Hablar de Cleopatra, la reina de Egipto, supone, entre otras cosas, referirse a un símbolo de empoderamiento femenino. Es un enigma fascinante que ha perdurado a lo largo de los siglos. Su historia es un compendio de intriga, poder y seducción que ha cautivado a generaciones enteras.
Cleopatra VII, aunque generalmente y de forma popular se le denomina solo Cleopatra, representa la complejidad de una mujer que gobernó en un mundo dominado por hombres. Combinó inteligencia política, educación excepcional y una profunda comprensión de las dinámicas de poder de su tiempo. Era conocida por sus enemigos como “la víbora del Nilo”.
Una mujer, perteneciente a la dinastía ptolemaica, descendiente de reyes, que fue la última reina del antiguo Egipto, antes de la dominación romana, y una de las líderes egipcias más representadas y valoradas en la historia de la humanidad. Conocida por su belleza, inteligencia y astucia política, su reinado dejó una huella indeleble en la cultura y política del antiguo Egipto.
Tenía conocimientos de música, de historia y de ciencias políticas. Además, era muy buena en matemáticas, en literatura, en astronomía, en medicina, en geografía, en alquimia, en zoología etc. Cleopatra intentó acceder a todo el saber de su época. Dominaba siete idiomas. Fue una mujer culta y refinada, que apoyó el desarrollo de las artes y las ciencias en Alejandría, convirtiéndola en una de las ciudades más prósperas y cosmopolitas del mundo antiguo.
Su figura y recuerdo están rodeados de mitos y leyendas.
Contexto Histórico
Dos siglos y medio antes del nacimiento de Cleopatra, el celebérrimo Alejandro Magno había forjado en sólo diez años un vasto imperio que incluía el viejo Egipto. Tras la muerte de Alejandro, sus generales se enfrentaron por la posesión del imperio sin lograr restablecer su unidad, y Egipto quedó bajo el mando del general macedonio Ptolomeo I, fundador de la dinastía ptolemaica.
La dinastía ptolemaica estuvo presente en un periodo en el que Egipto estaba bajo el dominio de la dinastía de gobernantes griegos descendientes de Ptolomeo I Soter, uno de los generales de Alejandro Magno. Durante este periodo, Egipto estuvo expuesto a influencias culturales y políticas griegas, pero también mantuvo algunas de sus tradiciones y costumbres egipcias.
Biografía de Cleopatra
Cleopatra nació en la ciudad de Alejandría. Los historiadores ubican su fecha de nacimiento en el año 69 aC.
Su nombre era tradicional entre los macedonios, y procede del griego (Κλεοπᾰ́τρᾱ). Significaba “gloria de su padre”, puesto que era la forma femenina de Κλεόπᾰτρος (Cleopatro). El título Thea Filopátor se puede traducir como “diosa que ama a su padre”.
Era hija del faraón Ptholomeo XII, y una de sus esposas (se cree que Cleopatra V Tryuphaena), y tenía tres hermanos mayores, Ptolomeo XII, Ptolomeo XIV y Arsínoe IV.
Cleopatra creció y fue educada en Alejandría. Filostrato estuvo encargado de enseñar a la futura reina, especialmente, filosofía y oratoria, dos elementos de suma importancia en la educación griega de la época.
Además, ella fue la primera monarca de su linaje procedente de Macedonia, que se dio a la tarea de aprender el idioma egipcio. También logró dominar el etíope, arameo, árabe, siríaco, latín y otras tantas lenguas relevantes.
No existen muchos detalles importantes sobre la infancia de Cleopatra. Se sabe que pasó la mayor parte de esta etapa junto a su padre y muy probablemente lo acompañó al exilio.
Con el objetivo de poder mantener viva la dinastía familiar, contrajo matrimonio con su hermano Ptolomeo XIII. (Ella tenía unos 17 años de edad, y él, 10)
Fue nombrada corregente por su padre en el año 51 aC., cargo que debía compartir con su medio hermano, nacido durante el exilio de su madre. Ptolomeo XIII tenía apenas 10 años, mientras que ella había cumplido los 18 y había experimentado el exilio junto con su padre.
Durante el tiempo que estuvo en territorio romano, Cleopatra logró aprender las formas de su gente, además de ciertas estrategias políticas que le indicaban el modo en que debía conducirse para lograr un reinado exitoso.
Llegó al trono tras la muerte de su padre, Ptolomeo XII Auletes. Fue corregente, junto con su esposo.
