Nos acercamos hoy a la vida de un personaje histórico de primer nivel, por su relevancia y papel en la historia en tierras europeas. Vamos a saber algo más sobre Carlomagno, el emperador que forjó Europa.
Su papel como rey de los francos, a caballo entre los siglos VIII y IX tienen una especial relevancia por el impacto que sus políticas tuvieron en diversos ámbitos en la Europa medieval: la religión, la cultura, la organización política, etc. Fue el primer emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Contexto histórico
En el siglo VII, los territorios de Europa occidental se encontraban prácticamente sumidos en el caos, desde la caída de Roma, dos siglos antes (año 476).
Lo que quedó del Imperio romano occidental se fragmentó en distintos reinos godos, qué no obstante quisieron legitimar sus reinados adoptando una continuidad romana, para consolidar unos reinos cuya herencia son la base de la Europa cristiana que ha llegado hasta nuestros tiempos.
Para superar esta etapa, la Iglesia romana que a nivel continental fue la única institución que había conseguido perdurar, optó por buscar de nuevo la cohesión de estos reinos, aspirando a integrarlos bajo una única entidad política.
Sería entonces cuando los francos fueron consolidando su poder en las actuales Francia, Suiza y Alemania. La dinastía carolingia ascendió del rango de mayordomos de palacio al de emperadores, siendo el primero de ellos Carlos Martel, quien consolidó su poder tras la victoria sobre los musulmanes, en Poitiers en el año 732.
Biografía de Carlomagno
Hay muchas incertidumbres sobre los primeros años de vida de Carlomagno.
Nació el día 2 de abril del año 742 (hay diferentes teorías que fijarían el año entre los años 742 y 748), en Herstal, ciudad natal de su padre, hoy en la región de Valonia, provincia de Lieja, en Bélgica. Otros autores afirman que habría nacido en la ciudad alemana de Aquisgrán.
Su familia estaba formada por sus padres Pipino III (el breve) y Bertrada de Laon, y sus hermanos Carlomán, Gisela, Pipino, Berta, Rothaïde y Adelaida.
Pipino, el breve
Desde que era pequeño su madre le leyó las Sagradas Escrituras; su padre le enseñó a nadar, montar y cazar; mientras que su tío Bernardo lo entrenó en el uso de las armas de combate de los francos: la espada larga, la lanza de madera de fresno y el escudo puntiagudo de hierro.
Durante su vida, Carlomagno tuvo cinco esposas y seis concubinas, con las que tuvo 15 hijos (20 según algunas fuentes)
En la cultura alemana de tiempos de Carlomagno, existían dos tipos de uniones, la más firme era la eclesiástica, en la que el matrimonio recibía la bendición de Dios, pero también podían vivir en pareja gracias a una especie de concubinato legal, conocido como friedelehe. En estos casos, el hombre no se convertía en custodio legal de su mujer, se creaban por consenso entre ambas partes y podía disolverse por solicitud de uno de los contrayentes.
A pesar de sus éxitos militares y políticos, hubo una conquista que siempre se resistió a Carlomagno: el alfabeto. El hombre que había sido coronado emperador era iletrado y pasaba las noches intentando aprender a leer, algo que al parecer nunca llegó a hacer con fluidez. A pesar de ello, o puede que precisamente a causa de ello, se ocupó de promover la enseñanza y fundar escuelas en los monasterios y palacios, movilizando para ello a una gran cantidad de clérigos, que eran prácticamente los únicos que sabían leer.
Lo que conocemos de primera mano sobre la vida de Carlomagno es merced a la obra “Vita Karoli Magni” (Vida de Carlomagno), biografía escrita por el monje Eginardo, siguiendo el modelo de la obra de Suetonio “Vidas de los doce Césares”.
Eginardo describe a Carlomagno como un hombre de cuerpo ancho y robusto, de estatura eminente, rostro alegre con una figura que reflejaba gran autoridad y dignidad. Nos dice también que Carlomagno fue un hombre comedido en el comer y beber, era devoto, pero sin caer en el fanatismo, no vivía en la opulencia y vestía de manera sencilla.
