Como seguramente sabréis este año, 2020, en Tokio, entre los días 24 de julio y 9 de agosto, estaba prevista una nueva edición de los Juegos Olímpicos, y que con motivo de la crisis que estamos padeciendo se vieron aplazados.
Para saber algo más sobre los Juegos Olímpicos hagamos un repaso de su historia, desde su origen allá por el siglo VIII a.C. hasta la actualidad.
Como es obvio, empecemos por el principio, los Juegos Olímpicos nacieron en la ciudad griega Olimpia, al noroeste de la península del Peloponeso. Se trataba de unos juegos que fueron dedicados al dios Zeus y a Afrodita. Hablamos del año 776 a.C., fecha confirmada por ser la primera vez en que se escribieron los nombres de los ganadores de una carrera, por lo que pudiese haber celebraciones anteriores no documentadas. Se trataba de unos juegos muy diferentes a los que hoy en días conocemos, ya que, por ejemplo, no había deportes por equipos ni premios para los segundos puestos. Parece ser que Olimpia contaba con un estadio de una gran extensión, capaz de acogerá más de 40.000 espectadores, mientras que a sus alrededores estaban construcciones auxiliares que se desarrollaron gradualmente y fueron usadas como sitios de entrenamiento de los atletas y para los jueces.
Quienes acudían a Olimpia durante aquellos días como espectadores eran los verdaderos protagonistas del mayor espectáculo de la Antigua Grecia. Uno de los momentos más importante de los Juegos se producía al comienzo del festival con la “hecatombe” conocido como el sacrificio de 100 bueyes en honor a Zeus justo delante de su templo. Los participantes eran exclusivamente hombres libres que no hubiesen cometido ningún crimen. Entre los juegos más destacados se encontraba los Saltos, Pentatlón, Lanzamientos, lucha y boxeo.
En momento final de las competiciones los jueces entregaban a los ganadores una corona de olivo la cual sería el único premio que recibían los atletas triunfadores.
Según la leyenda, narrada por el historiador griego Pausanias contó que Heracles Ideo y sus cuatro hermanos corrieron a Olimpia para entretener Zeus cuando acababa de nacer. Como Heracles fue el primero en llegar ganó, y le colocaron una corona de olivo en la cabeza. Otra teoría, la del escritor griego Píndaro, dice que fue uno de los hijos de Zeus, que construyó el primer estadio olímpico en honor a su padre.
Lo cierto es que cada cuatro veranos y durante mil años, la gente de cada rincón de la antigua Grecia concurría a las tierras sagradas de la Antigua Olimpia para celebrar su pasión por las competencias deportivas. Los mejores atletas de cada ciudad-estado y reino de la antigua Grecia, y competían en honor a Zeus, uno de los dioses griegos. Los Juegos Olímpicos eran un acontecimiento tan importante que las guerras y conflictos entre las ciudades-estado y reinos se paraban durante esos días, y se reflejaban en diversas obras de arte, como el Discóbolo de Mirón.
Barcos llegaban desde colonias griegas a un punto en el que se mezclaban filósofos, poetas, escritores, apostadores, proxenetas, vendedores ambulantes, músicos y bailarines, con el fin de asistir a los antiguos Juegos, que duraban cinco días y comenzaban en agosto, como una fiesta religiosa. Eran miles de espectadores que llegaban a ver los Juegos a la Antigua Olimpia llevando un animal, que luego sería sacrificado para honrar al dios Zeus. Muchos llegaban de colonias griegas que eran en principio rivales, pero que compartían una religión, una lengua y el entusiasmo por el deporte.
No se vendían entradas y muchos espectadores dormían a la intemperie, a pesar de que miembros oficiales de las delegaciones levantaban carpas y casetas.
Las ceremonias religiosas, como los sacrificios, la música, la actuación teatral, discursos de reconocidos filósofos, recitales poéticos, desfiles, banquetes y celebraciones de victoria eran también cosa de todos los días en aquella época.
Había muchos menos deportes y solamente podían competir hombres que hablaran griego. Los hombres competían desnudos y las infracciones se castigaban con azotes. Las mujeres tenían totalmente vetado, tanto presenciar los juegos como su participación. El primer campeón olímpico fue Corebo, un panadero de la ciudad de Elis, y no le entregaron una medalla, sino una corona de olivo.
