En esta entrada de hoy no manejaremos contenido histórico, sino mitológico. A nosotros, siendo naturales y vecinos de la ciudad de A Coruña, Hércules y toda la mitología que se desarrolla en torno a él, es algo que nos resulta del máximo interés por su asociación con la Torre de Hércules, declarada Patrimonio hace 10 años.
Uno de los más célebres pasajes de la mitología griega, es el que narra los doce trabajos que Hércules, o Heracles.
Según la leyenda Hércules fue un hijo bastardo de Zeus, lo que provocó que su mujer Hera enloqueciera, induciendo a Hércules a acabar con la vida de sus propios hijos y dos de sus sobrinos. Al recuperar la consciencia, y tomar razón de lo que había hecho, al no poder soportar la pena se marchó a vivir en soledad a una tierra inhóspita. Tiempo después, su hermano, Íficles, le convenció para que fuese a consultar al su destino al Oráculo de Delfos. En él, la sibila le informó que, como penitencia por su terrible acción, debería de llevar a cabo doce trabajos (en un principio sólo se le había ordenado realizar 10, pero como contó con la ayuda de su sobrino Yolao, se le añadieron dos más); estos, serían dispuestos por Euristeo, que resultaba ser la persona más odiada por Hércules, ya que le había usurpado el derecho al trono que le pertenecía.
Los doce trabajos que se le encargaron fueron los siguientes:
1. Matar al león de Nemea y tomar su piel.
Se decía que la piel del león era invulnerable. Pronto Hércules descubrió que sus flechas no podían atravesar la carne del león; aún y así, ideó un plan para matarlo. Lo siguió hasta una cueva, donde bloqueó la entrada para así poder agarrar al animal y estrangularlo con sus propias manos. Luego empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, le advirtió que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león. De esta forma, consiguió la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura. Con la muerte del león de Nemea, Hércules consiguió la invulnerabilidad y poco a poco se va convirtiendo en Dios.
2. Matar a la hidra de Lerna.
En este trabajo lo que necesitó no fue tanto la sabiduría, sino el valor. Hércules combatió ferozmente la hidra con su extraordinaria fuerza. La hidra era un antiguo y despiadado monstruo acuático con forma de serpiente policéfala y aliento venenoso. Su guarida era el lago Lerna. Cuando le cortaba una de las dos cabezas, le salían dos más en su lugar. Para contrarrestarlo, Hércules le indicó a Yolao, su sobrino, que quemara el muñón de los cuellos de la hidra tan pronto como él la decapitara. Aunque Hércules completó la tarea, la ayuda de su sobrino la anuló.
3. Capturar a la cierva de Cerinia.
El tercer trabajo fue conseguir la cierva de Cerinia y llegarla a Micenas para entregársela a Euristeo. La cierva tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro. Estaba consagrada a Artemisa ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar. Hércules tuvo que perseguirla durante un año entero hasta que la cierva se cansó. Entonces, el semidiós pudo herirla lo suficiente como para poder llevársela para hablar con Diana. Temiendo la ira de la diosa, Hércules pensó que era más inteligente explicarle su situación y pedirle ayuda. Diana le permitió a Hércules llevarse la cierva después de curarle las heridas para que así sobreviviera.
4. Capturar al jabalí de Erimanto.
Ésta fue una de las tareas más sencillas, ya que pudo atraparlo rápidamente y llevarlo a Micenas. Este perverso jabalí era el símbolo viviente de todas las bajas pasiones animales.
5. Limpiar los establos de Augías en un día.
Euristeo asignó esta tarea para humillar y ridiculizar a Hércules. Debía limpiar los establos de Augías en un sólo día. Estos establos tenían estiércol acumulado durante años, y la manada era bastante numerosa. Hércules logró cambiar el curso de dos ríos, el Alfeo y el Peneo, y desviarlos directamente hacia los establos, para limpiar el área. Éste fue el segundo trabajo anulado, argumentando que el trabajo no lo había hecho él, sino los ríos.
