La fiesta de Moaña Antigua San Martiño, en su edición 2018, tuvo lugar entre los días 29 de junio y 1 de julio.
En primer lugar, para aquellos que no la ubiquen, diremos que Moaña es un municipio situado en la parte meridional de la comarca del Morrazo, en la provincia gallega de Pontevedra, en el noroeste de España. Es uno de los cinco municipios enclavados geográficamente en la península del Morrazo que separa la ría de Vigo de la de Pontevedra, junto con Cangas, Marín, Bueu y Vilaboa. En su suelo se ubica la mayor elevación del Morrazo, el monte Faro de Domaio de 624 m de altitud. Su costa acoge playas, como la de Domaio, a Borna, A Xunqueira o la de O Con (bandera azul), que combinan el uso turístico con la producción de marisco, e industrias relacionadas con la mar. Sus aguas se utilizan para la cría del mejillón y otras especies. La costa de Moaña, desde el estrecho de Rande, donde se dio la famosa batalla en la que se perdió el mayor transporte de oro y otras riquezas procedentes del Nuevo Mundo a manos de la Marina Inglesa y Holandesa, que vencieron a la Franco española, (aquí es donde se aprovisionaba de oro el capitán Nemo) hasta los confines con Cangas do Morrazo se abren un sinfín de playas, algunas estrechas y otras muy anchas y llanas, donde parece que el agua nunca llegará a cubrir más allá de la rodilla.
En cuanto a la historia de esta loalidad, las primeras noticias de ocupación humana de estas tierras corresponden al hacha de época achelense (75.000 a. C.). En alguna parroquias se han encontrado útiles de sílex así cómo restos de asentimientos que abarcan desde el Neolítico al Medievo. La cultura castreña esta ampliamente representada en el municipio. Los Castros de Montealegre en Domaio, As Cidades en Meira, O Castro en San Martiño y Os Remedios en Tirán son los más importantes. En todos ellos se aprecian fuertes indicios de romanización.
En la Edad Media Moaña estuvo bajo la jurisdicción episcopal de Iria Flavia y Santiago de Compostela. En el siglo VII los ataques Normandos provocaron una pérdida de población en todo el Morrazo, pero a partir del siglo XII, cuando el arzobispo Xelmírez estableció un buen plan de defensa de la costa se dio un nuevo resurgir de la población.
La Fiesta Medieval se compone de un mercado de artesanía y gastronómicos, exhibiciones de cetrería y luchas medievales, pasacalles y animación, talleres, música, etc. Se inició el viernes 29 de junio a partir de las 20:45 horas, y tuvo su máximo desarrollo durante el sábado 30 y el domingo 1 de julio, en que sobre las 23:00 horas se produjo el final de esta edición.
Diversos talleres infantiles centrados en las particularidades de la escritura medieval, la acuñación de monedas, el lacrado la xilografía, además de actividades de animación medievales, cumplieron con la labor de entretener a los más pequeños. Varias demostraciones de cetrería y la representación de luchas medievales, así como los espectáculos musicales, complementaron los siempre triunfantes puestos para comer, puestos de artesanos, piezas antiguas, etc.