Entre los acontecimientos que se repiten año tras año durante la época navideña en buena parte del mundo cristiano, hay uno que destaca por el halo de magia con que finaliza esta festividad para toda la familia, especialmente los más pequeños, que viven uno de los días más ilusionantes del año.. Nos referimos a la celebración del día de los Reyes Magos, en la noche del día 5 al 6 de enero.
Se trata de una efemérides muy importante en la tradición hispana y latina. Con esta publicación vamos a intentar recuperar algo sobre el origen de los Reyes Magos y la celebración que tiene lugar en los primeros días de enero de cada año.
Empecemos conociendo un poco sobre el origen de los Reyes Magos
Según Herodoto, los magos eran originalmente una tribu meda que se convirtió en casta sacerdotal de los persas. Practicaban adivinación, medicina y astrología. Fue hasta el siglo III que se estableció que esos personajes en particular podrían ser reyes, ya que durante los tres primeros siglos tras el nacimiento de Jesús, se deducía tan solo que eran personas pudientes por la forma en los que los representaban las iconografías y los regalos que portaban, oro, incienso y mirra, que tienen también un gran significado simbólico.
Hay algún autor, desconocemos con que base histórica, que manifiesta que los Reyes eran de la India, Persia y Caldea (actual Irán e Irak). Increíblemente, iniciaron su viaje por separado y se juntaron en Jerusalén. Una vez juntos, fueron hasta Belén. A partir de ahí ya no se separaron, incluso murieron al mismo tiempo y fueron enterrados en la India. Sus restos fueron depositados en un relicario. Éste fue trasladado desde la India a Constantinopla y después a Milán, para terminar en Colonia (Alemania), donde se encuentran hoy en día. Se dice que el relicario fue abierto y, en él, se hallaban los tres esqueletos. Lo más sorprendente es que las calaveras corresponden a un joven, a un adulto y a un anciano.
La primera vez que se nombra a unos “magos” es en el Evangelio de San Mateo (Capítulo 2, Versículos 1 a 12), aunque no aparecen nombres, tampoco dice que fueran reyes ni que, tal y como ha transcendido en la historia, fueran tres. El escaso fragmento dice:
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. […] Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén […] Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; […] Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”
Atendiendo nuevamente a los Evangelios, descubrimos gracias al sabio Salomón (concretamente en Salmo 72, 20), que los Reyes Magos venían de Tarsis, Seba y Sabá. Por lo que parece que en un primer momento sólo eran Magos, y para llegar a ser reyes tuvieron que pagar algunos impuestos en Sabá (“Los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes de Sabá y de Seba pagarán impuestos”).
Como decíamos anteriormente, el Evangelio cuenta que unos magos fueron guiados desde oriente hasta un establo en Belén por una estrella, con motivo de adorar al rey de los judíos, Jesús, que acababa de nacer. Los evangelios ofrecen muy pocos datos sobre los Reyes Magos; en realidad, la historia sobre los “Magos de Oriente” aparece bien definida en los Evangelios Apócrifos, muy ricos en descripciones sobre estos personajes. En ellos, el término “mago” se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo, un sabio que puede, a través de la lectura de las estrellas, predecir acontecimientos.
Al enterarse de esta noticia, Herodes el Grande, que por esa época era el rey de Judea, los mandó llamar para interrogarlos, y les hizo prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también. Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José. Tras postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este sólo quería acabar con la vida del niño.
Tras ofrecerle sus obsequios, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este sólo quería acabar con la vida del niño. Y es que Herodes el Grande, que por esa época era el rey de Judea, les hizo prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también.
En las pinturas de las catacumbas de Santa Priscila, desde comienzos del siglo II, los representaban solo como nobles persas.
Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia, en el siglo III creyó ver una mención a los tres Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento, que dice lo siguiente: “Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”. El hecho de que fueran tres se vincula tanto a la Santísima Trinidad como al número de regalos que estos personajes llevaron al niño Jesús.
Al parecer, la imagen de los Reyes Magos se tuvo en cuenta en las Iglesias de Oriente. En el siglo III aparece en Egipto y, para el siglo IV, se ha extendido a Siria y a Jerusalén. Es posible que en un principio sirviese para celebrar la manifestación del Señor a la Humanidad. Simplificando: recordar que ha nacido Jesús a través de acontecimientos como la adoración de los Reyes Magos. Es en este siglo cuando pasan a denominarse “reyes”, de la mano de Tertuliano .
