Recuperamos hoy un poco de la biografía de uno de los personajes más importantes y conocidos de la Edad Antigua, Alejandro Magno.
Alejandro Magno, también conocido como Alejandro III de Macedonia o Alejandro el Grande, fue un rey macedonio que conquistó gran parte del mundo conocido, lo que le permitió forjar en un periodo de diez años, un imperio que se extendía desde Grecia y Egipto hasta la India.
Es conocido como “Magno” tanto por su genio militar como sus habilidades diplomáticas en el manejo de los varios pueblos de las regiones que conquistó. Además, es reconocido por esparcir la cultura, lenguaje y pensamiento griegos desde Grecia, a través de Asia Menor, Egipto y Mesopotamia, hasta la India, y por ende, iniciando la era del “Mundo Helenístico”.
La figura de Alejandro Magno es sinónimo de conquista, liderazgo y legado histórico. Para comprender la magnitud de sus hazañas, es fundamental adentrarse en sus orígenes y primeros años de vida.
Contexto histórico
La historia de Macedonia se remonta al siglo VIII a.C., cuando se estableció como un pequeño reino en el norte de Grecia. Sin embargo, fue durante el reinado de Filipo II que Macedonia comenzó a destacarse como una potencia militar y política en la región.
Filipo implementó una serie de reformas en el ejército macedonio, creando una poderosa fuerza de infantería pesada conocida como la falange macedonia. Esta formación, junto con otras tácticas militares innovadoras, permitió a Macedonia expandir su territorio y consolidar su poder en la región. De esta manera, convirtió a su país en una importante potencia marítima, auxiliada por un ejército poderoso integrado por las invencibles falanges, cuerpos de infantería pesada.
Filipo atacó Grecia y conquistó las regiones del Norte. Posteriormente, con el pretexto de una “guerra sagrada” penetró hasta la Grecia central, pero los atenienses, que deseaban mantener la paz, prefirieron ignorar la amenaza de su presencia.
Filipo derrotó a los griegos en la batalla de Queronea (338) y ocupó Tebas. Todas las ciudades griegas, excepto Esparta, formaron parte de la Liga de Corinto, liga panhelénica cuyo jefe era Filipo. Esto supuso el fin de la independencia de las polis.
El rey, mediante la Liga de Corinto, consolidó su dominio y preparó el terreno para las futuras conquistas de Alejandro.
Filipo II sería asesinado en el año 336 a.C.
Biografía de Alejandro Magno
Nació en Pella, capital de Macedonia el 21 de julio de 356 a.C. Sus padres eran Filipo II de Macedonia y la reina Olimpia de Epiro.
Sus padres marcarían su carácter y personalidad, el padre procurándole una férrea y completa formación y la madre inculcándole su cualidad como hijo de los dioses y de que estaba llamado a ser alguien especial en el mundo. De hecho, Alejandro se autoproclamó hijo de Zeus en Grecia, de Amón-Ra en Egipto y de Marduk en Persia.
Durante su infancia contó con los mejores maestros y mentores, como el filósofo Aristóteles, Leónidas, Lisímmico, Anaxímenes de Lámpsaco y Menecmo, entre otros. Tuvo una gran educación en ciencias, artes y filosofía.
Filipo II, se encargó personalmente de que su hijo fuera tutelado por algunos de los pensadores más influyentes e importantes de su época. Buscando que Alejandro obtuviera una educación de tipo griego, que combinara el adiestramiento militar y los ejercicios físicos con la formación intelectual.
Fue nombrado rey tras el asesinato de su padre Filipo, durante las bodas de su hija Cleopatra. Contaba Alejandro con veinte años de edad, y lo primero que se encontró fue con una rebelión de las ciudades griegas, a las que derrotó, imponiendo así su autoridad en todo el territorio griego, excepto en Esparta.
Desde temprana edad, Alejandro demostró un liderazgo innato y una ambición desmedida por expandir los dominios de Macedonia. Estos rasgos, sumados a su valentía y carisma, lo convirtieron en un líder carismático capaz de inspirar a sus tropas y alcanzar metas consideradas inalcanzables por muchos.
A los 16 años, Alejandro Magno ya era gobernador de Tracia, y dos años después luchó en la batalla de Queronea. Se dice que durante su juventud participó en los Juegos Olímpicos, concretamente en las carreras de carros.
