Una incursión en una cultura muy diferente, y distante, a la nuestra, pero aún así, por ser una de las siete maravillas del mundo, hoy escribimos sobre “La gran muralla china”.
Todo un símbolo, esta cadena de murallas defensivas tiene una rica historia que engloba a más de veinte dinastías imperiales y continúa hasta nuestros días, sin dejar de suscitar preguntas y curiosidades:
¿cuándo y por quién fue construida la gran muralla china? ¿cuánto mide realmente? ¿para qué fue construida?
La gran muralla china, conocida, internamente, como Chángchéng es una fortificación en el norte de China, que serpentea de oeste a este por 21.196 km, desde el Paso Jiayuguan (en el oeste) hasta las montañas Hushan en la provincia de Liaoning, en el este, para terminar en el golfo de Bohai. Cruza once provincias y dos regiones autónomas (Mongolia Interior y Ningxia).
Fue construida entre los siglos V a.C. y XVII d.C. Se trata de la mayor obra de ingeniería desarrollada en la historia.
Por su recorrido serpenteante se ha asociado su imagen a la de un enorme dragón, el símbolo de la monarquía imperial en China.
La gran muralla china gozaba ya de una fama considerable en el mundo antiguo, habiendo sido objeto de diversos escritos y numerosos elogios no solo en China, sino también entre otros pueblos y culturas. Los árabes ya habían tenido la oportunidad de escuchar relatos de este prodigio de hombre a través de las comunidades musulmanas locales y las historias de algunos viajeros. En el siglo XVI, los europeos lograron llegar a China en la era Ming, pero habrá que esperar hasta el siglo XVI, con la apertura voluntaria de China a comerciantes y visitantes, para conocer la verdadera extensión de este complejo militar en todo su esplendor.
Origen de la muralla china
Hacia el siglo VII a.C., China era un conjunto de pequeños estados guerreros y agrícolas. Todos luchaban entre sí para extender su dominio. Ensayan distintos recursos para defenderse, así que comenzaron por levantar algunos muros de protección. De este modo, el origen de la gran muralla China es a todos los efectos de carácter militar.
La construcción de la muralla comenzó durante la dinastía Qin (221-206 a.C.) bajo el primer emperador Shi Huangdi (que reinó de 221-210 a.C.) y continuó durante cientos de años a lo largo de varias y diferentes dinastías.
El emperador Quin Shi Huangdi ordenó construir una enorme línea defensiva contra los nómadas de las estepas del norte que amenazaban con sus incursiones la estabilidad del imperio recién instaurado.
Aunque no todos los historiadores están de acuerdo, a Qin Shi Huangdi se le atribuye el mérito de haber ordenado la construcción de la primera Gran Muralla. Porque, aunque se habla en general de la Gran Muralla, en realidad no hubo una sola, sino varias. Se dieron diversos períodos de construcción a lo largo de un milenio y medio, y el trazado de esos muros se alteró en función de las necesidades.
La primera gran muralla mediría, según la leyenda unos diez mil li. Dado que el li es una medida de longitud equivalente a aproximadamente medio kilómetro, tenemos que suponer que la primigenia muralla tendría una longitud en torno a unos 5.000 kilómetros.
La actual Gran Muralla es casi por completo obra de la dinastía Ming (1368-1664 d.C.), que agregó las características torres y expandió la muralla a lo largo y ancho.
Entró en decadencia al término de la dinastía Ming, cuando la dinastía Qing (1644-1929 d.C.) tomó el poder y expandió la frontera de China hacia el norte dejando obsoleta la muralla.
Figura relevante de esta época es la de Qi Jiguang, célebre general que se ocupó del complejo entre 1567 y 1570, entre otras cosas, reforzando la zona más cercana a Pekín.
En 1644, con la deposición de la dinastía Ming a favor de la Qing y la consiguiente anexión de Mongolia al Imperio, el objetivo principal de la muralla, que ya no se volvió a ampliar, decae.
Los esfuerzos serios para restaurarla y conservarla no comenzaron hasta la década de 198, y la muralla fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1987. Treinta años más tarde, en 2007, la muralla ganó el concurso público de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. Sin embargo, en la actualidad solo permanece en pie cerca de un tercio de lo que alguna vez fue la gran muralla.
