La Feira Medieval de Caminha, en su edición número XVI regresa al centro histórico los días 24 a 28 de julio de 2019. Este año la temática girará en torno a “Caminha Monástica”, y como es habitual, pretende recrear el ambiente medieval a través del comercio, de las artes, oficios, animación, gastronomía, vestimenta y música de la Edad Media.
La temática elegida para esta edición se basa en la propia historia de la villa que dio acogida a diversas comunidades monásticas, tanto masculinas como feneninos. Hablamos desde el primer de los Monasterios, el de São João de Arga, benedictino, cuya fundación se estima en los principios del siglo XII, hasta los conventos franciscanos, como el de Santa Clara (1571) y Santo Antonio (1618), sin olvidarnos del más reciente Convento de las Hermanas Franciscanas Hospitalarias (1898).
Este mundo monástico suponía en sus orígenes una opción de recogimiento espiritual y alejamiento del mundo, de ahí los locales oscuros e inhóspitos de los primeros cenobios (como el de Arga, por ejemplo). Desarrollaban actividades económicas: productos de la tierra cultivados en sus proximidades y exploración de los productos del mar. También se dedicaban a la caridad y la asistencia religiosa, al magisterio de las letras y a la prestación de cuidados de salud, ligándose así a las poblaciones locales.
Además, los Conventos de Camiño fueron albergue de peregrinos en el Camino de Santiago, incluso algunos de notable trascendencia, como el Rey D. Manuel I, en 1502, o el príncipe italiano Cosme III de Médici, en 1669.
En cuanto a la Feria en sí, parece que fue en el año 1291 cuando Caminha tuvo su primera feria. Por lo que pasados más de 700 años, la Feria Medieval de Caminha intenta recrear aquellos primeros pasos, acogiendo a miles de visitantes que quieren participar de forma activa en la magia de este viaje en el tiempo. La posibilidad de degustar su atractiva gastronomía, disfrutar de la música y numerosas actuaciones que llenan de vida sus calles, así como poder recorrer un poblado medieval, adquirir productos artesanales, escuchar los sonidos y música de aquellos tiempos, asistir al combate medieval con caballos y caballeros, alquimistas, teatro en la calle, demostraciones de cetrería, espectáculos de fuegos, danzas y mucho más, son atractivos más que suficientes para disfrutar de esta hermosa fiesta.