Siguiendo una de nuestras líneas temáticas dentro de este blog, la que se dedica a indagar sobre los orígenes de muchas de las infraestructuras, construcciones, y descubrimientos, producidos a lo largo de la historia, hoy vamos a abordar “El origen de los Lazaretos”.
¿Qué son los Lazaretos?
Los lazaretos son hospitales o edificios donde se aislaban y trataban a todos aquellos enfermos que padecían enfermedades contagiosas, fundamentalmente la lepra o la tuberculosis.
Su origen etimológico deviene del italiano lazareto y se remonta a la época en que los guerreros luchaban en Palestina por recuperar la Tierra Santa allá por el siglo XII. Llegados muchos de estos aguerridos soldados enfermos de lepra, crearon una orden religiosa-militar bajo la advocación de San Lázaro siéndoles concedida una casa a las afueras de París para cuidado de los enfermos a la que llamaron lazareto.
¿Cuándo aparecen los Lazaretos?
El nacimiento de los lazaretos está directamente relacionado con las grandes epidemias surgidas en la Edad Media.
La peste encuentra su origen en el resurgimiento urbano europeo y su expansión tuvo lugar a través de las rutas comerciales. El desequilibrio entre el desarrollo demográfico y las medidas de salud pública dieron lugar a una rápida propagación de las enfermedades contagiosas. Recordemos que la peste negra que asoló Europa durante el siglo XIV ocasionó más de 25 millones de muertos (1/3 parte de la población).
Otras enfermedades contagiosas que han asolado Europa han sido la fiebre amarilla, el cólera y la tuberculosis.
No olvidemos que España y Portugal dominaron los mares durante los siglos XV y XVI. Para ello disponían de una flota marítima preparada para afrontar grandes trayectos.
Las vías abiertas hacia América, hacia Oriente en busca de las especias o el flujo de los esclavos desde África, entre otros, trajeron consigo no sólo los descubrimientos de nuevas tierras sino también la transmisión de nuevas enfermedades que se extendieron con rapidez en los pueblos de los conquistadores.
La fiebre amarilla procedente de África o el cólera procedentes de Asia llegaron a Europa de la mano de las nuevas conquistas y del comercio marítimo.
La fiebre amarilla fue importada del oeste de África y extendida hacia el continente americano a través del comercio de esclavos. Desde América arribó a Europa apareciendo en Cádiz en torno al 1730. No obstante, fue en el siglo XIX cuando atacó los países templados de Europa de una forma constante.
Pero, sin duda, la enfermedad más terrible del siglo XIX fue el cólera procedente de la India. Las pocas condiciones higiénicas de las ciudades europeas fueron un caldo de cultivo para la extensión de esta enfermedad.
Las epidemias no sólo se transmitían a las zonas urbanas que carecían de un mínimo de salubridad, sino que se extendió a las zonas rurales a través de las ferias y mercados.
Con la aparición de las pestes y como lucha contra las mismas nace el sistema de cuarentena y los lazaretos. El miedo a los contagios y el hecho de que este no fuera inmediato, pudiendo ser un viajero portador de alguna enfermedad contagiosa sin saberlo, conformó la cuarentena como medida preventiva previa a la aparición de la enfermedad.
Pero la cuarentena consistía en el aislamiento durante un tiempo de la persona que podía transmitir una enfermedad contagiosa. Pero… el aislamiento debía hacerse en algún lugar concreto, es ahí donde surgen o resurgen los lazaretos.
Por tanto, los lazaretos surgen como respuesta a las epidemias que se propagaron y asolaron Europa a lo largo de los siglos, poniendo a la ciencia y a la humanidad en una situación de constante desafío a la hora de compatibilizar la supervivencia de la humanidad con el imparable tráfico de personas y mercancías.
Derivado de esta situación, surge la cuarentena y la necesidad de establecer espacios donde llevarla a cabo.
¿Dónde se encontraban los Lazaretos?
Cabe ahora preguntarse dónde se encontraban los lazaretos. Si estos eran edificios preexistentes que se dedicaban a estos fines o nuevas construcciones, o si era preciso buscar una tipología de la edificación para este fin, etc.
Pues vayamos por partes …
En primer lugar, para que el lazareto cumpliera su función, era preciso que su ubicación se ubicara en un lugar apartado de la ciudad.
Inicialmente se utilizaron edificios ya existentes como conventos, como el de Sant Francesc en Alicante con motivo de la fiebre amarilla en 1804.
Se hizo uso también de edificaciones extramuros en el camino de acceso a la ciudad. Estas casas podían ser privadas o ermitas campestres.