Nos cuenta Eginardo que Carlomagno buscando el renacer urbanístico, artístico e intelectual de su reino, contrató a arquitectos, constructores y carpinteros que restauraron los antiguos monumentos del Imperio Romano y erigieron otros nuevos; tuvo una especial atención hacia Aquisgrán, su preferida entre las capitales del reino. También llamó a eruditos que conservaron y transmitieron el saber de la Antigüedad, iniciando la tradición medieval de los monjes copistas.
En el año 806 Carlomagno convocó una gran asamblea de nobles en la que estipuló la división del imperio entre sus hijos tras su muerte, en un intento por mantener unido su imperio. El hecho de fragmentar el imperio entre sus hijos, con el tiempo, daría origen al nacimiento de las casas reales de Francia y Alemania (y a cierta rivalidad entre ellas que atravesaría los tiempos y de la cual se encuentran ecos inclusive en las dos guerras mundiales del siglo XX).
Carlomagno accede al poder
La muerte de Pipino el Breve, en el año 768, puso el imperio en dos gobernantes, Carlomagno y Carlomán, haciendo funciones de virreinato. Carlomagno heredó los territorios occidentales de Aquitania, Neustria y Austrasia; mientras, su hermano menor, Carlomán, heredó la parte mediterránea con Septimania y Provenza y los territorios interiores de Borgoña, Alsacia y Suabia.
Pero el reino compartido no funcionó, aunque la tensión existente entre los hermanos no llegó a mayores por la firme intervención de la madre de ambos, Bertrada de Laon, merced a la cual se evitó lo que podría haber sido una guerra civil que habría provocado la desintegración del reino franco.
Pero, apenas tres años más tarde, de manera repentina se produce la muerte de Carlomán, lo que tuvo como consecuencia que Carlomagno se hiciese con el poder en solitario.
La primera campaña de Carlomagno como rey único de los francos fue contra los lombardos, quienes se rindieron en 774 y lo dejaron como rey de Lombardía y el hombre más poderoso del norte de Italia.
En los años siguientes Carlos prosiguió con sus conquistas, expandiendo el reino franco hasta consolidar un gran imperio que incluyó buena parte de Europa central y occidental y llevando la fe cristiana, algunas veces mediante sangrientas guerras, otras veces mediante conversión forzosa, entre los pueblos paganos de los sajones, ávaros y eslavos.
Su residencia favorita se situó en Aquisgrán desde el 794. En su palacio reunió eruditos de toda Europa, el más famoso de los cuales fue el clérigo inglés Alcuino de York, al que puso a cargo de la escuela palatina.
Ejerció el principio del bannum, que consistía en el derecho a ejercer el poder y mandar en diferentes aspectos. El primero fue defender a los indefensos, aquellos miembros de la sociedad que carecían de seguridad, como las viudas, los huérfanos o la Iglesia. El segundo fue la aplicación de la jurisdicción para el castigo de crímenes violentos dentro de las fronteras del reino. El tercero, el poder para reclutar hombres que prestaran servicio militar cuando fuese preciso.
Pese a la guerra, Carlomagno empleó insistentemente la vía diplomática. Fue el camino que escogió para tratar con el mandatario de Asturias Alfonso II y con los múltiples reyezuelos anglosajones que dominaban por entonces Inglaterra. También lo empleó con aquellos con quienes se repartía los bloques más grandes del mundo conocido: el emperador bizantino y el califa abasí.
La diplomacia de Carlomagno no se limitaba a las relaciones con otros gobernantes. También se preocupó por la integración de los diferentes pueblos dentro de su imperio. Carlomagno promovió la tolerancia religiosa y el respeto por las culturas locales, reconociendo la diversidad dentro de su imperio. Esta política de tolerancia contribuyó a la estabilidad y la cohesión del imperio, evitando conflictos y fomentando la cooperación entre los diferentes grupos étnicos.
Fomentó el cristianismo, el derecho, el orden y la cultura; su actividad en todas las ramas de la administración y del gobierno fue grande y eficiente. Acuñó monedas, fundó escuelas y recomendó a los padres la instrucción de los hijos, fomentó la creación de bibliotecas, intervino como mediador para solucionar disputas religiosas.
