Siguiendo con el grupo de entradas centradas en el repaso de las Leyendas gallegas, tras la publicación de las dedicadas al Panteón de dioses gallegos, el Samaín, las Piedras y rocas en la mitología gallega y San Andrés de Teixido, hoy el tema será: Las criaturas presentes en la mitología gallega.
Aunque no sea de manera muy pormenorizada, conozcamos algunas de estas criaturas tan interesantes:
Alicorno: animal fantástico, con cuerpo de caballo, y se representa con un cuerno en medio de la frente. En algunas comarcas de Galicia llaman también Alicorno a un canino de jabalí, con el que se realizan curas milagrosas. El Alicorno estaba engastado en la base de un armazón de plata. Generalmente era guardado como si fuera un tesoro por una anciana que lo aplicaba contra toda clase de dolores, incluidos los de parto, contra el tangaraño (raquitismo), contra las dolencias que se eran producidas por alguna Meiga o algún meigallo. La virtud curativa de este talismán está en unas ligeras raspaduras que se le sacan y se echan en un poco de leche, sobre la que la anciana hace tres cruces con el mismo Alicorno y pronuncia unas palabras a modo de esconxuro (contra-conjuro); después el paciente bebe la leche.
Avenoiteira: es un pájaro de la muerte en la mitología gallega. Su análogo sería el cuervo.
Apalpador:
o Pandigueiro es la figura de un carbonero, ligado a la tradición de la Navidad, y aparece vinculado a diferentes comarcas de Galicia, pero especialmente en las zonas de O Caurel y O Cebreiro. El Apalpador baja la noche del 31 de diciembre para visitar a los niños, tocándoles el vientre para ver si comieron lo suficiente durante todo el año, y les deja una bolsa llena de castañas, eventualmente algún regalo, especialmente de madera, y les desea que tengan un año nuevo lleno de felicidad y de fartura (abundancia en el comer). Se podría asimilar a Papa Noel o Santa Claus de otras culturas.
Biosbardo:
es un personaje utilizado para gastar una inocentada. Se suele manifestar de la siguiente forma: un grupo de personas convence a otra para que les ayude a a cazar Biosbardos. La supuesta caza es siempre de noche, y se les instruye indicándoles que hay que ir a un camino estrecho y lejano, donde no se escuche canto de gallo ni de gallina, ni voces humanas, y armados con un saco grande de boca ancha.
Lo cierto es que no existen estos supuestos animales, que según la zona de Galicia reciben los nombres de Cozorellos, Gazafellos, Cotofellos o Cotovelos (con esta denominación, fue víctima el que redacta este post, hace ya bastantes años)
El siguiente encantamiento hace que los Biosbardos se metan en el saco:
Eu son Leonardo,
Ti é Biosbardo,
Biosbardo, vinte pró saco,
Ca eu che agardo, e son Leonardo.
Traducción al castellano:
Yo soy Leonardo,
Tu eres Biosbardo,.
Biosbardo, ven hacia saco (bolsa)
Que yo te espero, y soy Leonardo
Canouro: espíritu maléfico masculino. No se sabe quién era este genio del que se desconoce su origen y condiciones. Se sabe que hiere de muerte a los niños en los brazos de sus padres. Es un espíritu de las aguas. Es hijo del delirio y del miedo, hermano de los fantasmas que la imaginación del enfermo crea en sus insomnios, tiene un pronunciado sabor demoníaco.
Donas: personajes femeninos de la mitología gallega que se asocian con los castros y con las fuentes, combinando, por tanto, las leyendas de las Xanas y las Atalayas asturianas. Existen muchas inscripciones de la Galicia prerromana en las que se menciona a las Matronae.
Duendes/Trasnos:
en la mitología gallega se conoce a diantre, que es un duende que se dedica a hacer travesuras con el fin de trancar las travesías de los que anden por el camino. Cuentan quienes lo han visto que se aparece bajo múltiples apariencias, pero siempre ofreciendo su ayuda. No la aceptes, o te cobrará el favor a su manera.
