Hacemos un viaje miles de años hacia atrás para conocer la arquitectura megalítica, e intentar hacer un resumen divulgativo de la misma con esta publicación dedicada a los Monumentos megalíticos.
En primer lugar hay que decir que el megalitismo, más allá de un modo de construir, es el fenómeno que marca el cambio hacia el pensamiento simbólico religioso con la aparición de tumbas colectivas.
Tradicionalmente, el término megalitismo se asociaba a enterramientos acompañados por grandes construcciones de piedra. En la actualidad se sabe que es un fenómeno funerario mucho más complejo. Además, con un gran desarrollo geográfico-espacial y temporal. El megalitismo tuvo su desarrollo desde España hasta Suecia y desde el Atlántico hasta las Cícladas, desde 150 kilómetros al sur del Estrecho de Gibraltar hasta los países nórdicos. Todo ello desde la segunda mitad del VI milenio.
Contexto histórico y temporal
La Edad de los Metales es un periodo de la prehistoria en el que se señala el fin del mundo del neolítico. Esta gran edad está marcada por tres fases: Edad del Cobre (también llamada Calcolítico), Edad del Bronce y Edad del Hierro.
Hace unos diez mil años, se produjo el último gran cambio climático, que dejó atrás los rigores de la Edad del Hielo para pasar a una época de clima más templado, que denominamos Holoceno y en la que aún hoy nos encontramos. Gracias a esa estabilidad climática y a la propia evolución cultural e industrial, llegamos a la que, probablemente, haya sido la revolución más importante de la historia de la humanidad: la revolución neolítica.
El hecho de pasar del nomadismo y al estilo de vida encaminado a la supervivencia que representaban las sociedades cazadoras y recolectoras del paleolítico a vivir en comunidades asentadas en un lugar y a producir sus propios alimentos, incluso almacenando excedentes, fue determinante para la supervivencia y el progreso del homo sapiens como especie. Los hombres del Neolítico comenzaron a aferrarse a un lugar, asociándolo a sus antepasados mediante la consolidación de los enterramientos rituales.
También empezaron a experimentar un sentimiento de pertenencia a la tierra en la que vivían, trabajándola y defendiéndola de posibles enemigos que aspirasen a ocupar un territorio que tomaron como suyo propio. Es en este nuevo contexto donde aparece uno de los fenómenos arquitectónicos más espectaculares e imponentes que aún hoy en día podemos contemplar: el de las enormes construcciones de piedra que conocemos como megalíticas.
La edificación de los monumentos megalíticos implica la existencia de una sociedad más compleja que la paleolítica, más organizada y capaz de llevar a cabo un trabajo coordinado de transporte y colocación de grandes piedras. Su función era religiosa y estaba relacionada con los cultos solares, y funeraria, pues en algunas se han encontrado enterramientos y ajuares.
Origen del megalitismo
Como ocurre en muchos otros campos de la prehistoria y el arte prehistórico, la cronología sobre los monumentos megalíticos o su origen no deja de estar exenta de polémica y debates tampoco.
Al intentar explicar los orígenes del megalitismo nos encontramos con multitud de teorías al respecto, muchas de ellas con base científica y aceptadas por la comunidad, y muchas otras más extravagantes que llegan incluso a establecer una conexión con los alienígenas o culturas subterráneas, estas últimas no las vamos a tener en cuenta evidentemente pero merece la pena recalcar que están ahí y son difundas y, a veces, extrañamente aceptadas.
Dentro del amplio abanico sobre las teorías del megalitismo nos centraremos en las dos tesis más importantes y que a la vez están encontradas. Las tesis orientalistas consideran que el origen del megalitismo se encuentra en Oriente y que desde allí, una vez ha perdido la exclusividad, se extiende hacia Occidente a través del comercio mediterráneo. Según las tesis orientalistas su origen puede venir desde Egipto, basándose en las mastabas; desde las Cícladas, basándose en el megaron; o desde Creta, inspirándose de manera básica en los tholoi.
