El pasado fin de semana, los días 5 a 7 de julio, se celebró la X edición del Feirón Medieval dos Andrade, en la coruñesa localidad de Pontedeume.
El éxito de participación, del que los autores de este Blog somos involuntarias víctimas, dado que tras más de dos horas de intentos buscando estacionamiento, tuvimos que abandonar nuestra visita en la tarde del sábado 6. Cuestión que debiera hacer pensar a la organización como mejorar esta cuestión, pues éramos cientos de coches los que dimos vueltas y vueltas sin conseguir un lugar, en varios kilómetros a la redonda donde estacionar. Hacer aparcamientos disuasorios en localidades limítrofes, con autobuses lanzadera podría ser una de las opciones.
Pero centrándonos en el evento en sí, tenemos que calificarlo como excepcional. El marco arquitectónico de la villa de Pontedeume resulta ideal para un acontecimiento como el que nos ocupa; blasones, banderolas, vecinos ataviados de época… El Feirón medieval convirtió un verano más las empinadas calles de Pontedeume en un auténtico hervidero de gente.
Además, este año, se conmemoran los 650 años de la colocación de la primera piedra del castillo de los Andrade. Tanto la Torre de homenaje que se encuentra en el casco antiguo como el Castillo de Nogueirosa, también conocido como el Castillo de los Andrade, son testimonios del gran poder que acumularon dichos señores feudales, personajes sobre los que podéis ampliar información consultando nuestra entrada los Condes de Andrade.
Un amplio, aunque poco divulgado programa (echamos en falta un punto de información, disponibilidad de folletos con el programa y carteles informativos en plazas y calles principales), lo cierto es que había un buen número de personas caracterizadas al uso medieval, que junto con los excelentes grupos de animación y musicales que recorrían las calles, permitieron vivir una deliciosa jornada.
Abundantes puestos de restauración, además de los excelentes establecimientos que tiene la villa, así como numerosos y atractivos puestos de venta de productos artesanales, llenaron e olor, color y vida todos los rincones y lugares.
Exhibiciones de aves rapaces y artes de cetrería, la oportunidad de probar nuestra puntería con el tiro con arco, un lugar con atracciones especiales para niños, fueron algunas de las propuestas que la organización preparó para el disfrute de todos los visitantes.
Cuantos nos seguís habitualmente sabéis que somos unos grandes aficionados a estos eventos, pero por increíble que parezca, hasta ahora, por coincidencia con otros eventos, vacaciones, trabajo,… nos había resultado imposible conocer el Feirón Medieval dos Andrade, de primera mano. Este año, aunque parcialmente por el incidente antes comentado, tenemos que manifestar nuestra gran satisfacción por un evento que lo tiene todo para ser una de las grandes citas estivales en el Noroeste Peninsular. Eso sí, la organización tiene que afinar algunos flecos.