Aprovechando la oportunidad, Cleopatra buscó la ayuda de Julio César, el líder de Roma en ese momento. Se dice que se presentó ante él enrollada en una alfombra para asegurar su encuentro. César quedó impresionado por su inteligencia y carisma, y la apoyó en su lucha por el trono de Egipto.
Gracias al apoyo de Julio César, Cleopatra logró derrotar a su hermano y recuperar el trono de Egipto en el año 47 aC. A partir de ese momento, se convirtió en la única gobernante de Egipto y estableció su capital en Alejandría.
A lo largo de su vida, Cleopatra se casó con dos de sus hermanos, primero con Ptolomeo XIII y luego con Ptolomeo XIV.
¿Cómo era Cleopatra?
La figura de Cleopatra ha sido objeto de admiración y controversia a lo largo de los siglos.
Aunque a lo largo de los siglos se han hecho numerosas referencias en escritos y obras artísticas a la belleza de Cleopatra, lo cierto es que su poder de seducción parece ser que se sustentaba más en su inteligencia y personalidad que en su supuesta belleza, cuestión que por ejemplo resaltaba Plutarco, quien decía que “no era su aspecto físico lo que resultaba atractivo de ella, sino su conversación y su inteligencia”.
No cumplía con los estándares de belleza contemplados actualmente. Se estima que no sería una mujer de alta estatura, pues se cree que rondaría los 1,52 metros. Su piel era oscura y tendría sobrepreso. Nariz prominente, labios finos y el mentón puntiagudo, definirían su aspecto exterior.
Era una mujer con una formación notable, hablaba numerosos idiomas y dedicó tiempo al estudio de disciplinas como las matemáticas, la oratoria y la astronomía.
Fue una mujer astuta, luchadora, perspicaz y ágil en la toma de decisiones.
La realidad es que Cleopatra fue una mujer compleja, con una inteligencia y una astucia sin igual, que supo aprovechar las circunstancias políticas de su época para mantener su posición en el trono y asegurar el futuro de su dinastía.
Reinado de Cleoplatra
Cleopatra inició su reinado, tal y como decíamos con anterioridad, en el año 51 aC., y lo habría finalizado en el mes de agosto del año 30 aC.
Su reinado, como no podía ser de otra manera en aquellos tiempos, se caracterizó por el absolutismo, siendo la única con poder legislativo y la máxima autoridad religiosa. Tomó el control tanto de los aspectos legales y administrativos del reino, como de lo espiritual, ámbito en el que también era la principal autoridad.
Durante su reinado, Cleopatra logró estabilizar la economía de Egipto y promover el comercio con otros reinos y ciudades. Intervino los precios, los aranceles y el monopolio de determinados productos. Durante la época de Cleopatra se realizaron devaluaciones y se estableció nuevamente el uso corriente de monedas de bronce.
Fomentó el desarrollo de la cultura y las artes, convirtiendo a Alejandría en un importante centro intelectual. Cleopatra supo equilibrar las tradiciones egipcias con su herencia helenística.
Por otro lado, lo acostumbrado durante la dinastía ptolemaica era que los descendientes de griegos o macedonios ocuparan los principales cargos públicos. Existía segregación racial legal, es decir, los griegos y los egipcios no podían mezclarse, no solo en cuanto a uniones matrimoniales, sino que vivían separados.
Cabe destacar que eso solo se daba en las grandes urbes, ya que en el interior eran comunes las uniones entre distintas razas. Además, se permitía que las otras etnias se asimilaran a la cultura griega al educarse en ese sistema, aceptar sus dioses y costumbres.
También fortaleció su poderío militar, construyendo una flota naval formidable y modernizando el ejército para defender las fronteras de Egipto y afirmar su independencia.
Además, en medio del telón de fondo de la agitación política y las presiones externas, el reinado de Cleopatra como reina de Egipto presenció un resurgimiento significativo tanto en el patrocinio cultural como en la vitalidad económica. El apoyo de Cleopatra a las artes y la erudición revitalizó la vida cultural egipcia, atrayendo artistas, poetas e intelectuales a su corte. Encargó grandes proyectos arquitectónicos, como el Faro de Alejandría y el Templo de Isis, que mostraban la rica herencia y artesanía de Egipto.
En materia de política exterior, Cleopatra entendió la importancia de establecer alianzas políticas para asegurar la estabilidad de su reinado. De esta manera logró mantener la independencia de Egipto y proteger los intereses de su reino. Mantuvo relaciones cercanas con líderes y gobernantes de otros reinos, incluyendo a Roma y los reinos vecinos de Anatolia y Oriente Medio. Una prueba de su brillantez estratégica fueron las alianzas que estableció con dos de los líderes romanos más influyentes de su tiempo, Julio César y Marco Antonio. Estas alianzas le permitieron mantener a Egipto como una potencia regional y proteger sus intereses frente a las amenazas externas.