Los primeros juegos consistían solamente en una carrera a pie de 185 ó 190 metros (un largo de la pista de atletismo). Posteriormente, se fueron añadiendo carreras más largas, luchas y el pentatlón, que comprendía lanzamientos de disco y jabalina, carreras de campo traviesa, salto de longitud y lucha libre. Más tarde se agregarían: boxeo, carreras de carros y de caballos con jinetes. Otra de las pruebas olímpicas fueron los saltos de longitud y una carrera con armaduras puestas.
Desde el punto de vista socio-político, hay que tener presente que durante los siglos VII y VI a.C., la aristocracia, predominante en el conjunto de los estados griegos, se ve amenazada por la aparición de fuerzas nuevas que tienden a desplazarla del poder político y económico, y en ese contexto se Incrementa la resistencia ideológica de la nobleza. Los Juegos Olímpicos se originan por la apertura de diversiones, fiestas y concursos aristocráticos a todas las clases sociales.
La nobleza participa activamente en los juegos, pues los superiores medios de que disponía qarantizaban su preparación y triunfo. Los «agones» –luchadores, competidores– participantes en los juegos, y sobre todos ellos el vencedor, encarnan el ideal humano de la aristocracia en su doble vertiente material y espiritual.
Los escultores de la época, cuyo tema será muchas veces la figura de los vencedores en los Juegos, imprimen a sus estatuas –proporciones físicas ideales, aspecto sereno, tendencia idealista– los caracteres del noble.
La glorificación de los vencedores, la glosa de sus cualidades, la fama alcanzada, se convierten en objeto de poesía. Y es que en la antigua Grecia de poco servía tener éxito en las competiciones deportivas si el nombre del vencedor y sus triunfos no era difundidos y conocidos por los demás a través del canto de los poetas, las estatuas conmemorativas y las inscripciones públicas que celebraban sus victorias. Los vencedores encargan a renombrados poetas la composición de poemas, llamados “epinicios”, himnos personalizados para el atleta ganador que eran cantados en directo por un coro.
Juegos Olímpicos poesía, escultura, manifestaciones prestigiosas de la cultura griega, responden durante largo tiempo –hasta el final de la época clásica– a los ideales, aspiraciones y objetivos de las clases aristocrática».
El origen moderno de los actuales Juegos Olímpicos empezó a gestarse en el año 1894, cuando el francés Pierre de Frédy, conocido como barón de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional (COI), órgano que desde entonces coordina el movimiento olímpico internacional.
La primera edición tuvo lugar en Atenas, en 1896, y en esos juegos participaron sólo 245 atletas, de 14 países, que participaron en 9 disciplinas diferentes. A partir de ahí, el número fue creciendo, incluyendo a las mujeres, que compitieron por primera vez en los de París 1900 aunque sólo en algunas modalidades.
Los Juegos Olímpicos se celebran cada cuatro años en diferentes ciudades del mundo. Sólo en las ediciones de 1916, 1940 y 1944 no se celebraron debido a las Primera y a la Segunda Guerra Mundial. Cada Olimpiada ha tenido características propias y no han sido ajenas a lo que sucedía en la sociedad.
La Gran Depresión afectó a los de 1932, el régimen nazi liderado por Adolf Hitler a los de Berlín en 1936. Después del parón de 1940 y 1944 por la Segunda Guerra Mundial, se prohibió a los deportistas alemanes acudir a los de Londres 1948.
En 1952 debutaron la Unión Soviética e Israel, en los de 1972 se produjo “la masacre de Múnich”, en Moscú 80 hubo el famoso boicot de Estados Unidos y otros 65 países, mientras que en Los Ángeles fueron los rusos los que devolvieron la moneda junto a 13 de sus aliados comunistas.
Los de Barcelona, en 1992, fueron un éxito rotundo y dieron paso a una mayor profesionalización. En la actualidad, casi todos los países están representados y la dimensión del evento es descomunal. Río 2016 no será una excepción.
Y para finalizar esta entrada, cabe hablar de los Juegos Olímpicos de invierno que empezaron a celebrarse en el año 1924. En la actualidad, se celebran olimpiadas de verano, dos años después olimpiadas de invierno, dos años después olimpiadas de verano… y entre cada tipo de olimpiada pasan 4 años. También cabe recordar la existencia de los Juegos Paralímpicos para atletas con algún tipo de discapacidad y los Juegos Olímpicos de la Juventud para atletas adolescentes
Conocía una parte de la historia, pero me ha gustado. Tenéis un nuevo lector.
Gracias Javier.