Escoler: es un ser muy sabio. Parece ser una especie de Nubeiro, ya que guarda relación con el cielo, con las nubes y con las tormentas eléctricas. Es un ser del aire.
Lambirón: ser maligno que envenena las fuentes, seca los campos y hace que las cosechas no medren lo suficiente.
Lavandeira: son espíritus que aparecen en las noches de luna llena en las veras de los ríos, donde lavan sábanas manchadas de sangre que nunca desaparecen. Se dice de ellas que son mujeres que murieron en el parto, o que dejaron morir a sus hijos sin bautizarlos. Piden ayuda a los vivos para escurrir sus sábanas, mas éstas deben retorcerse al contrario que la Lavandeira. En caso contrario, este encuentro podría traer mala suerte, mismo la muerte.
Legromante: brujo del aire y del viento, que provoca tormentas eléctricas y crea nubes de lluvia.
Lumia: ser femenino mitad mujer, mitad dragón. A veces son representados el dragón y la mujer por separado, la mujer montando al dragón y ésta portando un cuerno de batalla enorme.
Maruxaina: cuenta la leyenda de la Maruxaina que desde tiempos inmemorables vive esta sirena o nereida en las islas de los Farillós, allí donde el mar Cantábrico rompe su fuerza sobre las rocas rasas y desafiantes de su poder. Esta ninfa marina se encuentra hilando en la cumbre de la isla de la Sombriza, vigilando mar y marineros en su devenir diario; aunque se discute sobre sus intenciones, siendo este motivo de agrias polémicas entre los mareantes del pueblo, puesto que mientras unos piensan que los avisa del temporal, otros aseguran que canta para seducirlos y hacerlos embarrancar. En esta discusión los diferentes bandos emplean diversas características para tratar de imponer sus versiones. Así, para los defensores de su bondad, esta es una sirena con cara de vieja, sabia e inteligente como ninguna otra y dispuesta siempre a salvar a los marineros de las garras del mar embravecido. Para sus detractores más tercos entre ellos las madres de las mujeres del pueblo, La Maruxaina es una joven, de rubios y largos cabellos, dotada de una belleza singular y de una voz prodigiosa, mágica y hechizante, que emplea para, en una pérfida acción, atraer a los marineros a su lar submarino y poder allí gozar de su compañía. Esta mortífera artimaña es fruto de la envidia que la sirena tiene de la felicidad de las mujeres de los marineros, que los tienen a su lado durante el duro invierno, gozando de su atención.
Meiga: es una mujer con conocimientos de magia y artes ocultas, además de menciñeira. Entre sus cualidades, figura la capacidad para hacer hechizos, males de ojo y adivinación. Se diferencia de la Bruxa (Bruja) en que ésta actúa siempre con maldad, pudiendo tratar y mismo pactar con los Diaños. La Meiga rivaliza en popularidad con la propia Santa Compaña, y se acerca bastante a la figura de la curandera de los druidas. Se dice que hay un gran número de ellas, cada una con diferentes poderes:
- Meigas-chuchonas: son las más peligrosas, y se presentan con distintas caras o caretas, absorben la sangre a los niños y les roban las grasas para ser utilizadas en la creación de pomadas y ungüentos.
- Asumcordas o Bruxas da rúa: espían a la gente y vigilan quién entra y sale de la casa.
- Marimanta: es la Meiga del saco, roba niños y los hace desaparecer.
- Feiticeira: viven cerca de los ríos y los regatos. Aunque anciana, su aspecto no repele, posee una voz muy hermosa que hipnotiza a los chavales y a los niños que se acercan al río y hace que se vayan metiendo en él, donde al final, se ahogan.
- Lobismuller: tienen que nacer en Nochebuena o en Viernes Santo, o bien ser la séptima o novena hija de una familia en la que todos los hijos son mujeres.
- Vedoira: Es esbelta y agradable en el trato. Posee facultades adivinatorias, y son expertas en contactar con el Alén (Más Allá) para decir si alguien fallecido está gozando eternamente en el Cielo o si aún pena en el Purgatorio.