Alejandro fusiona las culturas griega, persa y oriental, formando una nueva cultura conocida como helenística. Esta cultura influyó en muchos pueblos posteriores, en lo que podríamos decir que es el origen de la cultura grecorromana.
Su método de gobierno, basados en colocar gobernantes en las ciudades que iba conquistado, fue el ejemplo de muchas civilizaciones posteriores, entendiendo que era imposible que una persona gobernara una región tan extensa.
Fundaría ciudades de gran importancia histórica posterior, como Alejandría, en Egipto.
En cuanto a su vida privada, Alejandro llegaría a tener tres esposas, aunque se afirma que su gran amor era un joven macedónico, Hefestión, al que habría conocido en sus clases con Aristóteles.
Alejandro se casó con Roxana, una princesa bactriana, en 327 a.C. para consolidar su dominio en Asia Central. Casado además con Estatira, conocida como Barsine, hija del rey persa Darío III. Su tercera esposa fue Parisatis, hija de Artajerjes III de Persia.
Hay controversia en cuanto al número de hijos que tuvo, pero se da como seguro que al menos fueron dos: Heracles y Alejandro. éste nacido tras el fallecimiento de Alejandro.
En cuanto a Hefestión, fue su hombre de confianza tanto en la guerra como en las tareas administrativas. Cuando éste falleció, en el 324 a. C., tras un banquete en el que comió y bebió en exceso, Alejandro quedó sumido en una gran depresión, de la que le costó recuperarse.
Falleció en torno al 11 de junio 323 a.C, con apenas 33 años de edad, en Babilonia, concretamente en el palacio de Nabucodonosor. Hay varias versiones sobre el causante de su muerte. Unos autores dicen que falleció de malario, otros por una ingesta excesiva de vino en varios banquetes. Hay quien habla de que tal vez padeciese fiebre tifoidea. También podría haber sido envenenado por Casandro, hijo de Antíparo, regente de Grecia.
Tras su fallecimiento se produjeron diversas contiendas sucesorias en las que murieron sus esposas e hijos. Finalmente, el imperio quedaría repartido entre los diácodos. Los estados resultantes fueron los llamados reinos helenísticos, que mantuvieron durante los siglos siguientes el ideal de Alejandro de trasladar la cultura griega a Oriente.
El cuerpo de Alejandro fue embalsamado y depositado en un sarcófago de oro, que fue cubierto por una capa púrpura. El sarcófago y su armadura fueron colocados en un carruaje dorado que fue transportado hacia Macedonia. Pero en el camino, la comitiva fúnebre fue atacada por uno de los generales de Alejandro, Ptolomeo, que robó el sarcófago, lo llevó a Egipto y lo depositó en Alejandría.
Su tumba fue profanada hacia fines del siglo IV d. C y posteriormente desaparecieron sus restos de forma definitiva.
Alejandro Magno al frente Macedonia y de un imperio
Como decíamos anteriormente, Alejandro accede muy joven al trono y de manera inmediata tiene que hacer frente al levantamiento de dos naciones griegas, Tracia e Iliria que desean liberarse del yugo macedonio. El nuevo rey resultaría victorioso, venciendo además a otras regiones como Tebas o Atenas.
Una vez conquistada toda Grecia, Alejandro puso su mirada en el Imperio Persa, la civilización más poderosa en ese momento. En sus enfrentamientos con los persas, Alejandro sale vencedor en diversas batallas, poniendo de manifiesto la capacidad de sus ejércitos. El enfrentamiento más importante tendría lugar en el 333 a.C., cuando en una batalla igualada, Alejandro derrota a Darío III, el rey persa, y obtiene un beneficioso acuerdo de paz.
Posteriormente, conquista nuevos territorios: Jerusalén, Egipto, y derrotando en el 331 a.C de manera definitiva a los persas. Era el momento de expandirse y pone sus ojos en la India, y así, tras varios años dedicado a la construcción y fortificación de ciudades, la pacificación de todo lo que hoy es Irán, y la lucha contra las rebeliones internas en su propio ejército por su creciente despotismo al reinar, Alejandro Magno se internó en la India en el año 327 a.C. A diferencia del Imperio Persa, la antigua India de aquel tiempo carecía de un poder centralizado y estaba dividida en multitud de pueblos y reinos, por lo que era un apasionante mundo nuevo para Alejandro.
En cuestión de un año, penetró en el valle del Indo, cruzó el río Hidaspes e Hifasis, derrotó a reyes locales y llegó hasta donde ninguna otra persona occidental había llegado hasta el momento.