Sería en el siglo VI cuando los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en un mosaico en la basílica de San Apolinar el Nuevo, en la ciudad italiana de Ravena. Sin embargo, estos títulos no fueron aceptados hasta que se incluyeron en la obra “Pontificalis Ecclesiae Ravennatis”, del historiador Agnello.
Pasaron los años, y tenemos que llegar hasta la Edad Media para encontrar las primeras referencias a los nombres con los que hoy se conoce a los tres Reyes Magos de Oriente. Durante este período histórico es cuando se les da nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar (Melchior, Gathaspa y Bithisarea), llegando incluso a ser venerados como santos. Nombres que supuestamente equivalen en griego a “Appellicon”, “Amerín” y “Damascón” y en hebreo a “Magalath”, “Galgalath” y “Serakin”. Con el andar de los años, los tres reyes se representarían encarnando sus diferentes orígenes: Melchor a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos. Además, los tres hacen referencia a las edades del ser humano: juventud (Gaspar), madurez (Baltasar) y vejez (Melchor).
Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.
En todo caso la escena de los magos adorando al niño Jesús se convirtió en uno de los temas más repetidos en el arte de los bajosrrelieves,miniaturas y vitrales. Para ampliar información consultar nuestros post: La Adoración de los Reyes Magos en el arte románico hispano y en Representación de la Epifanía en el arte del Camino de Santiago
En el caso de España, en la Biblioteca Nacional se guardan varios textos e imágenes e torno a esta historia (o leyenda) que perduraba desde siglos atrás. Así, por ejemplo, dispone de una obra de la literatura española del siglo XII, el llamado Auto de los Reyes Magos, importante entre otras cosas, por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En esta obra aparecen los reyes con sus nombres, pero lo hacen como reyes ni magos, sino como astrólogos, tal y como los describen los Evangelios Apócrifos.
Aunque el esplendor de adoración a los Reyes Magos llegó durante el Renacimiento. Durante esta época se asentaron en la historia las bases de cómo podrían haber sido las figuras de los reyes, sus atuendos y su forma de llegar el día 6 de enero por la noche.
Autores como Gozzoli, Fra Angelico, Massaccio,o Botticelli en Italia; El Bosco , Van der Weyden, Memlling o Rubens en Flandes; o Velázquez y el Greco en España, representaron a los Reyes Magos en algunas de sus obras, siendo la imagen idéntica en cada una de las representaciones: tres reyes con trajes, acompañados de su exótico séquito, arrodillados en un humilde establo en Belén, para entregar los presentes al Niño recién nacido.
Según la tradición, los restos de Melchor, Gaspar y Baltasar reposan en la catedral de Colonia desde el año 1.164 y fueron donados por el emperador Federico Barbarroja. Al parecer fue la madre del emperador Constantino quien rescató sus reliquias en la ciudad de Saba, los trasladaron a Estambul y después a Milán hasta el siglo XII, cuando el emperador alemán dio con ellos en el saqueo del norte de Italia.
¿Por qué se entregan regalos?
Los magos al encontrar a Jesús le hicieron entrega de tres regalos:
- oro: metal precioso que simboliza el poder, la realeza y que según la tradición cristiana fue utilizado por María y José para escapar de la persecución de Herodes.
- incienso: es un tipo de resina, era un producto muy requerido comercialmente en esa época, en la antigüedad era usado para hacer perfumes, aceites y también para ritos mágicos y religiosos. Este regalo simbolizaba a Jesús como un sacerdote.
- mirra: es una especie de resina y tenía uso medicinal. En Jesús representaba su poder sanador.
Muchos pueden relacionar las ofrendas de oro, incienso y mirra como la razón por la cual e entregan regalos el Día de Reyes, pero lo cierto es que no viene por ahí. El 6 de enero está también la celebración católica de la epifanía. Una festividad que, en griego, significa “manifestación” y que se relaciona, en este caso, con el Niño Jesús, nacido el 25 de diciembre. Lo que se celebraría realmente, sería la manifestación de Jesús al mundo pagano. Y se hace a través de la adoración de los Reyes Magos ante el Mesías. Que se haya elegido el 6 de enero para esta celebración viene por influencia de diversas fiestas paganas Curiosamente, también se celebran este día, como ocurre con la Navidad y el Solsticio de Invierno.
