la experiencia adquirida en estas anteriores ediciones, confiere a esta iniciativa muchas posibilidades para asentarse en el panorama de eventos de recreación histórica en la costa gallega.
En cuanto vayamos disponiendo de información os iremos informando sobre los pormenores de la edición 2019.