Carlomagno estableció una capital regia más duradera de lo que había sido la de sus predecesores. Su residencia favorita se situó en Aquisgrán desde el 794. Allí había construido una iglesia y un palacio, basado en parte en influencias arquitectónicas tomadas de Ravena y Roma. En su palacio reunió eruditos de toda Europa, el más famoso de los cuales fue el clérigo inglés Alcuino de York, al que puso a cargo de la escuela palatina.
La administración del Imperio fue confiada a unos 250 administradores reales y emitió cientos de decretos, llamados capitulares, tratando un amplio abanico de asuntos, desde cuestiones jurídicas y militares hasta cuestiones relativas a monasterios, a la educación y a la gestión de los dominios imperiales.
Carlomagno creó una división territorial en base a:
- Marcas: terrenos fronterizos con funciones defensivas, a cargo de un marqués.
- Ducados: terrenos que agrupaban varios condados, a cargo de un duque.
- Condados: terreno más pequeño, regido por un Conde.
Eran cargos vitalicios, poseían autoridad civil, militar y judicial sobre sus terrenos.
En tiempos de Carlomagno se continuó con lo que su padre había iniciado en el plano económico, una transición del sistema monetario que se desarrolló al desplazar el oro como principal material para acuñar la moneda. Carlomagno estableció la libra carolingia de plata, una unidad de peso y valor con base en la libra romana. Esa moneda era equivalente a 20 sous, y a su vez, a 240 denarios. La última era la única moneda acuñada por los francos realmente, puesto que las otras eran solo nominales.
Coronación de Carlomagno
Carlomagno había añadido al antiguo reino de Francia toda la Alemania del norte hasta el Elba, la Italia del Norte y la parte septentrional de España. Ningún reino bárbaro había sido tan grande. Se empezó a pensar que el título de rey no era bastante para un príncipe tan poderoso.
Coronación Carlomagno. De Friedrich Kaulbach
Hay que tener presente que hacía más de trescientos años que no había emperador en Occidente, pero quedaba un emperador romano en Constantinopla.
Carlos fortaleció las relaciones con el papado, declarándose protector de la cristiandad y acudiendo en defensa del papa contra los lombardos, un pueblo germánico que dominaba la península itálica y que por sus creencias no católicas (algunos eran arrianos, mientras que otros aún mantenían sus creencias paganas) constituían una amenaza para la iglesia de Roma. Tras vencerlos, Carlos se proclamó rey de los lombardos, convirtiéndose de hecho en el señor más poderoso de Italia.
El día de Navidad del año 800 el papa León III coronó emperador a Carlomagno, por su afán unificador de la Europa occidental, tanto en el ámbito religioso como en el político, dando comienzo así un nuevo Imperio germánico, que perviviría hasta comienzos del siglo XIX.
Papa León III
La coronación tuvo lugar en la basílica de San Pedro en Roma, utilizando el Papa León III la fórmula de “Romanum Gobernans Imperium”. Esto motivó el inmediato enfriamiento de sus relaciones con el Imperio Bizantino. En cambio, el califato abásida, enemigo mortal de Bizancio, le ofreció su respaldo y envío una embajada a Aquisgrán. Al poco tiempo, el emperador bizantino Miguel I Rangabe reconoció a Carlomagno como emperador de Occidente a través de un tratado firmado en Aquisgrán.
El biógrafo de Carlomagno, Eginardo, relata que el rey quedó sorprendido por esta coronación y que si él hubiera sabido con antelación lo que en realidad ocurrió no habría entrado en la iglesia aquel día. Esta información ha sido objeto de muchas especulaciones entre los historiadores. Carlomagno probablemente deseaba y esperaba obtener el título imperial, que posteriormente utilizó. En el 814 designó su sucesor al único hijo que le quedaba, Luis (que pasó a ser conocido como Luis I el Piadoso o Ludovico Pío), y lo coronó personalmente.
En todo caso, con esta coronación, Carlomagno se convirtió en protector de la cristiandad y se situó por encima del poder eclesiástico.
