El día 15 de abril de 2019 pasará a la historia como un día nefasto en el que tuvo lugar la pérdida del maravilloso tejado de madera de Notre Dame, en el que cada listón estaba hecho de un árbol diferente de lo que fue un bosque entero del siglo XII. El calor hizo estallar las vidrieras y desplomarse la famosa aguja que señalaba al cielo, coronada por un gallo de metal dispuesto a cantar el día de la Resurrección. El mundo entero lamentó esta terrible pérdida producida por un gran incendio que duró más de 10 horas.
En honor a esta monumental obra, patrimonio de todos, hemos escrito hoy este post intentando hacer un brevísimo recorrido por su historia.
La catedral de Notre Dame se levanta sobre los restos de un lugar sagrado celta, un templo dedicado a Júpiter en la era romana y la primera iglesia cristiana de París – la basílica de Saint-Etienne- en el 528. La actual iglesia fue levantada sobre una previa de estilo románico.
La construcción de la actual Notre Dame de estilo gótico comenzó en el 1163 y duró hasta el siglo XIV siendo, por tanto, varios los maestros que participaron en su construcción. El factor tiempo es determinante para explicar las diferencias estilísticas presentes en el edificio.
No voy a describir la riqueza arquitectónica de este monumento enumerando sus portadas e interior, pero si el peso de esta obra en la historia. La catedral ha sido testigo directo a lo largo de la historia de los siguientes acontecimientos:
- Delante de su portada principal fue quemado vivo Jacques de Molay, último Gran Maestre de la Orden del Temple (1314)
- En su interior tuvo lugar la coronación de Enrique VI de Inglaterra (1429)
- Fue objeto de saqueo en la Revolución francesa, que llevó a la confusión de cortar la cabeza de las esculturas de los Reyes de bíblicos creyendo que eran Reyes franceses (1789)
- También se coronó Napoleón Bonaparte como emperador y su mujer Josefina de Beauharnais (1804)
- En ella se llevó a cabo la beatificación de Juana de Arco (1909)
Fue desacralizada en la Revolución, templo de la razón con Robespierre, sacralizada de nuevo por Napoleón, testigo de la fundición de 19 de sus 20 campanas destinadas a cañones, del fallecimiento de su organista mayor mientras tocaba una pieza…
Pero sin duda, la fama de Notre Dame se la debemos a Víctor Hugo. Escritor de corriente romántica en 1831 comienza a escribir su famosa novela Nuestra Señora de Paris como protesta contra el abandono, degradación y expolio de este majestuoso monumento.
La publicación de la obra y su adaptación al cine, en especial por los estudios Disney con El jorobado de Notre Dame, o transformada en comedia musical, llegó a todos los públicos, convirtiéndose en el símbolo de la cultura y la historia de Francia.
La obra de Victor Hugo consiguió su finalidad llamando la atención sobre el estado “inadmisible” del monumento. El movimiento de opinión condujo a la decisión de establecer un concurso en el que participaron varios arquitectos, entre ellos Viollet-le-Duc, cuyo proyecto de rehabilitación del monumento fue aceptado en 1844.
La catedral de Notre Dame, de estilo gótico ha sufrido varias modificaciones importantes derivadas del gusto de la época o bien de los acontecimientos históricos:
- A finales del siglo XVII fueron destruidos sepulcros y vidrieras para ser sustituidos por elementos más al gusto del estilo artístico de la época, el Barroco.
- En 1786 la aguja central original, en condiciones inestables por siglos de inclemencias del tiempo, hubo de ser desmontada.
- Tras estallar la Revolución francesa, el edificio fue desacralizado y pasó a ser propiedad del Estado, y en 1793 fueron destruidos más elementos de la catedral y muchos de sus tesoros robados, convirtiéndose Notre Dame en un almacén para alimentos.
- En 1802 Napoleón Bonaparte formalizó la devolución de Notre Dame a la Iglesia y la reanudación de su uso para el culto.
- Tras el éxito de Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo, se inicia un programa de restauración de la catedral en 1844, liderado por los arquitectos Eugène Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus, que duró veintitrés años.
Viollet-le-Duc, arquitecto del siglo XIX especializado en restauración e invención de conjuntos monumentales medievales fue un Victor Hugo de la arquitectura, un soñador desmesurado. Sus restauraciones buscaron, más que recuperar, mejorar el estado original del edificio. Su obra, ya criticada en su época, dio origen a la esplendorosa recuperación del edificio, pero conllevó la demolición de todo aquello que consideró no gótico, es decir, todos los elementos incorporados a la catedral en épocas posteriores como el Renacimiento y el Barroco. A él le debemos en Notre Dame: la aguja central (la que ha caído en el incendio) y el rosetón sur, la reconstrucción de las capillas interiores, la colocación de estatuas en la capilla de los Reyes, y su conocida Estirga, quimera que se representa burlona mirando París.
Cuidemos nuestro patrimonio, explican muchas cosas de lo que somos y como somos.