El imperio alejandrino fue una monarquía centralizada. Bajo la influencia del estilo político de Oriente, Alejandro divinizó su figura como emperador. Se denominó “hijo de Amón-Zeus” y se proclamó descendiente de Heracles y Aquiles, míticos héroes de la cultura griega.
Para la administración del gobierno, Alejandro tomó diferentes decisiones, según la estructura política de cada región conquistada. En general, mantuvo los gobiernos locales, tanto en las polis griegas como en Egipto y las satrapías persas, y designó a jefes militares macedonios para que los supervisaran.
A su vez, incluyó dentro de su séquito y entre sus colaboradores de confianza a diferentes gobernadores y jefes militares de los Estados conquistados. Además, fomentó la unión de funcionarios macedonios con las élites locales, a fin de establecer una red de poder que le permitiera mantener el control de tantos territorios.
Curiosidades de la vida de Alejandro Magno
Veamos algunas curiosidades relacionadas con Alejandro Magno:
Una anécdota durante su etapa de aprendizaje
Cuenta la historia que, Menecmo, el maestro encargado de instruir a Alejandro Magno en matemáticas, se encontraba descansando y pensando tranquilamente en sus teorías sobre geometría. De repente el joven Alejandro se le acerca, y tras molestarlo, comienza a increparlo sobre la dificultad que le representaba la geometría, por lo que le pregunta si existía un camino para aprenderla más fácilmente. Menecmo entonces le responde:
“¡Oh , rey! Para viajar por el país hay caminos reales y caminos para los ciudadanos comunes, pero en la geometría hay un único camino para todos”.
Bucéfalo
Bucéfalo es el nombre del caballo que acompañó a Alejandro Magno en todas sus campañas.
Se cree que Alejandro domó a su caballo Bucéfalo con sólo 13 años. El animal estaba fuera de control cuando Filipo II lo compró, y ni siquiera los generales de este último habían conseguido tranquilizarlo.
Alejandro se percató entonces de que la criatura se atemorizaba de su propia sombra, de ahí que tomó la sabia decisión de montarlo mirando hacia el sol. Ante el asombro de los presentes, el caballo se dejó cabalgar y desde entonces se convirtió en su compañero de hazañas.
Su nombre formado por unión de dos palabras griegas, significa: cabeza de toro, y es que el toro en la cultura griega era considerado como un símbolo de fuerza, poder y virilidad.
Bucéfalo se convirtió en un símbolo de la valentía y la destreza militar de Alejandro Magno. Su fama se extendió por todo el mundo antiguo y su nombre se asoció con la grandeza y la conquista. Incluso después de la muerte de Alejandro, Bucéfalo continuó siendo recordado como un icono de la historia militar.
En la cultura popular, Bucéfalo ha sido representado en numerosas obras de arte y literatura a lo largo de los siglos. Su figura ha sido inmortalizada en estatuas y pinturas, y su historia ha sido contada y reinterpretada una y otra vez.
El nudo gordiano
Cuando Alejandro llegó a Gordio, la que había sido capital del reino de Frigia (en la actual Turquía), se encontró con qué en la acrópolis de la ciudad, junto al templo de Zeus, se preservaba la carreta de su fundador, el rey Gorgias, que se mantenía asegurada con un enrevesado nudo (el mismo que ha dado lugar a la expresión nudo gordiano).
Una leyenda decía que, quien lo lograse desenredar, se haría con el control de Asia. Cuando Alejandro Magno lo vio en el año 333 a.C., y tras intentar desatarlo, llegó a una conclusión sorprendente: lo importante no era resolver el enigma sobre la forma en como se había hecho (y por tanto se podría deshacer) el nudo, sino simplemente deshacerlo, así que Alejandro cogió su espada y pronunció unas palabras de leyenda: “tanto monta deshacerlo como cortarlo” y, de un solo golpe, cortó la cuerda y acabó con el nudo que apresaba el carro.
Se dice que, aquella misma noche, hubo una tormenta eléctrica, la manera de Zeus de demostrar que estaba de acuerdo con la manera de resolver el enigma de Alejandro.
Como curiosidad decir que muchos siglos después, el rey Fernando el Católico, en los reinos hispánicos, usaría en su lema personal el “tanto monta”. Se comenta que fue el humanista Antonio de Nebrija el que le sugirió al rey adoptar el nudo gordiano como símbolo, ya que hacía referencia al significado o moraleja de la leyenda, es decir, que no importa la manera de resolver un problema mientras este se resuelva.