Muerte de Carlomagno
Cuenta Eginardo que, poco después de la Navidad del año 813, Carlos fue atacado por una fiebre que minó su formidable fortaleza. En enero de 814 la enfermedad lo obligó a suspender toda actividad y a permanecer en el lecho. Y el día 28 de enero, en torno a las 9 de la mañana, fallece Carlomagno. Se cree que la causa de la muerte fue una pleuritis.
No ha dejado ninguna directiva referente a sus exequias, ni siquiera ha fijado el lugar en que debe ser sepultado: la eventualidad de la muerte no lo preocupó en absoluto. Después que su cadáver es lavado y revestido con las insignias imperiales, los dignatarios de la corte discuten, indecisos, sobre el lugar donde será sepultado. Finalmente, se deciden por la catedral de Aquisgrán, que el mismo emperador mandó construir.
Desde entonces y a lo largo de los siglos, la búsqueda de su sepultura se convirtió en una obsesión tanto para monarcas posteriores como para Otón III, dos siglos después de su muerte, y para el emperador Federico Barbaroja otros 50 años más tarde.
Pero en 1165 fue trasladado a un emplazamiento más seguro debajo del piso de la catedral. En 1215, Federico II volvió a abrir su tumba para colocar los restos en un sarcófago de oro.
La tumba del emperador Carlomagno, rey de los francos considerado padre de Europa, continuará siendo un misterio por resolver, después de que un equipo de arqueólogos alemanes fracasara en un nuevo intento por encontrarla en la histórica catedral de Aquisgrán, al oeste del país.
Los restos óseos del monarca que inicio la dinastía carolingia se encuentran, sin embargo, preservados en una valiosa arca de oro del siglo XII que se guarda en la catedral.
Sus contemporáneos vieron la muerte por causas naturales en el 814 como una tragedia y Europa estuvo de luto; especialmente cuando las incursiones vikingas comenzaron al poco tiempo de que muriera.
De los tres hijos que hacía ocho años Carlomagno había señalado como herederos del trono, sólo vivía Luis, rey de Aquitania, príncipe tan religioso que se dio a sí mismo el apelativo de “Piadoso” (Ludovico Pío).
Luis, el Piadoso (Ludovico Pío)
Luis se parecía a su padre, pero solamente en el físico. Era de carácter neurótico, inconstante, pasional. Gobernó mal al imperio, preocupado desde temprano por el problema de su sucesión.
Después de haber resuelto dividir en tres partes los dominios francos para darle una a cada uno de sus tres primeros hijos — Lotario, Pipino y Luis—, reservando al primero el título imperial, resolvió, en el año 829, alterar ese reparto, y dar a su cuarto vástago, Carlos, hijo de su segunda esposa, parte de las tierras prometidas antes a los otros príncipes.
Al morir, en 841, las violentas rivalidades entre los cuatro hermanos dieron lugar al estallido de una guerra generalizada. En el transcurso de dos años de lucha y convulsión, los últimos vestigios del gran imperio centralizado de Carlomagno desaparecieron del mapa de la Europa occidental.
La marca hispánica
Las marcas eran unas divisiones territoriales defensivas que Carlomagno creaba en las fronteras de su imperio, las cuales servían para fijar las zonas que delimitaban sus dominios y los del enemigo. Podría decirse que era una zona colchón, que servía para que existiera una zona sin tensión entre ambos bandos.
En el Imperio carolingio existían varias marcas como por ejemplo la bretona, la sajona o la lombarda.
Estos territorios fronterizos tenían un estatuto diferente del resto de territorios del Imperio Carolingio, los cuales estaban vigilados por los missi dominici. Las marcas, en cambio, estaban gobernadas por un marqués o margrave, que era el jefe militar, y ejercía las mismas funciones administrativas que cualquier otro conde en su demarcación, es decir, poseía poderes civiles y militares.
La marca hispánica fue el territorio que comprendía la frontera en el Noreste de la Península Ibérica, y tenía como objetivo ser el colchón territorial frente a los musulmanes de Al-Andalus.
El origen de la marca hispánica se puede encontrar a finales del siglo VIII, con la llegada de las tropas del Imperio Carolingio a la Península Ibérica.
