Dedicamos una entrada en este Blog a recopilar alguna de la numerosa información que existe en torno a la supuesta existencia de Breogán, el gran caudillo Celta, al que se asocian numerosas leyendas/historias y cuya área de actuación situaríamos fundamentalmente en el área comprendida por el Noroeste de la Península Ibérica, Inglaterra, Irlanda,…
En una primera aproximación al personaje, empezaremos diciendo que Breogán sería un guerrero gallego, mítico fundador de la ciudad de A Coruña, en el noroeste de la Península Ibérica. La tradición dice que sus antepasados fueron expulsados de Egipto y que tras numerosas odiseas vividas en tierras de los mares Caspio y Mediterráneo, generaciones después, llegarían a la Península Ibérica, al mando de su caudillo Brath. Su hijo, Breogán, con el tiempo, se haría con el reinado y fundaría la ciudad de Brigantia. Breogán tendría diez hijos: Bregh, Cuala, Cuailnge, Blad, Fuad, Muirthemme, Eble, Nar, Ith y Bile. Más tarde, sus descendientes conquistarían Irlanda construyendo un nuevo reino hispano en la isla. Su capital estaría en Tara, en la zona norte de Irlanda, y allí reinarían sucesivos reyes descendientes de los habitantes de Brigantia.
Los brigantes británicos e irlandeses pudieron ser los brigantes de la ciudad estado de Brigantia (próxima a A Coruña o Betanzos) y los brigantes del Cantábrico (Asturias). Estos pueblos del norte y noroeste de Hispania después de su derrota ante las legiones romanas, ante la posibilidad de ser esclavizados o masacrados por los romanos, habrían navegado desde España a las Islas Británicas donde fundaron nuevos asentamientos.
Pero vayamos por partes. El nombre de Breogán aparece asociado en la historia del mundo celta con los asentamientos (topónimos) en briga. Así, según la leyenda, Breogán sería el fundador del asentamiento de Brigantia (actual A Coruña) y construiría la torre de Brigantia o de Breogán (actual Torre de Hércules). Todos los manuscritos escritos por escribas celtas de las Islas Británicas, en latín y celta irlandés, nos dicen que Breogán, como figura histórica, fue un rey o caudillo que llevó a su pueblo hasta Galicia durante un periplo marítimo que empezó en los territorios del Mar Negro, en el mundo escita. Hasta aquí todo parece bastante claro pero poco creíble ya que los datos de estos manuscritos no aparecen como auténticamente históricos, aunque se mencionan en la Historia de Alfonso X el Sabio y en otras historias o crónicas españolas.
La existencia de Brigantia está atestiguada en los clásicos. Tolomeo (siglo II d. C.) nos dice que es el puerto de los galaicos lucenses. El puerto de Brigantia existió en la época de los romanos en el noroeste de la península Ibérica en una zona próxima a la ciudad actual de A Coruña. Incluso, hoy en día y próxima a la ciudad de A Coruña existe una región llamada de los Bergantiños.
Dice este manuscrito que Breogán, hijo de Brath, fue un caudillo celta que sometió a parte de las tribus de la península ibérica. Fundó Brigantia, la actual A Coruña y un territorio que podría alcanzar hasta la ría de Betanzos. Según el mundo romano, en ese lugar donde se hizo la torre está enterrada la cabeza del malvado rey Gerión, al que Hércules derrotó en una de las doce pruebas a que fue sometido y que desarrolló por todo el mundo conocido por aquel entonces. Pero la innegable procedencia latina de la construcción, independientemente de mitos o no, no excluye que se hiciera sobre una anterior realizada por Breogán. La Torre de Hércules, declarada Patrimonio de la Humanidad, es el faro en activo más antiguo del mundo.
En Brigantia, Ith , el noveno hijo de Breogán, divisó desde lo alto de la Torre de Breogán una isla verde, Irlanda, y emprendió una expedición en la que le acompañaba su hijo Lagaid. Al llegar se entrevistaron con los tres reyes de aquellos territorios, con los que llegaron a buen entendimiento. Pero en el camino de regreso a sus barcos, fueron emboscados y asesinados. Su cuerpo fue devuelto a Brigantia para ser despedido y honrado con los ritos habituales de aquel pueblo.
Pero lo cierto es que resulta ciertamente difícil contrastar históricamente la existencia de un rey o caudillo celta llamado Breogán. Por el contrario si parece confirmarse que existieron unos clanes primitivos que tomaron el nombre de su caudillo que los unió formando un reino.