El 5 de enero es una noche en la que los corazones infantiles palpitan aceleradamente y cuando cierran los ojos sueñan con ilusión que los Reyes Magos de Oriente les traigan los regalos ansiados. Esperan que la carta que enviaron hace tanto tiempo con el encabezamiento “Queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar” llegue a su destinatario sin problemas. Es tanta la emoción y el nerviosismo de los más pequeños que, en el silencio de la noche, de tanto pensar en ellos, les parece oír el sonido de sus pasos y el roce de sus túnicas de seda por los pasillos.
El día de Reyes en la actualidad
En la actualidad, la festividad de los Reyes Magos se vive de diferente forma según las regiones. En el caso español, por ejemplo, se acostumbra realizar la Cabalgata del día 5 de enero, en la que se asemeja el recorrido de aquella noche en Belén, y es una antesala de lo que ocurrirá durante la noche, los tres Reyes Magos desfilan en maravillosas carrozas, acompañados por sus séquitos. Los magos reparte caramelos y los pajes de cada rey recogen las cartas de los niños más rezagados.
Para la cena de este día, o el almuerzo del día siguiente, no puede faltar un elemento especial, se trata de Roscón, un pan o bollo, en forma de rosca adornado con fruta escarchada y, aunque originalmente se preparaba con mazapán, actualmente existen diversas variedades pudiendo rellenarse de crema, nata, chocolate… Sobre el roscón, se dispone una corona de rey mago que coronará al afortunado que encuentre la figurita escondida en su interior. Por contra, a quién descubra el haba no le quedará más remedio que pagar el precio del dulce. Podéis ampliar información sobre el origen del roscón de reyes en nuestro post: El origen del Roscón de Reyes
En esa noche, los niños y los no tan niños, se acuestan esperando encontrar sus regalos la mañana siguiente, o bien junto a su zapato o bajo el árbol de Navidad. Esto tiene su origen en una curiosa leyenda: dos amigos del niño Jesús, apenados de verle siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos; pero como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, y para que tuvieran mejor aspecto, los generosos niños se esforzaron en limpiarlos al máximo, así que los lavaron y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran. Al día siguiente, milagrosamente los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces como premio a su buen corazón. Los Reyes Magos habían pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos niños.
También dejan galletas o algo de comida como premio para los camellos que transportan sus juguetes. Previamente en el mes de diciembre, les escribieron una carta a los Reyes Magos donde pidieron sus deseos.
Tampoco se debe olvidar dejar agua y pan, galletas u otra comida para los camellos que vienen cansados tras transportar los regalos; también una copita de licor o un vaso de leche y turrones para que los ocupados Reyes recuperen fuerzas. Pero no todos los niños recibirán un regalo por su buen comportamiento. Está establecido que los Reyes dejarán un trozo de carbón a todos los niños que se hayan portado mal durante el año (en la actualidad se deja al niño travieso un trozo de azúcar que imita al carbón).
Puesto que se trata de una fiesta europea, algunos países de dicho continente la celebran con sus variantes; por ejemplo, en Francia cambia el bizcocho y se trata más bien de una tarta que de una rosca. En algunos países de Latinoamérica, los niños recolectan pasto para los camellos que acompañan a los Reyes Magos; mientras que en otros acostumbra limpiar los zapatos muy bien para colocar sus cartas con peticiones.
¿Cómo se celebra esta festividad en diferentes lugares del mundo?
En España, Alemania (en Baviera, Baden-Württemberg y Sajonia-Anhalt como festivo oficial) y en algunos países de Latinoamérica, existe la costumbre de hacer regalos a los niños y adultos la noche del día 5 de enero. El día también es festivo en toda Austria, Italia, Suecia, Finlandia, Croacia, Liechtenstein, Eslovaquia y en partes de Suiza (Schwyz, Tessin, Uri y algunas comunidades del cantón Graubünden).
La Cabalgata más antigua de España se celebra en Alcoy .Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía un haba o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España al típico Roscón de Reyes del que ya os hablamos en párrafos anteriores.
Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad. Esta costumbre también se ha extendido a países de América Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último día de celebración navideña.