En el 777, Carlomagno recibió en audiencia a varios de los líderes musulmanes de importantes ciudades como Zaragoza o Barcelona, quienes pedían ayuda al rey franco debido a que recibían un ataque del emir de Córdoba. Carlomagno vio en todo ello una gran oportunidad para expandir tanto su Imperio como el cristianismo y fue hacia Saraqusta, la taifa de Zaragoza, para tomarla.
Cuando las tropas de Carlomagno llegaron a Zaragoza las puertas no se abrieron ya que el líder de la ciudad había decidido pactar con Córdoba. Carlomagno, que a la hora de preparar las tropas pensaba que no necesitaría un asedio, no tenía suficientes recursos para tomar la ciudad, así que decidió abandonar la Península. En su retirada por el Paso de Roncesvalles fue atacado por los vascones, los cuales vencieron a su retaguardia en una fantástica emboscada, siendo una de las derrotas más famosas del Imperio Carolingio.
Carlomagno no se rindió y en los años siguientes conquistó y se unió a numerosas zonas de la parte norte de la Península. A finales del siglo, Carlomagno había conquistado Girona, Cerdanya, Osona y Urgel, las cuales formaron la Marca Hispánica. A estos se añadirían con el tiempo las ciudades que Carlomagno iba conquistando, como por ejemplo Barcelona, Tarragona o Tortosa.
Tras la muerte de Carlomagno, y de manera gradual, los condados que formaban la Marca Hispánica fueron tomando mayor autonomía, consiguiendo cada vez mayor poder, especialmente los condados de Barcelona, Pamplona, Aragón y Urgel. Fue en esta época que los condes dejaron de formar parte de la administración carolingia, y se convirtieron en figuras hereditarias.
Con el paso del tiempo estos condados se convirtieron en figuras territoriales muy importantes en la historia de España. De la Marca Hispánica es de donde nacen el Reino de Aragón, el Condado de Barcelona y el Reino de Navarra, siendo todos ellos parte muy importante del origen del país hispano.
Relación entre Carlomagno y Santiago el Mayor
Por otro lado, hay que decir qué, en el afán de ampliar y prestigiar la peregrinación a Santiago desde todo el continente, Carlomagno como disfrutaba en el siglo XII de una gran fama y prestigio, se procuró, a través del Codex Calixtinus, relacionar al emperador con Santiago el Mayor.
Cierto es que la principal herramienta utilizada para establecer la relación entre Carlomagno y Santiago el Mayor fue la literaria, a través de la fantasiosa crónica o historia contada por el obispo Turpín incluida en el libro IV del Codex. Es posible que la imaginación popular ya hubiese relacionado para entonces al emperador con el Camino Jacobeo, debido a su lucha en Hispania, en territorios vinculados con la Ruta a Compostela, en 778. Por tanto, su inclusión en el Codex pretendería reforzar y consolidar esa idea, vinculando al emperador y la derrota final de parte de su ejército en los desfiladeros de Roncesvalles con legendarias luchas épicas a favor de Santiago y de los territorios que permitían el paso hasta su sepulcro.
Según el relato de Turpín, Santiago se aparece en sueños a Carlomagno. Le pide que se marche, siguiendo la dirección del camino de estrellas que ve en el cielo -la Vía Láctea-, a liberar la tierra de su sepulcro, en Galicia, bajo el dominio sarraceno. También le pide que abra un camino hasta allí. El emperador franco obedece y llega con sus ejércitos al extremo occidental, clavando una lanza en el mar, en Padrón (Galicia) como símbolo de la misión cumplida.
Liberado el sepulcro y abierto el Camino para que pudiesen peregrinar a Santiago gentes de toda Europa, Carlomagno da gracias a Dios y parte hacia otras tierras de España. Inicia una serie de guerras y luchas contra los moros por el control del territorio peninsular. Esta parte del texto se puede relacionar en determinados momentos con obras épicas francesas como el Cantar de Roldán, que desarrolla su relato más legendario y trágico en las tierras navarras del futuro Camino de Santiago.