- Cartuxeira: son Meigas que echan las cartas y siempre aciertan en sus vaticinios.
- Dama do castro: viven debajo de los castros milenarios o bajo la tierra en un castillo de cristal. Llevan siempre un largo vestido blanco de cola y siempre atienden a las solicitudes de la gente. Ya que goza de bienestar y fortuna, ningún tipo de favor sirve para recibir de ella consejos o regalos; al contrario, suele aparecerse a personas afligidas por alguna situación difícil de su vida, y a esas personas de condición humilde otorga sus favores.
Mouro:
criatura sobrenatural, que aparece en mitos y relatos extendidos por todo el Norte de la Península Ibérica, y presentados como no bautizados y paganos, que en otro tiempo también eran conocidos como Xentís. Los varones eran oscuros y en ocasiones deformes, y las mujeres eran hermosas hechiceras rubias y de tez blanca, aún que en algunos relatos populares se asocian con la apariencia de viejas Bruxas y Meigas. En los relatos los Mouros aparecen como constructores y habitantes de las mámoas, túmulos funerarios, castros, minas romanas y por extensión todo tipo de ruina con orígenes inmemoriales, como los castillos medievales o algunos pazos del siglo XVII con entradas en forma de arcada. En algunos relatos, los Mouros y las Mouras aparecen como custodios de fabulosos tesoros, que constituyen el origen de la riqueza de varias familias.
También hay relatos, aunque menos numerosos, que los relacionan con otro tipo de invasores (viquingos, franceses, etc…), que permanecerían escondidos tras la retirada de sus compañeros.
Nubeiro: de aspecto fuerte y grande, vestido con pieles negras, capaz de provocar tormentas y dirigir los rayos a voluntad. Por lo general, se asocia a todo lo que tenga que ver con la niebla, los truenos, los rayos, la lluvia fuerte, etc…
Hay un cántico (de carácter eminentemente cristiano, pero con posibles orígenes paganos) que sirve para alejarlos, y se canta al tocar las campanas de las iglesias. Dice así:
Tanguen vos cregos a campá,
Para escorrentar ó Nubeiro,
Ben eles súan… para encher,
Pra todo ou ano, ou granceiro.
Traducción al castellano:
Tocan los monjes la campana,
Para que huya el Nubeiro,
Bien ellos sudan… para llenar,
Para todo el año, el granero.
Olláparos: son los gigantes de la mitología gallega, y su nombre nos induciría a pensar que probablemente sean cíclopes.
Pepa la Loba: es la mujer arquetipo del bandolerismo generoso muy extendido en Europa, como Robin Hood en Inglaterra. Puede tener relación con la Raíña Lupa y tiene semejanzas con la Peeira dos Lobos.
Píntega: ser del fuego de la mitología gallega. Su análogo serían las famosas Salamandras.
Procesión das Xás: o Procesión das Xans. Se trata de una procesión semejante a la de la Santa Compaña, pero que se diferencia de ésta en que no son los fantasmas de los muertos los que van en ella, sino los fantasmas de los vivos. Marchan en dos hileras y llevan un cadaleito (ataúd). Cuanto más a la vera del cadaleito vayan los miembros de las filas, más rápido mueren. Los que van más lejos pueden tardar hasta tres o cuatro años. Quien encuentra esta procesión, la ve, mas no la siente. El encuentro se da casi siempre en las encrucijadas de los caminos, donde es costumbre detenerse con los difuntos para que los sacerdotes echen responsos (oración en honor a los muertos). Si el que la encuentra es amigo de los que van en la procesión, lo único que le harán es llevarlo por el aire a otra parte; si es enemigo, le dan una brutal paliza y lo arrastran por las silveiras y los toxos.
Son pocas las personas que ven la Procesión das Xás, pues para eso necesita poseer una de estas condiciones: que el padrino de quien la ve, rezase mal el credo cuando lo bautizaron, o bien que el sacerdote cambiase los santos óleos confundiendo los de la extrema unción con los del bautismo. Tal error se puede remediar bautizándose de nuevo.