Su liderazgo
Alejandro Magno ha sido uno de los líderes más influyentes de la historia de la humanidad, y su legado ha inspirado a generaciones de directivos y estrategas.
Se caracterizaba por su audacia, su visión estratégica, su creatividad, justicia, carisma, ambición y su capacidad para inspirar y motivar a sus seguidores. Tenía una visión clara de sus objetivos y metas. Su
Tomaba decisiones rápidas y audaces, adaptándose de forma muy rápida a las diferentes situaciones que la batalla le proponía.
Su liderazgo se basaba en su carisma, congruencia y ejemplaridad. Lideraba a sus tropas desde la primera línea del frente. Gracias a ello, fue capaz de ganarse el respeto y la lealtad de todas sus tropas, que obtenían de sus actos y comportamientos, una motivación especial para luchar junto a él. Además, sus seguidores lo apreciaban por su valentía, determinación y compromiso con su misión. Desarrolló una gran capacidad de comunicación y retórica con la que persuadía e inspiraba a sus tropas a alcanzar éxitos, que pudieran parecer imposibles a los ojos de todos.
Incluso se ocupaba del desarrollo competencial de sus líderes y comandantes. Era un mentor dedicado y comprometido en el entrenamiento de sus oficiales, liderando personalmente el crecimiento de ellos. Este enfoque de aprendizaje continuo y desarrollo, ayudó a construir un imperio sólido y sostenible que sobrevivió muchos años después de su muerte.
Su legado
Alejandro hizo una gran contribución a la historia, no solo por haber expandido su imperio, sino también por haber promovido la mezcla de tradiciones orientales y occidentales, fomentando el intercambio cultural y la difusión del conocimiento.
Además, como decíamos antes promovió la fundación de ciudades, en un número superior a 70, y fomentó el desarrollo de las artes. Las distintas ciudades estaban situadas en puntos estratégicos a lo largo del imperio y se ubicaban en la confluencia de las diferentes rutas comerciales que unían Oriente y Occidente. La más conocida de las ciudades fundadas por Alejandro fue la Alejandría del delta del río Nilo, en Egipto. Esta ciudad se convirtió en uno de los centros urbanos más prestigiosos de la región, por sus riquezas y su cultura. Llegó a tener más de medio millón de habitantes, en su mayoría griegos, egipcios y judíos.
Conclusiones
Alejandro III de Macedonia, comúnmente conocido como Alejandro Magno, fue un rey del antiguo reino griego de Macedonia y miembro de la dinastía Argéada. Con treinta años, había creado uno de los imperios más grandes del mundo, que se extendía desde Grecia hasta el noroeste de la India. Invicto en batalla, está considerado como uno de los militares más exitosos de la historia.
Su figura es una de las más icónicas de la historia antigua, y su biografía está llena de acontecimientos destacados que marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad.
Alejandro es considerado el general y estratega más brillante de la Antigüedad. Su carisma y sus conquistas han inspirado a los grandes conquistadores militares de todos los tiempos, desde el romano Julio César hasta el emperador francés Napoleón Bonaparte.
Además de sus habilidades militares, Alejandro Magno también fue un líder político astuto y utilizó la diplomacia y la administración eficiente para gobernar su vasto imperio.
Y rematamos esta publicación, confiando en que, pese a su larga extensión, haya resultado de vuestro interés, y en ese caso nos gustaría que nos lo hicieseis saber pulsando en el botón “Me gusta”. Además, te animamos a aportar algún comentario, y si tienes interés, suscribirte gratuitamente a la Newsletter del Blog para mantenerte siempre informado sobre las nuevas publicaciones del Blog.
Por último, si os ha gustado lo suficiente como para compartirlo en vuestras redes sociales, estaríamos realmente encantados de que así lo hicieseis.
Referencias
Alejandro Magno. Realidad y leyenda. UNED
Mark, Joshua J.. “Alejandro Magno.” Traducido por Martin Guzman. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 14 nov 2013. Web. 12 oct 2024.
https://historiaeweb.com/2019/03/11/conquistas-de-alejandro-magno/
https://liderexponencial.es/liderazgo-de-alejandro-magno-estilo-y-tipo/
https://www.worldhistory.org/trans/es/1-265/alejandro-magno/