Construcción de la gran muralla china
Fue, sin duda, un esfuerzo titánico. Concebida como un complejo defensivo, la gran muralla atraviesa desiertos, acantilados, ríos y montañas de más de dos mil metros de altitud. Se divide en diversos tramos y aprovecha los accidentes topográficos como prolongación natural de sus muros.
La gran muralla fue construida con diferentes materiales (dependiendo de la zona y la época): entre los más utilizados se encuentran la piedra, la arena, el ladrillo y la tierra. El uso sistemático de ladrillos y piedra en lugar de la tierra batida original aumenta su resistencia y durabilidad, específica de la estructura. Está salpicada de elementos dedicados a la defensa del territorio como torres de vigilancia, torres de luz para las comunicaciones y fortalezas utilizadas para el mando y gestión de la logística defensiva.
La construcción inicial realizada bajo el soberano Quin, famoso también por los miles de guerreros de terracota que aparecieron en su tumba, requirió el empleo de un millón de personas, muchas de las cuales perdieron su vida en tan ardua tarea, acrecentada por las difíciles condiciones de trabajo.
Entre los que trabajaron en su construcción figuraban desde soldados hasta campesinos obligados a abandonar sus cultivos y desplazarse al norte para satisfacer los deseos del soberano. Además, estaban los condenados por el Estado. Su construcción causó tantas muertes que ganó la fama de ser el mayor cementerio del mundo. El rumor rezaba que los restos mortales de los esclavos habían sido usados como material constructivo, pero las investigaciones han desmentido este mito.
Esta primera obra fue concluida en diez años.
El punto de partida de la construcción se encuentra en el paso de Jiayuguan en la provincia de Gansu, donde cruza la Ruta de la Seda, que en el pasado desempeñó un papel crucial en el sector comercial, así como un importante puesto de avanzada en la defensa fronteriza. La ruta de la Gran Muralla termina en Husan, en la provincia nororiental de Liaoning, donde, cerca de Shanhaiguan, donde también se encuentra con el mar. El majestuoso complejo atraviesa muchas provincias Hebei, Tianjin, Mongolia Interior e incluso la propia capital, Pekín.
En este punto, hay que decir que algunos historiadores han sugerido que las consecuencias de la construcción de la gran muralla se dejaron sentir, siglos después, en lugares tan distantes como Occidente. Así, pueblos nómadas que no pudieron atravesarla optaron por dirigirse al oeste. Uno de ellos sería el de los xiongnu, cuyos descendientes, entre los que se encuentran los hunos de Atila, llegaron hasta Europa y contribuyeron a la caída del Imperio romano.
Después de la guerra civil, en el año 206 a.C. subió al trono la dinastía Han, quiénes para intentar contener la ambición de los pueblos del norte, restauraron la muralla, y crearon un nuevo tramo de unos quinientos metros en el desierto de Gobi. Su propósito era proteger las rutas comerciales con Occidente, de tal modo que, en torno a las puertas de la muralla, única entrada al Imperio, se crearon auténticos mercados.
Caída la dinastía Han en el año 220 d.C., las dinastías que siguieron no hicieron grandes modificaciones en la muralla, es decir, no hubo cambios significativos. Apenas se restauraron algunos de los segmentos más deteriorados.
Como decíamos en el apartado anterior de esta publicación, los Ming fueron los que le dieron las impresionantes dimensiones actuales de la gran muralla. Hasta la llegada de esta dinastía, que se mantuvo en el poder del siglo XIV al XVII, las referencias a la gran muralla habían sido escasas en las obras escritas chinas. Fue citada por grandes historiadores como Sima Qian y Ban Gu, aunque superficialmente. Ello indicaría que se trató hasta entonces de una línea defensiva sin excesiva importancia y cuya utilidad había decrecido con el paso del tiempo. Bajo los Ming, en cambio, la gran muralla recobró el peso perdido durante los siglos previos. Se la restauró siguiendo los antiguos fundamentos y se la preservó en buen estado a lo largo de sus miles y miles de kilómetros.
En cuanto a las técnicas de construcción utilizadas, fueron variando a lo largo de las dinastías. Para todas ellas, tuvo que usarse mano de obra esclava, lo que no era precisamente muy popular entre la gente común. En todas las etapas históricas de la muralla, se usó como base principal la técnica creada por la dinastía Qin: la tierra apisonada, solo que a medida que pasaban los siglos, fueron introduciendo más recursos constructivos.
