Hoy queremos presentar, para aquellos que no la conozcan, una importante fiesta que anualmente viene organizando la Asociación Romana del Bierzo “LVDVS BERGIDVM FLAVIVM”, concretamente nos vamos a centrar en la última edición, la del 2018, que hizo la número IX y que tuvo lugar entre los días 3 a 5 de agosto, si bien tuvo algunas acciones previas que se fueron desarrollando desde el día 27 de julio.
Cacabelos es un municipio y localidad de la comarca de El Bierzo, en la provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León. Es uno de los municipios leoneses en los que se habla gallego, si bien la existencia documentada de leonesismos en la toponimia histórica y el léxico del municipio, supone para algunos autores una muestra de que habría predominado el elemento leonés inicialmente, viéndose posteriormente desplazado por el gallego. Cacabelos está situado en el oeste de la provincia de León, entre 478 y 700 metros de altitud, se alarga a la vera del curso bajo del río Cúa, y guarda un rico patrimonio histórico y natural.
Para conocer el contenido de la fiesta, nada mejor que recurrir a la web de la Asociación que la organiza http://www.ludusbergidumflavium.es/index.php, donde nos cuenta que los hechos históricos que se pretenden reconstruir nos hablan de la ciudad de Bergido, quien aparece en un escrito por primera vez en el 300 d.c., en El Itinerario Antoniano, del emperador Caracalla, y se describe como la ciudad que une la Vía Augusta : Este Asturica Augusta – Oeste Lucus Augusta ,y la Vía Nova: hacia el Sur Braccara capitales estas de los conventos jurídicos del noroeste peninsular. La historia conocida de Bergidum, ya que hay mucho por desenterrar todavía, se remonta a la vida prerromana de Castro Ventosa, los fundadores celtas conocían a esta fortaleza como Bergdunum; Ciudad fortificada (Berg -alto y Dunum-fortaleza).
En el Bajo Imperio bajo el convento jurídico de Asturica, Bergido fue reconocida como república o municipuim independiente según una lápida encontrada en Tarragona dedicada a Cayo Valerio Arabino. Cayo Valerio Arabino Flamen y Sacerdote, natural de la tierra del Bierzo, y que allí en su república había tenido todos los cargos y dignidades que había, habiendo sido también sacerdote en Roma, y sacerdote Augustal por toda la Hispania Citerior. Y esta estatua se le dio por el cuidado y fidelidad con que trató el cargo que aquí tuvo de los libros de las matrículas y padrones públicos que para los tributos se hacían.
El pueblo Astur, que encontraron los romanos, poseía una cultura que corresponde con el modelo del noroeste peninsular de la Edad del Hierro, con asentamientos castreños y economía autosuficiente, y una organización política y social fragmentada. Además de las dificultades del terreno hacían a este pueblo muy costoso de doblegar para el Imperio Romano. La época romana comenzó con las guerras Cántabro-Astures (29 – 19 a.C) dirigidas por Cayo Julio César Augusto, más conocido como Augusto, primer emperador romano, el de reinado más prolongado en la historia de roma, 44 años y sucesor de su tío abuelo Julio César. La muralla de Bergidum es de época Bajo Imperial Romana, tiene una longitud de 1.136 m, y cuenta con 15 torreones de planta semicircular, de arquitectura tardorromana. Las puertas de acceso están orientadas al Este, la Puerta del Sol y al Oeste, la Puerta del Viento. Esta situación situarían las calzadillas en dirección a las Vías Augustas y Vía Nova.
Bergido no desapareció con la invasión agarena a comienzos del siglo VIII. Pervive como núcleo importante con el nombre de Ventosa. Luego fue decayendo hasta su más completo abandono y olvido.
Cacabelos se menciona por primera vez en el siglo X, en la donación de Bermudo II de León al monasterio de Carracedo. En el año 1108 el arzobispo de Santiago, Diego Gelmírez, lo reconstruye y erige su iglesia de Santa María, que aún conserva su viejo ábside. Dicha reconstrucción provocaría una enconada disputa con el obispo de Astorga, pues la villa se hallaba en territorio de esa diócesis. La disputa concluyó con la donación de la villa por Alfonso VII de León a aquel arzobispo en 1138, hecho que singularizará a Cacabelos, pues no solo será jurisdicción del arzobispo, sino que pertenecerá a aquella lejana diócesis hasta 1890. La villa, al lado de un puente, en pleno Camino jacobeo, creció de forma ininterrumpida durante la Edad Media, como lo testimonian sus iglesias (Santa María de la Plaza, Santa María de la Edrada y Santa María “circa pontem”) y hospitales (San Lázaro, Santiago, Santa Catalina, Alfonso Cabirto, Inés Domínguez). La población prosperó por su riqueza agrícola y el comercio de peregrinos y pobladores francos; además tuvo una aljama judía.