En todo caso, lo verdaderamente importante es la conexión entre estos pueblos atlánticos y su relación con la cultura celta. Lo que está claro es que la última semilla céltica de Irlanda provino del noroeste de España. Así, estudios de la Universidad de Oxford confirman y amplían la sorprendente revelación de 2006, tras realizarle la prueba a 10.000 británicos, según la cual el ADN mayoritario de los pobladores de estas islas procede de tribus navegantes del noroeste de la península ibérica. Breogán, al que ahora el informe de Oxford aporta luz científica, fue retomado en el XIX por Leabhar Ghabhála Érenn (Lebor Gabála Érenn) o “Libro de las Invasiones”, escrito en el siglo XI y conservado en el Trinity College de Dublín, y que es una recopilación de leyendas realizada en el siglo XI, considerada en Irlanda como la fuente para explicar la construcción de su país y su pasado céltico.
“Pero al igual que ocurre con la Ilíada de Homero, que recoge tradiciones orales mucho más antiguas, el Leabhar Gahbala nos indicaba ya que los primitivos pobladores de Irlanda procedían del norte de la península Ibérica”, sostiene el erudito historiador coruñés Felipe Senén. Primitivos navegantes megalíticos, fenicios, celtas, romanos y vikingos, franceses e ingleses frecuentaron un camino marítimo que comunicó el antiguo mundo de Oriente y el Mediterráneo con el norte de Europa y las Islas Británicas; un camino cuyo nudo fue desde la remota antigüedad el faro de Hércules y la isla de Far -el actual barrio coruñés de Monte Alto- que aparece citada como base vikinga en las sagas nórdicas. “Ese camino del mar, el mejor que siempre tuvo Galicia, viene de la época del megalitismo y nunca dejó de estar ahí. Era la ruta del estaño a las antiguas islas Casitérides a las que llegó el emperador Adriano, por algo está aquí la Torre de Hércules, controlando desde siempre ese camino del mar, que es un constante fluir dado por las condiciones naturales geográficas”, explica Felipe Senén. La leyenda de Breogán es un mito paralelo al de Saint Brendan, el druida navegante que huye de Irlanda ante el empuje de la invasión sajona y descubre una gran isla idílica -el llamado paraíso celta- al oeste del Atlántico.
Por otro lado, cabe recordar la existencia de una gran atracción de Galicia para los pueblos antiguos del continente europeo y del Mediterráneo no se debía únicamente a la fama de sus metales (oro, estaño…), con ser esto muy importante, sino la una creencia arraigada en el más fondo de los sentimientos de la vieja Europa. Gallaecia (la forma Gallaike presente ya en el siglo V a.C en la obra de Herodoto) era el fin del mundo, el Finis Terrae, lugar donde moría el Sol y donde la antigua Geografía Sagrada situaba la puerta del Paraíso.
Y en torno a ello se desarrolló un cuerpo de historias y leyendas. Galicia, la atalaya por la que descendía al mar el Sol a tomar su barca, y la donde conducía el camino de las estrellas (la Vía Láctea), fue en la antigüedad considerada la antesala del “Al otro lado” y un importante lugar de acceso al “Otro Mundo”. La mitología griega concebía el Al otro lado, los Campos Elíseos, como el Paraíso de las virtuosas almas que, después de beber en el río Lethes, habían olvidado su paso por el Infierno. El río Lethes era una de las puertas al Paraíso que, para los autores antiguos grecolatinos, estaba en Occidente, en el fin del mundo conocido, en Galicia, y era seguramente lo que hoy conocemos como Limia, cerca del municipio de Xinzo de Limia (en la provincia de Ourense), donde se situaría la entrada, por consiguiente, al mundo de los muertos.
Historias y leyendas que, para algunos autores se enraízan con desarrollos conceptuales posteriores, como es el caso del Camino de Santiago. El ancestral camino de peregrinación a los finisterres galaicos, esto es, al Fin del Mundo, fue para los antiguos, el viaje al lugar donde muere el Sol y se embarca para las Islas de los Bienaventurados, el viaje tras la estela solar que algún día tendrían que hacer sus ánimas. El Camino de Briareo / Berobreo / Breogán / Hércules… del pasado pagano no se perdió en el tiempo y se continuó en el mundo cristiano con el Camino de Santiago, un santo que, ligado a la Vía Láctea, cumple también las funciones de un antiguo dios solar.
De esta manera, el Sendero de Jano, él “Callis Ianus”, es él antecedente del Camino de Santiago. Así, el Códex Calixtinus que se atribuye al Papa Calixto II posee varias claves. Los monjes de Cluny con ese nombre cristianizan un camino antiguo de enorme poder y tradición que recibía él nombre en latín de “Callis Ianus”, forma compuesta por de los nominativos, Callis: sendero y Ianus, Jano.