Las tesis que abogan por un origen occidental están íntimamente ligadas al evolucionismo, y consideran que los monumentos megalíticos fueron una compleja evolución desde simples enterramientos con rocas. Investigadores cono Aberg o Vasconcelos consideraron que el origen podía estar en Portugal, y las dataciones gracias al carbono 14 han demostrado que las construcciones más antiguas son efectivamente las portuguesas, seguidas de las de las islas británicas por lo que podríamos estar ante un fenómeno de origen atlántico.
¿Qué son los monumentos megalíticos?
Son grandes construcciones hechas por individuos de la prehistoria, a partir de uno o varios megalitos apoyados entre sí, sin el uso de ningún tipo de algamasa, mortero o sustancia para unirlos.
En este sentido, decir que el término megalito, viene del griego, y es etimológicamente: μέγασ; megas (grande) y λίθοσ; lithos (piedra). Lo que significa que estamos hablando de una gran piedra que se utiliza para la construcción con la forma y el tamaño original, sin labrar, tal cual sale en su extracción en la cantera.
Los más antiguos son del final del Neolítico, y dejaron de construirse durante la Edad del Bronce. Los primeros monumentos megalíticos aparecen alrededor del 4.800 – 4.700 a.C en la fachada atlántica de Europa (Irlanda, Bretaña, Inglaterra, Portugal) y su construcción se fue difundiendo, hacia las tierras del Mediterráneo occidental, durante 2.000 años, evolucionando en sus formas y tipologías conforme a las culturas y contextos en los que se construyeron. Y es que hablamos de la sociedad de los recolectores del Mesolítico, los agricultores y ganaderos del Neolítico, y las sociedades jerarquizadas de la Edad de Cobre.
Tipologías de monumentos megalíticos
Los monumentos megalíticos poseían una gran variedad de formas y tamaños. Los enterramientos del megalitismo están solapados con el territorio mediante grandes túmulos, y nos encontramos una gran variedad de construcciones, desde cuevas naturales a grandes sepulturas erigidas en el suelo, y los monumentos llamados tipo torre. Vamos a verlos un poco cada uno.
Menhires
Es el más simple. Se trata de monolitos de uno o varios bloques de piedra de gran tamaño poco o nada trabajados, de forma alargada y dispuesta de manera vertical, con la parte inferior enterrada para darle estabilidad y evitar que se caiga. Se pueden encontrar menhires aislados o en grupos formando alineamientos o círculos. Son las estructuras más frecuentes de la cultura megalítica. Salvo en Grecia, se encuentran diseminados por toda Europa.
Dólmenes
Aparecieron al mismo tiempo que los menhires. Se han encontrado decenas de miles de estas construcciones megalíticas construidas con megalitos de varias toneladas de peso.
Un dolmen, que en bretón quiere decir “mesa grande de piedra” es una construcción que consiste en varias piedras “clavadas” en la tierra, en posición vertical y una o varias piedras apoyadas sobre ellas en posición horizontal. El conjunto de esta construcción megalítica conforma una cámara y está rodeada por tierra de sujeción en muchos casos, o piedras que cubren en parte las losas verticales formando una colina artificial o túmulo. Es el tipo de monumento megalítico más abundante.
Se utilizaban como sepulcros colectivos. El ejemplo más sencillo de dolmen está compuesto por dos piedras verticales y una horizontal.
Otros tipos de dolmen más complejos son:
- El dolmen de corredor, que está compuesto por una cámara circular y un pasillo de acceso. Tanto la cámara como el pasillo están cubiertos por piedras a modo de techo.
- El dolmen de galería, es similar al anterior, pero no se distinguen diferencias entre cámara y pasillo.
Tholos
También existen otras formas más complejas, los tholos (tholoi en singular) en los cuales distinguimos una cámara y un corredor como partes diferenciadas. Son estructuras realizadas con mampostería, y protegidos con tubos que están rodeados por anillos. En muchos casos, el corredor está subdividido por puertas que delimitan los tramos, marcando los procesos de enterramiento. La cámara se caracteriza por contar con una falsa cúpula que se realiza por la aproximación del sistema de hilados. En algunos casos encontramos grandes necrópolis de tholoi, como la de la necrópolis de Los Millares, en Almería.