El Calixtinus llega a señalar que Carlomagno permaneció tres años en España y Compostela. Asegura, además, que dotó a la Iglesia de Santiago de todo tipo de riquezas procedentes de sus conquistas peninsulares y que la proclamó cabecera eclesiástica española. Añade que estableció que todos los propietarios de casas pagasen cada año cuatro monedas al templo apostólico. Son ejemplos claros del intento de la Iglesia compostelana de utilizar la figura del gran emperador a favor de sus propios intereses.
Conclusiones
Carlomagno, un líder guerrero, un hábil diplomático y un ferviente cristiano, fue una figura crucial en la historia de Europa. Su reinado marcó un periodo de transformación para el continente, sentando las bases para la formación de una Europa unificada y cristiana. Su legado, marcado por la expansión territorial, la promoción del cristianismo y el renacimiento cultural, ha dejado una profunda huella en la historia de Europa.
Las principales consecuencias de su reinado podríamos resumirlas en:
- Unificación territorial: Carlomagno logró unificar un vasto territorio, creando un imperio que abarcaba gran parte de Europa Occidental. Esta unificación sentó las bases para la formación de una Europa unificada.
- Expansión del cristianismo: Carlomagno promovió la expansión del cristianismo en Europa, convirtiendo a los pueblos paganos y consolidando la influencia de la Iglesia en la vida política y social.
- Renacimiento cultural: El reinado de Carlomagno estuvo marcado por un renacimiento cultural, con un interés renovado por la educación, la literatura y las artes. Este renacimiento contribuyó a la preservación del conocimiento clásico y al desarrollo de la cultura medieval.
- Establecimiento de un sistema político: Carlomagno estableció un sistema político centralizado, con un gobierno que controlaba los diferentes territorios del imperio. Este sistema sentó las bases para la formación de los estados nacionales en Europa.
La extensión geográfica del reino de Carlomagno correspondía a la totalidad de lo que hoy son Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y la mayor parte de Alemania, Italia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Croacia. Ningún monarca había reunido en su mano un territorio tan extenso desde la caída del Imperio Romano.
En cuanto al legado artístico y cultural del Imperio Carolingio, éste perduró mucho más allá de su caída. Las escuelas renanas sentaron las bases para el desarrollo de la educación y la cultura en Europa, y la miniatura carolingia influyó en el arte medieval posterior.
Las técnicas y estilos de las escuelas renanas se transmitieron a través de generaciones de alumnos y maestros, y se extendieron a otros centros de aprendizaje en Europa. La miniatura carolingia también tuvo un impacto duradero, influyendo en el arte de los monasterios y catedrales posteriores, así como en el arte de los libros iluminados.
El imperio Carolingio duró apenas un siglo; se extinguió oficialmente en el año 887 cuando el último heredero de Carlomagno, Carlos el Gordo, fue depuesto por la Dieta imperial. Sin embargo, la sombra del rey franco era larga y en el 962 un rey sajón, Otón el Grande, fue coronado nuevamente Emperador de los Romanos. El soberano dio origen así a un nuevo poder, el Sacro Imperio Romano (al que popularmente se añade el epíteto de “Germánico”), que se inspiraba en el modelo del que, no en vano, fue llamado “el padre de Europa”.
A pesar de su imagen de gobernante justo y piadoso, Carlomagno no estuvo exento de contradicciones. Su vida personal estuvo marcada por la poligamia y la búsqueda de la sucesión.
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Referencias
Carlomagno. El padre de Europa. De Prats, L.
Carlomagno. De vv.aa. Historia16
La Europa de la Alta Edad Media. De Collins, R.
González, María y Guzmán, Jorge (2017, 18 18Europe/Madrid enero). Carlomagno. Historia Universal. https://mihistoriauniversal.com/biografia/carlomagno
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «Biografia de Carlomagno» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/carlomagno.htm [página consultada el 25 de enero de 2025]
https://www.monografias.com/trabajos4/carlom/carlom
https://redhistoria.com/biografia-de-carlomagno/
https://sicreesinnovas.com/carlomagno-el-padre-de-la-europa-cristiana-medieval/
https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/marca-hispanica-definicion-y-resumen-3121.html
https://xacopedia.com/Carlomagno