6. Matar a los pájaros del Estínfalo.
Estos pájaros eran feroces, tenían picos, alas y garras de bronce, y se alimentaban de carne humana y eran las mascotas de Ares, el dios de la guerra. La misión no resultaba nada fácil ya que las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza no le servía de nada. Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel de bronce y le mandó a que lo tocara desde una colina elevada. Al hacerlo, las aves asustadas emprendieron vuelo y nunca más se les volvió a ver en el bosque y el lago. Muchas de ellas fueron derribadas por las flechas de Hercules y las que consiguieron escapar huyeron hacia la isla de Ares en el Mar Negro donde fueron encontradas años después por los Argonautas.
7. Capturar al toro de Creta.
Esta fue una de las tareas más fáciles que Hércules tuvo que completar. El dios Poseidón envió al toro para aterrar a la población de Creta, después que el rey Minos no lo sacrificara, tal y como había prometido. El toro fue encerrado en un laberinto debajo la ciudad, así que Hércules sólo tuvo que dominar a la bestia con una técnica de asfixia.
8. Robar las yeguas de Diomedes.
Las yeguas de Diomedes se alimentaban de seres humanos. Hércules tuvo que combatir un grupo de atracadores antes de completar la tarea, lo que resolvió sin problemas.
9. Robar el cinturón de Hipólita.
Hipólita era la reina de las amazonas, un grupo feroz de mujeres guerreras. Hércules pudo hablar fácilmente con Hipólita para que le entregara el cinturón; sin embargo, Hera suscitó problemas entre las amazonas, llevándolas a una gran batalla, que Hércules pudo evadir, huyendo con el cinturón.
10. Robar el ganado de Gerión.
El monstruo Gerión era una bestia con tres cabezas y múltiples cuerpos y brazos. Hércules lo mató al monstruo gracias a la sangre de la hidra Lerna que colocó en sus flechas. Hércules pudo hacerse con el ganado pero Hera lo ahuyentó, así que el semidiós tuvo que reunirlo de nuevo para acabar su trabajo.
11. Robar las manzanas del jardín de las Hespérides.
Las manzanas de las Hespérides estaban protegidas por las ninfas. Atlas era el padre de las Hespérides, quien estaba forzado a sostener eternamente el mundo sobre sus hombros como castigo por haber desafiado los dioses durante su guerra con los titanes. Hércules, con su increíble fuerza, le dijo a Atlas de sustituirlo por un espacio corto de tiempo para que fuera a visitar a su familia, a cambio de las manzanas. Cuando Atlas regresó con las manzanas, se negó a volver a su posición. Hércules se burló de él y consiguió que ocupara su sitio de nuevo.
12. Capturar en los infiernos a Cerbero.
El último trabajo de Hércules fue capturar a Cerbero, el perro de tres cabezas de Hades. Esta tarea requirió que Hércules viajara hasta el inframundo, donde obtuvo el permiso de Hades, dios de los muertos, para llevarse a Cerbero con una condición: que lo consiguiera sin usar armas. Hércules, como en muchas otras ocasiones a lo largo de su misión, pudo dominar a la bestia con sus propias manos.
¿Y cómo se vincula esta mitología griega con la ciudad de A Coruña?
El origen se encuentra en lo escrito por el rey Alfonso X el Sabio (1252-1284) quien en su Estoria de Espanna cuenta como el héroe Hércules construyó un enorme el faro para conmemorar su victoria sobre el gigante Gerión. Cuentan las historias antiguas que las tierras que hoy conforman Galicia estaban bajo el mandato de un rey cruel, Gerión, rey de Brigantium. Su tamaño era propio de gigantes, lo que unido a su querencia por atemorizar al pueblo y exigirles tributos, provocó que el pueblo al enterarse de las hazañas de Hércules, lo conminaron a enfrentarse a Gerión en lo que hoy es la ciudad de A Coruña. Según la leyenda, el legendario héroe griego se enfrentó al rey durante tres días y tres noches, al cabo de las cuales Hércules venció al gigante, cortó su cabeza y la enterró junto al mar. Para conmemorar su victoria construyó sobre el túmulo una torre-faro y en las proximidades del mismo fundó una ciudad a la que le dio el nombre de Crunia, como recuerdo de la primera mujer que habitó este lugar y de la cual el héroe se enamoró.
Desde 1.448 en el escudo de A Coruña aparecen representadas la Torre de Hércules y la calavera del tirano Gerión.
No es esta la única leyenda sobre la construcción de la Torre de Hércules, pero hablar de ellas y de la historia realmente constatada lo haremos en otra entrada.