En muchos casos, los enterramientos van asociados a pinturas rupestres, que van desde manifestaciones naturalistas a manifestaciones muy esquemáticas. En algunos casos, encontramos fusiones de los dos modelos, es decir, que en un mismo modelo encontramos una técnica de mampostería con otra técnica de grandes ortostatos, que es así como llamaos a las grandes losas de piedra. Nos podemos encontrar también con grandes monumentos, grandes túmulos, en cuyo interior encontramos más de una cámara funeraria.
Crómlech
Un crómlech es una agrupación de menhires formando un círculo o una elipse. También se denomina: círculo lítico o círculo de piedras. Son más escasos que los otros monumentos megalíticos. El más popular es el crómlech de Stonehenge.
Al igual que los menhires y los dólmenes, tenían una función funeraria, pero su curiosa disposición hace pensar a algunos estudiosos de la materia que podían ser una especie de templo o un lugar de reunión.
Rundgräber
Un tipo de tumba o sepulcro megalítico similar al de corredor que se diferencia en que está compuesto por una única cámara que puede estar al aire libre o cubierta.
Además de estas manifestaciones más generales, encontramos todo un complejo de construcciones megalíticas más singulares, de las cuales las más características son los templos malteses, o los talayots, las taulas y navetas de las islas Baleares.
Función e interpretación de los monumentos megalíticos
Como ocurre con otras manifestaciones artísticas de la prehistoria, los intentos de descifrar el significado y la función de los monumentos megalíticos se ven limitados al ámbito de la especulación. El hecho de estas construcciones demuestra un grado de coordinación, planificación, jerarquía y liderazgo importante dentro de estas sociedades.
A partir del estudio de los restos arqueológicos encontrados bajo los monumentos o en sus inmediaciones han surgido diversas teorías:
- Función funeraria: la mayoría de los monumentos megalíticos son tumbas colectivas dedicas a la inhumación sucesiva de cadáveres. Estaban por lo general orientados hacia el Este. Los cuerpos eran enterrados en forma fetal con las cabezas mirando al Este, mirando al amanecer. Señal de renovación de la vida. Hay ocasiones que los dólmenes son rodeados por un círculo de pidra denominado:
- Función religiosa: se utilizaron como santuarios, lugares sagrados, etc.
- Función de aglutinante social: reafirma la identidad de una comunidad a través del trabajo colectivo.
- Función territorial: delimita el espacio de cada grupo, donde vivía, trabajaban o dormía, también la reivindicación de una ruta.
- Función reorganizadora de grupos de trabajo para tareas concretas.
- Función astronómica. Según algunos investigadores, muchos de los monumentos megalíticos están íntimamente ligados con la astronomía, siendo quizá el ejemplo más famoso el Stonehenge
- …
En el caso de los menhires se desconocen por completo los supuestos significados rituales y en torno a ellos, en muchos casos, se han ido formando teorías de escaso rigor científico. Algunas teorías afirman que determinados menhires pudieron ser objeto de culto de antepasados o divinidades neolíticas.
En todo caso, la dimensión simbólica de los megalitos está omnipresente. Se cree que algunas de estas construcciones megalíticas tienen grabados en la roca de líneas y ondulaciones mientras que otros creen que son rayas de la erosión de la lluvia sobre las rocas.
En el caso de los dólmenes se sabe con certeza que fueron tumbas colectivas, pero también existe la teoría de que su función pudo ser doble, ya que también podrían tener un significado territorial y sociológico. Normalmente, los monumentos megalíticos están situados en zonas de gran visibilidad de forma que se puedan ver desde muchos puntos.
Con los crómlech si llegamos a un punto álgido de discusión científica. Como el resto de monumentos megalíticos, su función principal fue la funeraria funcionando como necrópolis. Pero su disposición general ha llevado a que investigadores y divulgadores hayan pensado diferentes teorías respecto a su verdadera función. Muchos piensan que fueron templos, centros rituales o lugares de reunión, teorías que no son del todo descabelladas y son aceptadas por una buena parte de la comunidad científica. Otros autores sostienen teorías astronómicas que no han sido aceptadas del todo por la comunidad científica y que desarrollaremos posteriormente.