Además, Cleopatra también fue conocida por su habilidad para seducir a los líderes políticos de la época, utilizando su belleza y encanto para asegurar el apoyo y la lealtad de aquellos que podrían representar una amenaza para su reinado.
Su derrota en la batalla de Actium y el suicidio de Marco Antonio macaron el principio del fin.
Relación de Cleopatra con Julio César
Se conocieron tras la llegada de Julio César a Egipto en el 48 aC, con motivo de la persecución que estaba realizando aquel sobre su rival Pompeyo, y quien había buscado refugio en Egipto, donde sería asesinado por los cortesanos de Ptolomeo XIII. Cleopatra tenía solo 21 años en ese momento, logró cautivar a César con su belleza y encanto.
En el año 46 aC., Cleopatra visitó Roma, y se cuenta que llegó escondida en un tapiz y fue presentada ante Julio César como un regalo. Esta acción audaz y sorprendente capturó la atención de César, quien quedó impresionado por su valentía y determinación. Cleopatra y Julio César comenzaron una relación amorosa que duró varios años.
Juntos, Cleopatra y Julio César trabajaron para fortalecer los lazos entre Egipto y Roma. Cleopatra fue reconocida como reina de Egipto y se le permitió gobernar en colaboración con su hermano menor, Ptolomeo XIV. Además, recibió el respaldo de César para luchar contra los enemigos internos y externos que amenazaban su reino. El primer hijo de Cleopatra VII Thea Filopátor nació en el 47 aC. Fue bautizado Cesarión en honor a quien, según la propia Cleopatra, fue el padre del niño: Julio César, aunque él nunca reconoció públicamente la filiación con el hijo de su aliada y amante.
No obstante, Cleopatra vivió en Roma, en la villa de César, del 46 aC., hasta el 44 aC. Días después de la muerte del dictador romano, la reina de Egipto volvió a su tierra al darse cuenta de que su hijo Cesarión no sería quien heredaría Roma, sino Octavio.
Relación de Cleopatra con Marco Antonio
Estando Cleopatra de regreso a Egipto, con ocasión de una visita a Marco Antonio en Tarso, en el 41 aC., surgió la relación entre ambos, que se mantuvo hasta que los dos se suicidaron tras perder la guerra contra Octavio. Se retiraron juntos a Alejandría, donde vivieron algún tiempo.
En el 40 aC., Marco Antonio regresó a Roma, donde se casó con Octavia, hermana de Octavio, posteriormente el emperador Augusto. Cleopatra tuvo mellizos. En el 36 aC., Marco Antonio viajó a Oriente encabezando una expedición contra los partos. Se reunieron en Antioquía.
Cleopatra tuvo gemelos con Marco Antonio, miembro del Segundo Triunvirato que tomó el poder tras la muerte de César. Los niños fueron llamados Alejandro Helios y Cleopatra Selene II, sus apellidos significaban “sol” y “luna”, respectivamente. Luego, nació un tercer hijo de la pareja, Ptolomeo Filadelfo, en el 36 aC. A cada uno de ellos les proporcionaron grandes títulos: en el caso de Alejandro Helios, recibió el de rey de Armenia, Media y Partia, y a Ptolomeo Filadelfo le nombraron rey de Siria y Cilicia.
Cleopatra Selene II fue asignada como reina de Cirene y Creta. Su hermano mayor, Cesarión, recibió el título de rey de reyes. y su madre, reina de reyes.
En el 34 aC., tras una campaña de victorias contra los partos, Marco Antonio anunció formalmente la división del antiguo Imperio de Alejandro Magno entre Cleopatra y sus hijos. Marco Antonio continuó viviendo en Egipto y en el 32 aC., Octavio declaró la guerra a la pareja y Marco Antonio se divorció de Octavia. En la batalla de Actium en el 31 aC., creyendo que la derrota de Marco Antonio era inevitable, Cleopatra retiró su flota y ambos huyeron a Alejandría.
La Batalla de Accio (Actium)
En Roma los excesos de Cleopatra y Marco Antonio habían suscitado antipatía unánime, de la que el propio poeta Horacio se hace eco con violentas invectivas.