El proceso de construcción podemos resumirlo en tres etapas:
- Primera etapa. La mayor parte de la muralla de la dinastía Qin fue elaborada con la técnica de tierra compactada o apisonada por capas. Estas capas las armaban usando un encofrado de madera que se rellenaba con tierra, y se le añadía agua para compactarla. Era necesario tener el cuidado de quitar de la tierra cualquier semilla o brote que pudiera crecer entre la tierra húmeda y dañar la estructura por dentro. Una vez completada una capa, se retiraba el encofrado, se subía el nivel y se repetía el proceso para añadir otra capa.
- Segunda etapa. En la dinastía Han comenzó a usarse grava arenosa, ramas de sauce rojo y agua. Seguían el mismo principio básico: un enconfrado de madera permitía verter grava en él y regarlo con agua para lograr un efecto macizo. Una vez que la grava se compactaba, se ponía una capa de ramas de sauce seco, lo que facilitaba la adherencia por capas y hacía al muro más resistente.
- Tercera etapa. La muralla de la dinastía Ming se caracterizó por el perfeccionamiento técnico, gracias al desarrollo de las tecnologías de construcción en la Edad Media. Ya no se limitaba a tierra o grava apisonada. Ahora, la tierra o la grava eran protegidas por un sistema de paramentos de roca o ladrillo (caras o superficies exteriores). Las piezas de los paramentos se fijaban usando un tipo de mortero casi indestructible, hecho con harina de arroz, cal y tierra.
La nueva técnica permitió mejorar la eficacia constructiva en las pendientes montañosas. Según los expertos, algunos tramos están construidos sobre pendientes de casi 45º de inclinación, y no por ello son menos estables. Para hacerlo, escalonaron las pendientes, rellenaron los escalones con ladrillos paralelos al suelo, y estos los remataron con otra capa de ladrillos imitando la pendiente. El mortero sería la pieza clave.
Las murallas de la época Ming no solo tenían puertas de acceso, fuertes y torres. También tenían un sistema de armas de fuego para repeler los ataques enemigos. Tras crear la pólvora, los Ming desarrollaron cañones, granadas y minas.
Esta sección de la Gran Muralla está dotada también de un sistema de drenaje de las aguas que evita su acumulación. Asimismo, la muralla Ming fue también objeto de una rica ornamentación en algunos tramos, que funcionaba como signos de riqueza y poder.
La altura promedio de la muralla china es de unos 7 metros, llegando a los 10 en algunos lugares, mientras que en las torres pueden alcanzar los 12 o 15 metros.
Por otro lado, en la muralla china encontramos los siguientes elementos: muros con almenas y aspilleras, torres de vigilancia (se han cuantificado en cerca de 24.000), cuarteles, puertas o pasos, escaleras, etc.
Para la defensa, las torres, que permitían divisar el ataque enemigo a tiempo, contaban con un sistema de comunicación para alertar a las tropas, consistente en señales de humo y banderas, para el día, y en señales de luz, para la noche.
Estas torres podrían acoger hasta 30 o 50 soldados, según el caso.
En lo que respecta a las puertas o pasos de acceso, estos se encontraban en puntos estratégicos, destinados en su tiempo a facilitar el comercio. Estas puertas —que en chino se llaman guan (关)—, creaban una vida comercial muy activa alrededor, ya que se daban cita exportadores e importadores de todas partes.
La muralla tiene de 3 puertas principales:
- El Paso Juyong, también llamado paso del norte, fortaleza cercana a la capital Pekín. Ya existía una muralla y una puerta por la época de los Reinos Combatientes, pero fueron los Ming quienes construyeron la puerta actual. Esta puerta conectaba el interior de China con el exterior de sus fronteras, por lo que separaba al mundo civilizado de los bárbaros.
- El Paso Jiayu, o paso del oeste, situado cerca de la ciudad de Jiayuguan, en la provincia de Gansu. Es la más antigua y se conserva muy bien, fue construida para defenderse de la posible invasión del turco Tamerlán, pero esta no ocurrió finalmente.
- Paso Shanhai, o paso del este, situado en la parte más oriental de la muralla, atravesando las montañas Yan y llegando al mar Amarillo por la bahía de Bohai. Se empezó a construir en la dinastía Ming, para defenderse de los mongoles y manchúes y se convirtió en la puerta más fortificada de toda la gran muralla.
Respecto a las almenas, recordemos que son bloques de piedra que rematan una muralla y están separados por un espacio, en el cual se pueden ubicar los cañones para la defensa.