Los alineamientos tienen en duda a los investigadores y las teorías sobre sus construcciones son variadas. Muchos sostienen que su función era eminentemente religiosa o ritual mientras que otros argumentan que su función podría ser delimitadora. Existe también una línea de investigación que, al igual que con los crómlech, le otorgan funciones astronómicas.
Monumentos megalíticos en Europa
Una gran cantidad de construcciones prehistóricas se han hallado en el mundo, pero ha sido Europa el continente que preserva un importante número de estos patrimonios, un aspecto que se relaciona con los primeros poblamientos de estos territorios y cuyos vestigios pueden observarse por medio de estos reconocidos sitios arqueológicos.
Sin ánimo de ser exhaustivos ni selectivos, y solo a título de ejemplo, relacionamos algunos de ellos:
Alineamientos de Carnac, en Francia. Son un gran conjunto megalítico situado. Alcanza las 40 hectáreas de superficie y los cuatro kilómetros de longitud. Aunque existen muchas versiones y teorías que explican su función, lo que parece más plausible según los expertos, es que Carnac era un observatorio astronómico, en el que las hileras de menhires orientadas hacia los puntos solsticiales y equinocciales formaban un calendario que permitía predecir las etapas importantes de la vida agrícola.
Castlerigg, en el noroeste de Inglaterra. Es un círculo de piedras que se alza sobre un terreno elevado. Tiene unos 5.000 años de antigüedad, esto es, más antiguo que Stonehenge.
Hagar Qim, isla de Marta. Encontramos un templo decorado con motivos espirales y vegetales, con un altar y complementado con tres estructuras próximas.
Machrie Moor Stone circles, en la escocesa isla de Arran. Se trata de un conjunto de varios monumentos megalíticos tipo crómlech que consta de varios círculos de piedras.
Menhir de Champo-Dolent, Francia. Es un buen ejemplo de menhir exento de grandes dimensiones ya que tiene 9,5 metros de altura, casi 9 de circunferencia y su peso se estima en unas 150 toneladas.
Pentre Ifan, en Gales. Es un dolmen dato en torno al 3.500 a.C que además de ser utilizado como cementerio, también debió de ser un centro de ritos. Consta de una piedra superior de más de cinco metros de altura y de 15 toneladas, sostenida por tres rocas ancladas al terreno.
Piedras de Callanish, en la isla de Lewis, en Escocia. Imponente conjunto de menhires datados entre el 2.900 y el 2.300 a.C. Un total de 13 monolitos dispuestos de manera circular dibujando un crómlech. También podemos ver otras piedras que forman una especie de avenida.
Séna-e thomes, en la isla de Cerdeña, cuenta con un impresionante conjunto de construcciones diseminadas por todo la isla. Se le conoce como Tumba de los gigantes y se trata de diversas estructuras funerarias, con una cámara dispuesta para enterrar a los muertos del pueblo sardo, siendo una especie de cementerio, adornado con obeliscos y otras formas hechas con los bloques de piedra.
Stonehenge. Situado en la planicie de Salisbury, en el condado de Wiltshire (a unos 130 km al oeste de Londres). La construcción de este conjunto empezó hace cinco mil años y fue abandonado mil quinientos años después. No se sabe todavía su finalidad exacta ni las razones que llevaron a su olvido. El conjunto que hoy vemos en pie está compuesto por un círculo interior con seis grandes bloques de piedra rematados por tres colosales dinteles y por un círculo exterior de diecisiete monolitos con dinteles. Aunque tuvo como uso principal el de ser centro de rituales, se han descubierto numerosos enterramientos en el lugar, así como también vestigios de un observatorio astronómico. Hoy en día es el más importante de los sitios arqueológicos británicos, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Swinside, en el noroeste de Inglaterra. Se trata de un círculo de piedras casi perfecto.