Se utilizaron igualmente construcciones existentes en el propio puerto, como la linterna del puerto de Barcelona.
El destino de los edificios enumerados como lazareto, fue resultado de la improvisación y la falta de previsión.
No obstante, existieron también edificios de nueva planta destinados a este fin. La mayoría de estas construcciones eran realizadas con materiales temporales pues se consideraba que iban a ser utilizados durante un breve período de tiempo en tanto en cuanto no desaparecía el objeto de su construcción. Este sentimiento de provisionalidad se acompañaba, a veces, de la falta de recursos de las localidades.
Las barracas de Barcelona, las construcciones de tablas en la playa del Puntal en Cádiz o en Baleares contribuyeron en mejores o peores circunstancias a evitar la expansión de las distintas epidemias.
Es en Venecia donde se empiezan a construir los lazaretos de obra siguiendo unas pautas de ventilación y distribución cuyo modelo se va extendiendo por las islas jónicas y Francia, Italia, Malta, Mahón etc.
El lazareto de la isla de Mahón, de clara influencia del modelo francés, fue instado por Floridablanca bajo el reinado de Carlos III.
Entró en funcionamiento en 1817 y se planteó con la idea de servir a todo el Estado. Es el primer exponente de los lazaretos pabellonarios que se caracterizaban por la construcción de pabellones separados en función de los diferentes tipos de enfermos y distintos servicios de hospital, la circulación del aire puro y de los flujos internos del hospital.
En lo que respecta a Galicia, en 1838 se aprobó la construcción de un lazareto de primer orden en las islas de San Simón y San Antonio, en la ría de Vigo, que fue puesto en funcionamiento en 1842. A través de este puerto había entrado el cólera en España en 1833. En esta estación, y en la de Mahón, debían cumplir la cuarentena los barcos arribados desde las Antillas al Golfo de México.
Podéis encontrar más información en nuestros post: https://recreacionhistoria.com/gl/a-llegada-del-colera-a-a-coruna/
Y https://recreacionhistoria.com/san-simon-las-islas-misteriosas/
Lazareto en A Coruña
En el occidente gallego, A Coruña contaba en el siglo XIX con un importante puerto de entrada de mercancías. Su privilegiada situación la convertía en puerta de entrada de productos como cereales, carbón, madera vino, etc., por otra parte, el comercio marítimo con América era una de las principales fuentes de riqueza en la ciudad, no olvidemos que el puerto herculino funcionaba como base de correo marítimo.
La construcción del lazareto coruñés se llevó en la ubicación del antiguo castillo de Oza, situado en una zona privilegiada de resguardo en la bahía coruñesa. Estuvo activo entre 1889 y 1903 dedicándose al tratamiento y observación de aquellas personas que llegaban a puerto de la ciudad bajo la sospecha de estar infectadas por cólera o fiebre amarilla.
Sin embargo, anteriormente el lazareto paso por distintos lugares provisionales previos siendo objeto de debate su ubicación final.
A Coruña sufre un grave episodio de cólera en el año 1854. En ese momento las autoridades municipales, superadas por la situación confinan barrios enteros, permitieron la apertura de hospitales provisionales para atender a los enfermos y acuden a la intercesión divina sacando a la Virgen de los Dolores en procesión.
Esta situación incide en la necesidad de construir un lazareto. No olvidemos que el cólera que asoló la ciudad tuvo su origen, presumiblemente, en la llegada del barco Isabel la Católica procedente de La Habana.
Se considera entonces la posibilidad de su construcción en la zona de A Palloza y en el Castillo de San Diego llegando finalmente a la conclusión que la mejor ubicación es el castillo de Oza.
Tras solicitar al Ministerio de Guerra a la concesión del Castillo, se funda la sociedad anónima lazareto de La Coruña de la que formaban parte, posiblemente, comerciantes y empresarios coruñeses, representantes de la administración pública, médicos y especialistas sanitarios y navieras y compañías de transporte marítimo. Esta sociedad tiene como objetivo buscar capital para la construcción del lazareto y lidera su construcción.
Los distintos pabellones construidos como albergue de cuarentena y tratamiento de epidemias se han ido transformando a lo largo del tiempo.
Aquella arquitectura para epidemias con sus distintos pabellones construidos como albergue de cuarentena y tratamiento no se conserva, ya que desde 1910 fue transformándose para albergar un sanatorio marítimo hasta convertirse en instalaciones del Servizo Galego de Saúde y de la Universidade da Coruña. Pero esto, es objeto de otra historia.
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