El poeta celebrará su muerte con el mejor vino del barril más viejo, porque, según él, Cleopatra estaba urdiendo los funerales y minando los cimientos del Imperio Romano. Así escribe: “Una manada de hombres viciosos la mantenían en su demencia, y ella, embriagada por la fortuna, creyó propicia tenerla siempre”.
Sin embargo, el revés de la fortuna tiene un nombre y una fecha precisos: Accio o Actium, batalla librada el 2 de septiembre del año 31 aC. En esa contienda se cree que Octavio contaba con 400 barcos y 80.000 hombres, mientras que Marco Antonio y Cleopatra contaban con 500 barcos y 120.000 hombres, aunque cerca de la mitad de ellos no eran soldados entrenados.
La presión de la flota romana obligó a Marco Antonio a atacar, mientras que la flota egipcia, conducida por Cleopatra y que se componía principalmente de barcos mercantes cargados del botín de la guerra, se mantuvo en la retaguardia.
El combate fue parejo durante todo el día, pero, al final de la tarde, las embarcaciones de Cleopatra aprovecharon una brisa favorable para retirarse sin entrar en combate.
Antonio la siguió pensando que se trataba de una retirada y el pánico se apoderó de su flota. Según otras fuentes, Marco Antonio se vio acorralado contra la costa y, previendo la derrota, ordenó a una parte de sus barcos dirigirse hacia el norte y a otra parte hacia el sur.
De ese modo, los navíos romanos los siguieron y abrieron una brecha por la que él y Cleopatra pudieron huir en embarcaciones separadas, con lo que lograron proteger el botín, pero dejaron atrás a su armada.
Octavio envió a un delegado con la esperanza de que convenciera a Cleopatra de asesinar a Antonio para mantener el poder en Egipto, pero esa intención fue descubierta por el mismo Marco Antonio y no se llegó a ningún arreglo.
En el 30 aC., Octavio decidió que la única salida era invadir Egipto y así lo hizo, entrando por Fenicia, donde Herodes le proporcionó su hospitalidad. Al mismo tiempo, otras legiones entraban por Paraitonion tras derrotar a Marco Antonio.
Entonces, el teatro de operaciones restante fue Alejandría, donde Antonio tuvo que rendirse el 1 de agosto del 30 aC.
Muerte de Cleopatra
Cleopatra viendo el fin de su reinado, tras caer derrotada por Octavio, intentó quitarse la vida, e incluso remitió un mensaje a Marco Antonio, diciéndole que se retiraba a su mausoleo para quitarse la vida. Marco Antonio, contrariado y derrotado también, decidió suicidarse también, clavándose una espada en el pecho.
Pero la reina egipcia no concretó sus intenciones en esa ocasión y fue detenida por los hombres de Octavio. Llegado ese momento, en el que Cleoplatra se vió superada por los acontecimientos y ante un escenario en que posiblemente fuese llevada como botín de guerra a Roma por Octavio Augusto, tomó la decisión de suicidarse. Su fin llegaría el día 10 (o 12 según algunos autores) de agosto del año 30 aC.
Para ello siguió un antiguo ritual egipcio, consistente en caer víctima de la mordedura de un áspid. No se sabe si lo hizo en el palacio en o en su mausoleo. Algunas versiones sugieren que en lugar de la mordedura del áspid, su muerte sería causada por el uso de una aguja u objeto punzante, o un ungüento con veneno.
Su desaparición conllevo también la de la dinastía ptolemaica rigiendo Egipto, y sentó las bases para el asentamiento del período helénico.
Su hijo Cesarión, convertido en Ptolomeo XV, logró huir, pero a los 18 días fue hallado por los hombres de Octavio y ejecutado el 29 de agosto del 30 aC.
En cuanto a la localización de la tumba de Cleopatra, hay que decir que se desconoce, pese a los numerosos intentos por encontrarla realizado por historiadores e investigadores.
Presencia de Cleopatra en la cultura popular
El magnetismo e interés por la figura de nuestra protagonista provocó que, a lo largo de los siglos, ocupase un papel importante en la historia y creaciones artísticas y culturales.
La encontramos en obras escultóricas, pictóricas, en libros y publicaciones, en cine y televisión, etc. La danza, la música, el teatro, son algunos de los géneros que han tomado a Cleopatra como figura central.
Una de las obras que inmortalizó la relación entre Cleopatra y Marco Antonio fue, precisamente, la tragedia de Shakespeare Antonio y Cleopatra (1606), que contribuyó al imaginario cultural de una reina inteligente y hermosísima junto a un héroe perfecto.