Por otro lado, debemos decir que para muchos autores e historiadores, el personaje y la leyenda de Breogán fueron creados por los eruditos irlandeses medievales, fundamentalmente a partir de dos fragmentos contenidos en la “Historia adversum paganos” de Orosio. En esos fragmentos se hacía mención de la ciudad galaica de Brigantia, de su torre y de la relación geográfica de las dos con Irlanda y con Britania. Ese material fue lo que llevó a la invención de la figura de Breogán y de la historia de la construcción de la torre y la posterior invasión de la isla por los descendientes de Míl. Habría, pues que decir, por lo tanto, que Breogán no existió hasta que los eruditos gaélicos discurrieron la leyenda probablemente durante los siglos VII y VIII. Sin embargo Orosio no fue la única fuente en la que se basaron. También debió de ser importante, en el rato de imaginar las relaciones entre Irlanda y la Península Ibérica, una información contenida en las “Etimologías” de Isidoro de Sevilla. Allí se afirmaba que el nombre latino de Éire (Hibernia) procedía del antiguo nombre de España (Hiberia, tal y como lo escribía Isidoro), debido a la cercanía geográfica entre las dos tierras. Por tanto, Orosio e Isidoro fueron las fuentes fundamentales en la articulación de la leyenda de Breogán. Y así lo reconocen muchos de los investigadores modernos.
En todo caso, la figura de Breogán se corresponde con la de un personaje, real o inventado, que dio pie a numerosas leyendas que nos hablan de unos tiempos en los que se enraízan algunos de los orígenes de nuestra civilización occidental.
Nuestra Recomendación:
El pueblo gallego lo tenemos presente incluso en nuestro himno, obra que recoge la importancia del caudillo celta y lo refleja como padre de la patria. El himno conjuga el poema “Os pinos” de Eduardo Pondal, y la música de Pascual Veiga, y en el que no aparece el nombre de nuestra tierra, Galicia, utilizando en su lugar el de Hogar de Breogán. Fue interpretado por primera vez en 1907 en La Habana, Cuba.
Que din os rumorosos
na costa verdescente,
ao raio transparente
do prácido luar?
Que din as altas copas
de escuro arume arpado
co seu ben compasado
monótono fungar?
Do teu verdor cinguido
e de benignos astros,
confín dos verdes castros
e valeroso chan,
non des a esquecemento
da inxuria o rudo encono;
esperta do teu sono
Fogar de Breogán.
Os bos e xenerosos
a nosa voz entenden
e con arroubo atenden
o noso rouco son,
mais só os iñorantes
e féridos e duros,
imbéciles e escuros
non nos entenden, non.
Os tempos son chegados
dos bardos das idades
que as vosas vaguedades
cumprido fin terán;
pois, onde quer, xigante
a nosa voz pregoa
a redenzón da boa
Nazón de Breogán.
En castellano:
¿Qué dicen los rumorosos,
en la costa verdecente (verdeante)
bajo el rayo transparente
de la plácida luna?
¿Qué dicen las altas copas
de oscura aguja arpada (erizada)
con su bien acompasado
monótono zumbar?
De tu verdor ceñido
y de benignos astros
confín de los verdes castros
y valeroso suelo.
Nunca te olvides
de la injuria el rudo encono;
despierta de tu sueño
Hogar de Breogán.
Los buenos y generosos
nuestra voz entienden
y con arrobo atienden
nuestro ronco sonido,
Pero sólo los ignorantes
y salvajes y duros,
imbéciles y oscuros
no nos entienden, no.
Los tiempos son llegados
De aquellos bardos de antiguo
que vuestras ilusiones
cumplido fin tendrán;
pues, donde quiere, gigante,
nuestra voz pregona
la redención de la buena
Nación de Breogán.
Bibliografía:
Víctor Vaqueiro,en “Mitoloxía de Galicia”.
Ramón Sainero, en “El libro de los orígenes de la leyenda de Breogán”.
Gracias y felicitaciones ! Soy descendiente de coruñeses y el sonido de las gaitas movilizó mi alma en 1995… sin comprender nada de nada en ese momento. Confirmó una y otra vez , que haber llegado a Coruña fue llegar a mi hogar y que deseo con todo mi ser llegar a Irlanda , mi sangre se pronuncia cada vez más . Claro que con las confirmaciones de genetistas , a partir de 2006/2007, me han regalado paz ante tan fuertes sentimientos hacia los irlandeses desde siempre. Una vez más gracias y continúen desasnándome !!!
Hola Belén. Gracias por leernos y aportar tu comentario. Saludos
Hola
Se pueden encontrar interpretaciones de las leyendas irlandesas incluidas en el Leabhar Ghabhala (o Libro de las Invasiones), que resultan bastante plausibles, dentro de este interesante libro:
https://www.amazon.es/Breogán-Historia-leyenda-pueblos-célticos-ebook/dp/B009QYUSU8
Un cordial saludo
Hola Daniel. Gracias por leernos, pero sobre todo por la recomendación. Saludos