Por su parte, las aspilleras o ballesteras son vanos abiertos en el corazón de los muros y lo atraviesan totalmente. Con frecuencia se encuentran debajo de las almenas. Las aspilleras tienen por función permitir el uso de ballestas u otras armas de largo alcance, mientras se protege al soldado.
Datos Curiosos y Anécdotas
La gran muralla china es mucho más que una muralla. Es un testamento a la ingeniería, la perseverancia y la grandeza del pueblo chino.
Sobre ella encontramos un gran número de datos curiosos, anécdotas, mitos y leyendas, seguidamente enumeramos algunos de ellos:
Se suele afirmar que la gran muralla china es visible desde el espacio, pero aunque la muralla es larga, su anchura no es suficiente para ser claramente visible a simple vista desde la órbita terrestre baja sin ayuda.
Se dice que la muralla contiene varias trampas y trucos defensivos ocultos, diseñados para confundir y atrapar a los invasores. En algunas secciones se han encontrado inscripciones antiguas y marcas misteriosas. Corresponden a idiomas o códigos que no se comprenden completamente.
La gran muralla china solo fue conocida por el mundo occidental hasta el siglo XVII. Quien dio noticia al resto del mundo sobre su existencia fue el jesuita portugués Bento de Góis.
Otro mito muy extendido es que la muralla es el cementerio más grande del mundo. Esto proviene por las fuentes chinas que afirman que en la construcción de la muralla murieron muchas personas debido a las duras condiciones.
Otra falacia sobre la muralla es la afirmación de que fue una de las siete maravillas del mundo antiguo, algo claramente erróneo; las siete maravillas del mundo antiguo estaban ubicadas en la región mediterránea de Grecia, Egipto y Turquía. Sin embargo, la Gran Muralla se encuentra entre las elegidas como una de las siete maravillas del mundo moderno por la Fundación New 7 Wonders en 2007 d.C.
Una de las leyendas más conocidas es la del “lamento de Meng Jiangnü”, que nos cuenta que una mujer, cuyo esposo fue forzado a trabajar en la construcción de la muralla, al enterarse del fallecimiento de éste, con su llanto hizo que una sección de la muralla se derrumbara, revelando los restos de su amado. El emperador quiso compensarla, pero ella, finalmente, se arrojó al mar.
Otra de las leyendas cuenta que el primer emperador de China, Qin Shi Huang, pidió ayuda a un dragón para realizar la construcción. El dragón voló sobre las montañas y valles, trazando el curso que la muralla debía seguir. Los constructores siguieron la ruta marcada por el dragón para erigir el monumento.
Conclusiones
Uno de los mayores misterios que rodea la construcción de la Gran Muralla China es cómo se logró levantar una estructura tan monumental y extensa con las limitadas herramientas y tecnologías disponibles en la antigüedad.
Se estiman que en su construcción fallecieron más de 400.000 hombres, para algunos autores, la mayoría fueron esclavos.
Pero, más allá de su función militar, la gran muralla sirvió como canal para el intercambio cultural. A lo largo de la Ruta de la Seda se desarrollaron bulliciosas rutas comerciales que traían no sólo bienes, sino también ideas, religiones y tecnologías. Las torres de vigilancia a lo largo de la muralla actuaron como puestos de avanzada culturales, lugares donde mundos diferentes se encontraban y se mezclaban, dejando una marca indeleble en el rico tapiz de la cultura china.
Aunque a lo largo de los años se realizaron esfuerzos para mantener la estructura, actualmente, según historiadores y conservacionistas que monitorean el sitio, solo quedan alrededor de 372 km de la muralla en condiciones estables.
Hoy en día, la gran muralla china es una de las atracciones turísticas más populares del mundo. Caminar por la gran muralla es como cruzar un puente en el tiempo. Cada ladrillo y piedra contiene los ecos de antiguas batallas, los susurros de los comerciantes y los pasos de generaciones. El muro es el testigo silencioso del fluir y reflujo de la historia, un centinela que guarda el espíritu de una nación.
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Referencias
Mark, E. (2015, agosto 22). La Gran Muralla china [Great Wall of China. (R. Castillo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13954/la-gran-muralla-china/
Artículo en nº 457 de la revista Historia y Vida.
https://www.artehistoria.com/obras/gran-muralla-china
https://www.culturagenial.com/es/la-muralla-china/
https: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13954/la-gran-muralla-china/
//www.significados.com/la-muralla-china/