West Kennet, en el sur de Inglaterra. Es uno de los templos más significativos. Con una antigüedad que lo sitúa en el 3.500 a.C., consta de un enorme pasillo de cien metros, compartimentado en cinco partes, y con una cámara funeraria al final del mismo.
Monumentos megalíticos en España
Como en el apartado anterior, con la única finalidad de exponer algunos ejemplos, hemos hecho la siguiente selección:
Conjunto megalítico de Rosas, en Gerona. Se trata del conjunto de monumentos prehistóricos más significativos de la región. Contiene edificaciones construidas durante el Neolítico.
Crómlech de Oianlek, Oyarzun, Guipúzcoa. Son sepulturas funerarias colectivas pertenecientes a la Edad del Hierro, formadas por un conjunto de menhires clavados en el suelo dibujando una elipse.
Dólmen de Magacela, en Don Benito, Badajoz. Es de la tipología de dólmenes de corredor o galería. El único elemento que ha llegado hasta nuestros días del sepulcro es la cámara circular. Todo el pasillo o corredor ha desaparecido. Una curiosidad a destacar de esta construcción es la decoración que presentan los cinco ortostatos que se han marcado en la planta: grabados de figuras zoomorfas o cazoletas de difícil interpretación.
Dólmen del Mellizo, en Cáceres. Su construcción fue dada entre los años 4.000 y 3.000 a.C., siguiendo los diseños derivados de la vecina Portugal en torno a otra edificación prehistórica propia de dicho país, como lo es el anta.
Dólmen del Prado de Lácara, en Badajoz. Fue un sepulcro construido durante el Neolítico final, siendo utilizado posteriormente por pobladores romanos y medievales como vivienda. Se ubica en la ciudad de Mérida. Está formado por un largo corredor cubierto, de casi 20 metros de longitud, que da acceso a la cámara mortuoria. En su interior se ha encontrado un ajuar funerario formado por cuchillos, puntas de flechas y placas de pizarra.
Dólmen de Rebellado, en Valverde de Leganés, Badajoz. Este dolmen tiene una cámara circular con corredor largo. La losa que cubre la cámara tiene forma trapezoidal y, en su zona interior, se han grabado cazoletas.
Dólmen de Viera, Antequera, Málaga. Un dolmen de 20 metros de longitud, 1,80 metros de ancho y 2,10 metros de altura. Se trata un buen ejemplo de sepulcro corredor cubierto por un túmulo de arcilla con una gran cámara funeraria.
Dólmenes de Antequera, en Málaga. Concentra tres monumentos construidos entre el Neolítico y el Calcolítico. Son recintos funerarios construidos en forma de mesa. El sitio fue declarado en 2016 Patrimonio Mundial de la Humanidad por parte de la UNESCO.
La Chabola de la Hechizera, en Elvillar, Álava. Es uno de los dólmenes más importantes de Euskadi. Está formado por tres grandes piedras verticales que soportan una gran piedra plana horizontal y nueve piedras grandes en forma poligonal.
Menhir de Rábano. Es de forma troncocónica y sección ovalada. Su parte superior tiene forma puntiaguda pareciendo un cuerno desde donde se mire.
Naveta des Tudons, en Menorca. Con más de 1.600 monumentos prehistóricos, posee la concentración más alta de todo el Mediterráneo. Taulas, Navetas, Talayots, cuevas funerarias excavadas en la roca, así como poblados enteros, han sobrevivido hasta nuestros tiempos y son testigos de piedra de la enigmática vida de los honderos (llamados así por el uso y habilidad de este pueblo con las hondas) quienes desarrollaron la cultura talaiótica hace 3.500 años. El sepulcro de la Naveta des Tudons es el monumento más antiguo y mejor conservado del Mediterráneo Occidental.
Muchas leyendas giran en torno al origen de esta estructura, una de ellas refiere que fue construida por un gigante que competía con su hermano por el amor que ambos sentía por una mujer. En medio de la lucha pasional, uno de los gigantes mató a su hermano con una piedra de la construcción, para luego suicidarse por el hecho. Tiempo después, la fémina murió de tristeza al quedarse sin pretendientes.