Actualmente, las representaciones más famosas de Cleopatra se encuentran en museos como el Antikensammlung de Berlín, en el Museo Vaticano y en el Museo Arqueológico de Cherchell en Argelia. En el Museo Británico hay un busto que de igual manera podría representar a la monarca ptolemaica.
Una de las pinturas que se ha relacionado históricamente con Cleopatra es la que data de mediados del siglo I aC., en la que aparece la diosa Venus (posiblemente la reina egipcia), junto con un Cupido (que representaría a Cesarión). También En la casa de Marco Fabio Rufo en Pompeya, Italia, una pintura mural de mediados del siglo I a. C. del segundo estilo pompeyano de la diosa Venus sosteniendo a un cupido cerca de las grandes puertas del templo es muy probable que sea una representación de Cleopatra como Venus Genetrix con su hijo Cesarión.
Otra pintura de Pompeya, de principios del siglo I d. C. y que se encuentra en la casa de Giuseppe II, contiene una posible representación de Cleopatra con su hijo Cesarión, ambos con diademas reales mientras ella se recuesta y toma veneno en un acto de suicidio.
En los relieves tradicionales egipcios también se encuentra plasmada Cleopatra, aunque en ese caso se la relaciona con la diosa Isis.
Entre las monedas que se conservan del reinado de Cleopatra encontramos piezas de todos los años de su reinado, desde el 51 hasta el 30 aC. Cleopatra fue la primera reina extranjera de la que su imagen apareció en una moneda romana
En el séptimo arte también ha sido explorado el interesante personaje que representó Cleopatra para la historia: como mujer, monarca, estratega y seductora. Al menos 20 películas se han filmado sobre ella, y quizá las más famosas sean la protagonizada por Sophia Loren en 1954 y por Elizabeth Taylor en 1963.
Conclusión
Cleopatra es una figura histórica que trasciende el mito y la realidad. Su vida estuvo marcada por decisiones políticas astutas, alianzas estratégicas y un final trágico que ha cautivado la imaginación de generaciones. A través de sus relaciones con Julio César y Marco Antonio, tuvo un impacto profundo en la política romana, y su legado cultural perdura hasta hoy.
Algunas interpretaciones modernas de Cleopatra la ven como una líder política astuta y hábil que luchó por el poder en un mundo dominado por los hombres. Se dice que hablaba varios idiomas y era experta en estrategia militar y diplomacia. Además, se cree que ella abrazó la cultura egipcia y la promovió en su país como un medio para consolidar su gobierno y unir a su pueblo.
También hay debate sobre cuánto poder tenía Cleopatra de verdad. Algunos sugieren que ella fue poco más que una figura decorativa, mientras que otros argumentan que ella gobernó Egipto con habilidad durante muchos años. Además, hay controversia en cuanto a su papel en la historia romana y si su relación con Marco Antonio fue realmente tan importante como se cree.
En todo caso, al revisar la vida de Cleopatra, es crucial distinguir entre los hechos históricamente corroborados y las leyendas que han surgido en torno a su figura. Cleopatra no solo fue una seductora reina, sino también una líder capaz y visionaria que luchó por la autonomía y prosperidad de su reino en un mundo dominado por Roma. Su historia es un testimonio de la complejidad y riqueza de la historia antigua, y su legado sigue siendo una fuente de inspiración y fascinación.
Y rematamos esta publicación, confiando en que, pese a su larga extensión, haya resultado de vuestro interés, y en ese caso nos gustaría que nos lo hicieseis saber pulsando en el botón “Me gusta”. Además, te animamos a aportar algún comentario, y si tienes interés, suscribirte gratuitamente a la Newsletter del Blog para mantenerte siempre informado sobre las nuevas publicaciones del Blog.
Por último, si os ha gustado lo suficiente como para compartirlo en vuestras redes sociales, estaríamos realmente encantados de que así lo hicieseis.
Referencias
Briceño V., Gabriela. (2020). Cleopatra. Recuperado el 3 mayo, 2025, de Euston96: https://www.euston96.com/cleopatra/
HistoriaUniversal.org. (2023). Cleopatra: Reina de Egipto. HistoriaUniversal.org. Recuperado de https://historiauniversal.org/cleopatra-reina-de-egipto/
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «Biografia de Cleopatra» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cleopatra.htm [página consultada el 9 de julio de 2025].
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cleopatra.htm
https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/628/Cleopatra
https://www.euston96.com/cleopatra/
https://historiauniversal.org/cleopatra-reina-de-egipto/
https://www.lifeder.com/cleopatra/