Sin ánimo de ser exhaustivos y solo a fin de ilustrar pinceladas de las diferentes formas en que se celebra este día, podemos decir que:
En Francia, es tradición el consumo del famoso “Galette de Rois”, un pastel hojaldrado con forma redonda al que se le pone encima una corona de papel. La costumbre manda que el más joven del grupo que se reúna a comer el dulce, se debe colocar debajo de la mesa mientras el mayor corta a partes iguales el pastel en el que se ha escondido la figura. Una vez hecho esto, el benjamín elegirá a ciegas que porción come cada uno. Quien reciba el trozo de galette con la sorpresa obtiene el derecho a colocarse la corona y convertirse así en rey por un día. Pero ¡no es oro todo lo que reluce! El afortunado será el que deba convidar al próximo galette.
En Italia no son los Reyes Magos los encargados de entregarle regalos a los niños: es la Befana, una bruja que viaja sobre una escoba y que durante la noche del 5 y el 6 de enero lleva los regalos a los hogares. Dulces para los buenos y carbón para los que se han portado mal.
Cuenta la leyenda que los Reyes Magos en su viaje a Belén le pidieron ayuda a una anciana (la Befana) para que les indicase el camino correcto y les acompañase hasta el portal. Ella les dio comida y refugio pero se negó a ir con ellos a pesar de su insistencia. Arrepentida de su mala decisión, la Befana preparó un cesto con dulces y salió en su búsqueda, pero le fue imposible encontrarlos. A lo largo del viaje fue obsequiando con chucherías a todos los niños que encontraba por el camino con la esperanza de que alguno de ellos fuese el pequeño Jesús.
Según manda la tradición, la noche del 5 de enero los niños ponen calcetines colgando en el cuarto y algo de comida para la anciana. Al día siguiente los calcetines aparecen llenos de regalos y dulces si han sido buenos o de carbón si se han portado mal. En muchos casos, también se le deja algo a la Befana, como dulces o un chupito de licor.
En Portugal, en épocas pasadas se celebraba la última comida de Navidad y se cantaban los tradicionales canta as janeiras, una especie de villancicos formados por coplas populares con letras alusivas a la Navidad. Además, los Reyes Magos no se relacionan con la entrega de regalos, como sí ocurre en España.
Una tradición que perdura en algunas casas lusas es comer bacalao con papas y el bolo Rei o pastel-rey, muy similar al roscón de reyes, pero más denso y duro. El dulce se encuentra preparado con pasas, frutos secos y frutas confitadas.
En Alemania, a pesar de ser un día poco celebrado, el 6 de enero cuanta con mucha tradición en Alemania. El Día de los Reyes Magos más conocido como Dreikönigstag sólo se celebra en alguno de los estados federales y de forma muy diferente a España. Aunque si gira entorno a ellos, no es un evento en el que los niños reciban regalos. Los más pequeños de la casa son los encargados de pedir a las familias a modo de acción benéfica para ayudar a otros niños desfavorecidos.
En algunas localidades van disfrazados de reyes, cantando villancicos y con una estrella en las manos. Son los conocidos como Sternsinger o Cantores de la Estrella.
En el caso de México, existen diversas formas de la tradición. Es cierto que hay algunas actividades estandarizadas, como comer la Rosca de Reyes, pero en las comunidades pequeñas y tradicionales pueden existir variantes. Es el caso del barrio de Los Reyes, Coyoacán; ubicado en el corazón de la capital del país, la población celebra a los míticos personajes con una mayordomía, un sistema en el que una familia cuida la imagen religiosa de los Reyes Magos durante todo el año y el día de la fiesta prepara la comida para todos los asistentes.
En el país de los tacos, se encuentra el segundo santuario más importante en honor de los Reyes Magos, ubicado en la ciudad de Tizimín, Yucatán. Es visitado por millares de personas durante las fiestas religiosas en su honor.
En México, la rosca de Reyes se suele comer la noche con chocolate caliente, café o atole. Esta rosca tiene en su interior varios muñecos pequeños de plástico los cuales representan al niño Jesús; aquella persona que en el momento de partir la rosca encuentra alguno de ellos, es encargado de hacer o invitar tamales y atole el 2 de febrero, día de la Candelaria.
En Guatemala, durante estas fechas las familias se reúnen para disfrutar de la rosca de Reyes. A diferencia de otros países, no se acostumbra a dejar obsequios o hacer una gran celebración.
En Puerto Rico se acostumbra que los niños recojan, normalmente en los parques, trozos de césped, material que deberán colocar luego, dentro de una caja de zapatos, debajo de su cama. La finalidad no es otra que servir como alimento para los camellos y significa el agradecimiento del receptor de los regalos por los presentes recibidos.