Yacimiento de Huerta Montero, en Almendralejo, Badajoz. Posee un carácter único, debido a su peculiar forma y orientación. Un espacio con una longitud de más de 15 metros que fue descubierto en 1988.
El megalitismo en Galicia
Existen similitudes entre Galicia y el área atlántica europea respecto a estas construcciones megalíticas, probablemente debido a contactos por vía marítima.
La sociedad megalítica tenía un profundo carácter religioso, como parece indicar la gran cantidad de sepulcros encontrados, las ofrendas a los dioses y las manifestaciones artísticas. Tanto las pinturas como los grabados que decoran el interior de los enterramientos se relacionan habitualmente con conceptos mitológicos asociados con la muerte y la fecundidad. Conservamos también algunas figuras pequeñas de piedra que han sido interpretadas como ídolos relacionados con el culto a los muertos y la creencia en una vida ultraterrena.
En Galicia apenas se han encontrado menhires. Algunos ejemplos son el menhir Lapa de Gargantáns (Moraña) y el menhir de Currás (Marín), ambos en la provincia de Pontevedra, así como el menhir A Pedra Alta (Sarreaus, Ourense).
El henge de A Roda, en Barreiros, provincia de Lugo, es el primero que se excavó fuera de las Islas Británicas, tiene aproximadamente 4.000 años de antigüedad, un diámetro de unos 50 metros y está circundado por un foso exterior de entre 3 y 4 metros de diámetro y uno de profundidad. Respecto a su función, se cree que podría tener un carácter vinculado a la religión, la celebración de actos de carácter social, la observación astronómica relacionada con los ciclos de la naturaleza o rituales de carácter funerario.
También en A Mariña Lucense, en O Valadouro, en la sierra de O Xistral, se halla el círculo lítico prehistórico Prado das Chantas, del que se conservan unas 250 piedras hincadas.
Pero el monumento megalíltico más frecuente que podemos encontrar en tierras gallegas es el sepulcro colectivo, o mámoa, que también recibe el nombre de medorra, medoña o modia.
Las mámoas tenían una cámara interior funeraria (llamada anta o dolmen) construida con grandes lajas de piedra verticales, que sostenían una gran piedra horizontal cerrando la parte superior, y por último, estos sepulcros estaban recubiertos con un túmulo de tierra, piedras y vegetación.
Los dólmenes más antiguos presentan un menor tamaño, sin embargo, con el paso del tiempo se construyen de mayores dimensiones y se añade un corredor de acceso. Conservamos ejemplos entre 10 y 30 metros de diámetro con piedras de una altura de 2 a 3 metros.
La construcción de un corredor de acceso a la cámara funeraria facilitaba el enterramiento de los miembros de la comunidad, ya que para acceder a los sepulcros que carecían de corredor era necesario excavar en el túmulo de tierra cada vez que se realizaba un nuevo enterramiento. En cuanto a la orientación de los sepulcros, es habitual que el corredor se oriente al este, al naciente.
Se calcula que en Galicia hay aproximadamente unas 20.000 mámoas, muchas de ellas ubicadas en lugares elevados o de fácil visibilidad, cerca de caminos o en zonas aptas para actividades agrícolas y ganaderas. Están distribuidas por todo el territorio gallego, desde la costa hasta el interior, aunque abundan más en la parte occidental.
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Referencias
El megalitismo: Construcciones para los muertos. De Rojo Guerra, M.A. y Labarga Bocos, y Díez Fernández-Lomana, J.C.
Manual de arte prehistórico. De Sanchidrián, J.L.
Monumentos megalíticos prehistóricos. De O´Callahan, G.
Megalitismo. De Ruiz Mata, J.
https://www.arkiplus.com/monumentos-megaliticos/
https://www.cinconoticias.com/monumentos-prehistoricos/
https://elcuadernodigital.com/
https://herodotoycia.com/2016/08/06/la-arquitectura-megalitica-y-la-astronomia/
https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/5-impresionantes-monumentos-megaliticos_9456