Pupieiriñas: son diminutas y se alimentan de migas de pan. Viven en el bosque cerca de fuentes y lagos. Son rápidas y silenciosas. Hay veces que sientes un silbido y una sensación de ser visto cuando ellas andan bien cerca. Su trabajo es el de adivinar los deseos de los niños pequeños que aún no hablan y no pueden pedir regalos por el Nadal (Navidad gallega). Luego que lo saben, van prestas a contárselo a todos los seres del mundo que llevan los regalos a cada zona del planeta.
Rabeno: es un hombre delgado y alto, de piel descolorida. Lleva una gorra y un traje raído, pero de aspecto elegante con rabo. Aunque protege y cuida de los animales, es un sátiro y salvaje que anda por los pueblos atacando a las mozas que encuentra por los caminos. Se le culpa de contagiar enfermedades como la lepra. Es el sátiro secuestrador de rapazas de la mitología gallega, análogo de los sátiros griegos. También se dice del Rabeno que rapta a la gente para sacarle los untos (podría ser una mezcla de la leyenda de los sátiros con la del Sacaúntos, así nacería el Rabeno).
Sacaúntos: es un personaje “asusta niños”, igual que el hombre del saco; un personaje grande y mal vestido. Algunas veces también se le llama el Papón, en alusión a que puede papar (en el sentido de comer) a alguien, especialmente a los niños.
El Sacaúntos, de aspecto terrible, se dedica a sacarle la grasa a los niños pequeños hasta dejarlos en los huesos. Una vez tiene el unto, marcha para el bosque, donde lo come para volverse fuerte y vigoroso como los niños. Según otras fuentes, de esta forma saca dinero al vendérselo a los viejos, para cambiar su sangre por otro más nuevo.
El origen del personaje puede ser, tal vez, medieval, por los casos de antropofagia que se dieron en las grandes hambrunas.
Santa Compaña o Enxamio: este mito se refiere a la procesión de muertos o ánimas en pena que están errantes por las noches de Galicia con capuchas blancas y caras cubiertas, y recorren los caminos de los bosques o de otros lugares. Se dice que estas están vagando y visitan a todas aquellas personas que vayan a fallecer en breves períodos de tiempo, la manera de saber esto, es si te ofrecen una vela, pues es señal de que estás a punto de fallecer.
Aunque no se pueden ir, dicen los gallegos que los sientes por el olor a cera que se derrite y flota en el aire, mientras que otros dicen que solo ves las llamas de las velas parpadeando en la oscuridad.
Es uno de los mitos que tiene mayor presencia en toda Galicia pero con pequeñas variantes y distintos nombres, dependiendo de la región. Así encontramos otras denominaciones: As da Noite, Antaruxada, Avisóns, Avexón, Enxamio, Estadea, Estantiga, Estandiga, Estadeíña, Hoste, Pantaruxada, Pantalla, Procesión das Ánimas, Rolda, Roldiña, Visión, Visita, Xaira, Xáns, Xás, Sociedade do Óso, etc…
Serea Maruxaina: leyenda de una ninfa que desde el mar atrae con sus cantos y sus encantos a los marineros para que después naufraguen. Tiene la condición engañosa de las ondinas traidoras, de las escurridizas sirenas errantes y de las pérfidas náyades tramposas. Las aguas tranquilas se convierten de repente en remolinos, tempestades, vendavales y huracanes hundiendo y encallando las embarcaciones de los ingenuos marineros que atienden a las melodías embaucadoras de la sirena y que se dejan seducir por sus hechizos y su belleza. Allá a lo lejos parece ser una princesa que llama consoladora. Con su hermosura, con su dulce voz y simpatía, con sus ojos de luz -que son las mortales trampas para fascinar a los insensatos que en ellos se dejan mirar- va llevando a los marineros de la villa por vieiros (pequeños caminos formados a la fuerza por pasar por el personas o animales) tortuosos que acaban siempre con un desenlace trágico. Embobados por un espejismo, por una ilusión óptica que los hipnotiza y hechiza, van cayendo, poco a poco, hoy unos, mañana otros, pocos sobreviven para contarlo.
