Tal y como nos cuenta la Asociación Astures y Romanos, de Astorga, en su web asturesyromanos.com, el último fin de semana del mes de julio, con la “Fiesta de Astures y Romanos”, esta bella localidad celebra todos los años los tiempos en los que esta localidad era la ciudad romana Astúrica Augusta.
Se trata de una vuelta al pasado, cuidada y entusiasta, que ha sido reconocida a nivel nacional con la inclusión en la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas.
Asturica Augusta, como asentamiento romano fue primero campamento de la legión X Gémina, y después recibió el título de capital del convento Asturicense, ubicado dentro de la provincia romana Tarraconense. Nombrada “Urbs magnífica” por Plinio el Viejo fue una ciudad de gran importancia debido a los yacimientos de oro próximos y por ser cruce de importantes vías (como la conocidísima “Vía de la plata”).
En 1986 Astorga cumplía 2000 años desde su fundación. Una de las actividades que se realizaron para celebrarlo, fue el primer circo romano, que se siguió celebrando año tras año durante las fiestas patronales, hasta que en el año 2000 se crean las primeras tribus de Astures para participar en la fiesta. Este sería el germen que daría paso en 2004, a la creación de una asociación de recreación histórica, encargada de realizar las fiestas anuales de Astures y Romanos.
Desligando el evento de las fiestas patronales e instalando el campamento Astur y Romano en 2005, la fiesta conoce el formato actual y comienzan a realizarse los diferentes actos y actividades a lo largo del último fin de semana de Julio.

El César “local”
Nosotros, este año, el 2018, nos acercamos por primera vez durante las rechas de celebración de la Fiesta, y tenemos que decir que nos sorprendió gratamente. Obviamente el marco de la villa es ideal para acoger este evento, en el que destacaríamos especialmente los espectaculares campamentos de Astures y romanos. También había un buen número de público caracterizado, más o menos, al estilo de la época de la ocupación romana, pero creemos que todavía puede mejorar mucho en este aspecto, proponiendo actividades que favorezcan dicha caracterización. El mercado que acogía a los diferentes artesanos y comerciantes, era acogedor pero con muy pocos puestos, aunque todos de muy buena calidad. Desfiles, música, atracciones y un circo, son algunas de las actividades que llenan de alegría y colorido estas jornadas. Respecto al circo, y seguramente por las altas expectativas que llevábamos, tenemos que decir que nos decepcionó. Creemos que se trata de una excelente iniciativa pero no adecuadamente gestionada, colas de dos horas bajo un sol ardiente para recoger las entradas y acceder a la plaza de toros; hora de inicio a pleno sol, con lo fácil que sería hacerlo al atardecer, incrementando la ambientación con antorchas. Además, el contenido, nos pareció que estaba mal dirigido por los locutores /presentadores, y era algo “simplón”. Mejorando algunas de las actividades, dotando de ritmo las intervenciones, con un buen locutor, y el excelente ánimo de los intervinientes y del público, podría ser un grandioso espectáculo.
Por contra, nos pareció espectacular, de una enorme calidad los guiones y las actuaciones en “La noche de los druidas”. Realmente impresionante. Pareciera que estuviéramos realmente en una de esas veladas, ya que el nivel de los actores y su puesta en escena, al ritmo de un excelente guion, nos mantuvo totalmente encandilados.
Múltiples actividades para todas las edades completan adecuadamente los días de esta atractiva Fiesta de Recreación Histórica, que en la edición 2018, centró los días principales entre el 26 y el 29 de julio, si bien había un bueno número de actos y actividades que venían ejecutándose ya desde el domingo 22.
En resumen, una atractiva e interesante cita, sobre la que en próximas entradas os contaremos más cosas.