En Puerto Rico, el día de Reyes suele tener un carácter muy religioso, con la celebración de las Promesas a los Reyes, donde se cantan rosarios en honor a los Tres Reyes Magos. Además, existe una gran devoción hacia los Reyes Magos que son vistos como figuras santas a los que se les “manda promesas”.
En Perú, se celebra la conocida como Bajada de Reyes es costumbre en Perú desmontar los Belenes con una celebración en la que los vecinos hacen pequeñas donaciones de dinero mientras se van retirando figuras y adornos.
En Argentina, celebran la festividad de Reyes de una manera algo parecida a lo que hacen en México, ya que los niños suelen pedir sus regalos y esperar que los reyes magos se los traigan. Normalmente depositan sus cartas en sus zapatos. Antes los limpian y dejan perfectos para la ocasión. De esta manera los Reyes Magos pueden saber cuántos niños hay en la casa. También es habitual el consumo de un tipo de pan o bollo parecido al de Pascua.
En Uruguay oficialmente, los niños uruguayos no tienen Reyes Magos desde 1919, cuando el país pasó a tener uno de los pocos calendarios laicos del mundo después de separar la Iglesia del Estado dos años antes. Pero este 6 de enero por la mañana habrá miles de regalos en todas las casas y será un día festivo, aunque, eso sí, con el nombre de Día del Niño.
En Venezuela encontramos que no es un día especialmente festejado. En algunas localidades, como el pueblo de Galipán en la cima del cerro Ávila, en Caracas, se organizaban cabalgatas para obsequiar golosinas a los niños. La tradición es que los niños reciban un presente, pero es algo simbólico.
En Chile no se celebra el día de Reyes en especial, pero si encontramos una tradición muy arraigada (del siglo XVIII) por la cual se celebra la “Pascua de negros” en la que se adora al niño Jesús y se come el clásico roscón de Reyes. El origen de este nombre proviene de las colonias del sur de Chile en las que los esclavos negros y mestizos celebraban el nacimiento del hijo de Dios, que era un día de asueto en el que podían salir a las calles a bailar al ritmo de sus tambores. Esta fiesta también se suele celebrar en otros países como Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay.
En Ecuador, hay un elemento diferenciador, al menos desde el año 2016 y es el desfile denominado “Fiesta de Reyes en Romance Familiar”, que se celebra en Quito, el 6 de enero de cada año. En él participan personas vestidas con trajes tradicionales o disfraces, acompañados por grupos de danza y bandas musicales.
En la República Dominicana sigue siendo una fiesta de gran importancia, sobre todo para los más pequeños, quienes suelen recibir sus regalos durante esta fiesta, así como alguna cabalgata de Reyes en la capital, sin embargo, se ha perdido la costumbre de dejar presentes a los Reyes en la víspera de su llegada.
En Bolivia el elemento más importante no son los regalos, sino la fraternidad entre las familias. Es habitual que durante el día de Reyes las familias lleven sus belenes y nacimientos a misa para que sean bendecidos antes de guardarlos para el año siguiente. Tras esta costumbre, las familias se reúnen en la puerta de la iglesia para intercambiar figuras y adornos.
En Brasil, encontramos una de las costumbres más peculiares. Estamos hablando de la Folia de los Reyes Magos, una tradición muy popular y de las celebraciones más grandes del país. Grupos de hombres salen a pie, a caballo o en barco visitando casas y haciendas, cantando versos sobre los viajes que hicieron los tres reyes para ver al Niño Jesús.
Una de las Folias mayormente conocidas en el país es el que se celebra en Salvador – Bahía, un pueblo lleno de religiosidad. En esta localidad la celebración comienza con el desfile de los Reyes Magos realizados en distintas localidades de la ciudad. Cada grupo está uniformado y acompañado de instrumentos. Detrás de los personajes principales se encuentran otros danzando o cantando distintos versos. Durante este trayecto, los Reyes Magos se detienen en diferentes casas, donde adoran al Niño Jesús. A modo de agradecimiento, los propietarios ofrecen a los visitantes comida o algún donativo.
Si tenéis curiosidad en la parte histórica de otras tradiciones navideñas os animamos a leer nuestras publicaciones:
El origen medieval de los villancicos
Y por hoy es todo.
Referencias
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origen-tradicion-reyes-magos-y-regalos_15037
https://khronoshistoria.com/reyes-magos/
Los Reyes Magos en Sudamérica: un día muy especial | Howlanders
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