Un nuevo aliciente en el crecimiento de la villa fue la concesión por Sancho IV, en 1291, de una feria anual de quince días de duración, celebrada en las fiestas de la Cruz de Mayo. En Villabuena, por su parte, se construirá, en el siglo XIII, el monasterio de San Guillermo, de monjas cistercienses.
La fiesta, tal y como os decíamos anteriormente se inició oficialmente el día 3 de agosto, pero desde el día 27 de julio se organizaron, diariamente, diversos talleres en el Museo Arqueológico: creación de mosaicos, cerámica romana, máscaras, etc, así como una cena romana en el Mesón Apóstol. A partir del día 3 de agosto se inició oficialmente la fiesta con la apertura del Castrum del Ala II Flavia de Bergidum, en la playa fluvial. A partir de ese momento se sucedieron numerosas actividades: jornadas censales, adiestramiento de gladiadores, desfiles de antorchas en honor a los dioses, diversas representaciones: reclutamientos, iniciación de vestales, baile de la diosa,… El mercado de artesanos se circunscribe dentro del denominado VIII Macellum romano, donde se podían adquirir productos de diversa índole. Desfiles de legiones y senadores, juegos de precisión en el ámbito del “pan y circo” romano y torneos de gladiadores, fueron otras de las actividades de mayor interés.
Además de los numerosos habitantes cabe hablar de la llegada de grupos y asociaciones desde Astorga, Lugo, Ourense y otras tierras.
Adicionalmente, y para aquellos que os desplacéis hasta esta localidad y queráis aprovechar la visita para conocer y disfrutar algo más, os contamos algunas cosas: pese a ser un pueblo pequeño, Cacabelos tiene varios lugares para visitar. Por ejemplo, la Plaza de San Lázaro, donde en la época medieval se encontraba un hospital para peregrinos a la entrada de la villa, y hoy os encontraréis con una placita llena de encanto con casas de arquitectura tradicional y un pozo. A unos pasos de la plaza, se encuentra La Moncloa de San Lorenzo, donde se puede degustar y comprar productos típicos de la zona, bajo la marca de “Prada a Tope”. Se puede visitar la ermita de San Roque, en la plaza del mismo nombre, la Calle Santa María, la más señorial de la villa, la iglesia de Santa María, que de su construcción románica sólo se conserva el ábside, el resto es del siglo XVI; el Puente Mayor sobre el río Cúa, la iglesia de las Angustias del siglo XVII, iglesia en la que se puede contemplar una imagen curiosa: el relieve del Niño Jesús jugando a las cartas con San Antonio de Padua. Merece la pena visitar el Museo Arqueológico de Cacabelos, cuyo edificio ya es un museo en sí. Se ha restaurado una antigua bodega en la que se ha conservado, tanto la estructura original como los tinos de vino, haciendo que se integren en el nuevo espacio. El museo contiene piezas desde la prehistoria hasta la actualidad, además de laboratorios y biblioteca especializada.
Si lo que buscáis es disfrutar de un vino y de la gastronomía en un lugar lleno de encanto, os recomendamos desplazaros hasta Canedo ( cogiendo la carretera que lleva a Arganza a unos 8 km de Cacabelos) donde encontraréis el Palacio de Canedo, propiedad de Prada, es un precioso hotel rural con cafetería restaurante y tienda. Nosotros tuvimos la oportunidad de disfrutar de sus excelentes viandas y caldos.
Cacabelos está lleno de encanto, desde la entrada caminando entre viñedos, de noche es espectacular, y la hermosa vista de los alrededores que tendréis desde la terraza del bar, hasta los múltiples detalles en la rehabilitación y decoración del edificio, hechos artesanalmente.
En próximas entradas os iremos facilitando información sobre la próxima edición.