Serpes: seres con forma de dragón-serpiente con alas. En Galicia se cuenta que una de sus funciones es la de vigilar los tesoros. En la mitología galaica son comunes las referencias a estos tesoros escondidos, que generalmente consisten en piezas de oro de mucho valor. Para encontrarlos hay unas guías llamadas lendas que describen los lugares donde se encuentran. La Serpe es molesta para los hombres que moran cerca de donde se esconden, que puede ser una fraga, una cueva o una fuente, ya que deja oír silbidos terribles y tiene por costumbre comer personas, tanto vivas coma muertas. Para evitar que esto suceda, se le da de comer.El punto débil de la Serpe es la garganta, ya que el resto del cuerpo está cubierto por unas duras escamas que lo vuelven invulnerable. Al hacerse viejas, se van al fondo del mar a cuidar de sus tesoros y a descansar.
Sumicio: es muy similar al Trasno, sólo que tiene la diferencia de que puede ser invisible y de que puede volver a las cosas invisibles también.
Tangomango: es un espíritu de la casa. Puede ser dañino o no para el ser humano, sin embargo, lo máximo que suele hacer es alguna trastada y revolver un poco las cosas, cambiándolas de sitio, rompiéndolas, etc.
Tardo: se le considera responsable de las pesadillas nocturnas. Esta especie de Trasno es, según algunas versiones, un ser peludo y de color verde.
Trasno: es una especie de Demo invisible. Se denomina también Diaño, entendido como ente distinto del Demo y nunca tan maligno como éste. Suele ser de hábitos nocturnos y sirve para explicar sucesos de causa aparentemente desconocida, sobre todo sucesos accidentales que comportan un daño poco grave. Así, el Trasno trama para hacer que se rompa la vajilla, que se pierdan las llaves, que caiga un vallado, que se líen los novillos que esté cosiendo una muchacha, etc…
Pero el Trasno también puede andar detrás de una persona y seguirla a todas partes. Algunas veces toma forma animal (como un caballo, un perro abandonado, etc…).
De acuerdo con la cultura popular, existe un truco muy eficaz para liberarse del Trasno. Consiste en dejarle en un plato o, mejor, ciscado no chan (esparcido por el suelo), una buena presa de lentejas, habas, granos de maíz o algo semejante. Como el Trasno no sabe contar más de cien, cuando llega a esta cifra tiene que empezar de nuevo, y así se le mantiene ocupado sin que siga haciendo de las suyas.
Urco: el Perro del Urco o Perro del Mar se trata de un animal fantástico que suele adoptar la forma de un enorme perro negro o blanco con cuernos y orejas largas que sale del mar arrastrando cadenas. Su presencia, como la de muchas otras figuras fantásticas parecidas, es considerada un mal augurio, anunciador de la muerte. A partir de 1876, se comenzó a honrarse a este monstruo, bajo la forma de un enorme y feroz perro capaz de tragarse de un solo mordisco veinte sacos de calderilla con la misma facilidad con que un burro se traga dos granos de cebada. Según cuenta la mitología gallega, este animal habitaría en Borrón, un lugar lleno de niebla y tenebroso perteneciente al Alén, de ahí la comparación que algunas veces se hace entre él y el Cerbero, guardián del Tártaro.
Vedoiro: es una persona que tiene la cualidad de ver el futuro, sobre todo las muertes y las desgracias. Este “don” lo poseen las personas que fueron bautizadas accidentalmente por el sacerdote con agua bendita utilizada en un entierro. Se dice que estas son las personas que tienen la facultad de ver, con mucha facilidad y frecuencia, a la Estantiga.
Xacio: tienen la mitad inferior de un pez y la mitad superior humana, masculina o, sobre todo, femenina. Les encanta el agua, y habitan en las pozas de los ríos.
Y finalizamos, con la esperanza de que esta publicación os haya gustado.