Sin duda, Felipe V, también conocido como el “animoso”, fue un rey singular, singular por muchos motivos, pero en todo caso, porque además de ser el primer monarca de la dinastía de los Borbones en España, su reinado marcó un antes y un después en la historia de este país.
Fue el primer rey de la dinastía borbónica en España. Su reinado abarcó más de cuatro décadas, dividido en dos períodos (1700-1724 y 1724-1746), y sin duda representó un período de transición en la historia de España. Aunque su ascenso al trono estuvo rodeado de conflictos y controversias, su legado incluye importantes reformas que sentaron las bases del estado moderno español.
La salud mental de Felipe V marcó todo su reinado. Ya desde su llegada a España en 1701 con 17 años, Felipe V ya dio muestras de su inestabilidad, al abandonar el consejo con regularidad para quedarse tumbado lamentándose, llorar sin motivo o con la peculiaridad de optar por dormir durante el día y estar despierto por la noche hasta altas horas de la madrugada, algo que quedó documentado.
Contexto histórico
El dominio de la casa de Habsburgo o los Austrias en la Monarquía Hispánica acabó en 1700 con Carlos II, conocido como el Hechizado, un monarca incapaz, fruto de generaciones endogámicas que habían potenciado y generado numerosos desbarajustes a dicha casa real, acostumbrada a casarse preferentemente entre familiares.
En los últimos años del reinado de Carlos II, España ofrecía un patético espectáculo de degradación. La caída del conde de Oropesa cuya actuación como primer ministro entre 1685 y 1691 había constituido el único paréntesis esperanzador en la lenta agonía de Castilla, acrecentó el dramático cuadro de desgobierno e hizo patente la urgencia de un cambio que atenuara la situación.
El problema de la sucesión era el más apremiante de cuantos acuciaban a Carlos II. Su matrimonio con María Luisa de Orleans, muerta en 1689, había sido estéril; pronto fue evidente qué, con su segunda esposa, María Ana de Neoburgo, tampoco daría frutos. Este hecho precipitó el final del ya agonizante monarca. Desequilibrado y afectado por ataques epilépticos, se convirtió en presa fácil de cortesanos, representantes eclesiásticos y diplomáticos extranjeros que lo convencieron de que era víctima de un hechizo. La Corte se vio invadida de monjas visionarias, confesores y exorcistas que utilizaron todos los métodos conocidos por la Iglesia para extirpar el espíritu maligno. Desde entonces, el rey español sería Carlos II, el hechizado, el último de los Austrias en ocupar el trono de la península.
El ascenso al trono español por parte de Felipe de Anjou se produjo como consecuencia de la muerte sin descendencia del último rey de la casa de los Habsburgo, Carlos II.
Dado que Felipe de Anjou no era el primogénito, su derecho a heredar el trono de Francia parecía imposible, al igual que el de la Monarquía Hispánica, puesto que su abuela paterna María Teresa había renunciado a sus derechos al trono español para poder casarse con el rey de Francia.
Luis XIV y los demás reyes europeos pactaron que el heredero del trono de España fuera José Fernando de Baviera. Este primer Tratado de Partición, firmado en La Haya en 1698 adjudicaba a José Fernando los reinos peninsulares (exceptuando Guipúzcoa), Cerdeña, los Países Bajos españoles y las colonias americanas. Francia se quedaría con Guipúzcoa, Nápoles y Sicilia, y Austria con el Milanesado.
Luis XIV Francia
A la muerte de José Fernando de Baviera en 1699, se negoció un nuevo Tratado a espaldas de España y su rey, el Tratado de Partición de Londres de 1700. En él se reconocía como heredero al Archiduque Carlos.
Pero, Carlos II antes de morir, nombró, como heredero a su sobrino-nieto Felipe, con la esperanza de que Luis XIV evitara la división de su imperio, al ser rey de España su propio nieto.
En su lecho de muerte, después de muchas negociaciones e intrigas a sus espaldas, el 2 de octubre de 1700 nombraba sucesor de todos sus dominios al duque de Anjou. Nada pudo hacerle revocar su decisión en los treinta días que aún duró su vida.
Este nombramiento no fue aceptado por todas las potencias europeas, pues Inglaterra, los Países Bajos y el Sacro Imperio Germánico temían que la unión dinástica entre los reinos de Francia y España supusiese un cambio en el equilibrio existente en Europa. Como consecuencia se creó la Gran Alianza y se produjo el conflicto conocido como “La Guerra de Sucesión Española” que duraría 13 años. Esta guerra no solo fue un enfrentamiento militar entre potencias extranjeras, sino también un conflicto civil dentro de España. Algunas regiones, como Aragón, Valencia y Cataluña, apoyaron al archiduque Carlos de Austria, mientras Castilla respaldó mayoritariamente al joven Borbón.
La guerra terminó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713, que reconocía a Felipe V como rey de España, aunque con importantes concesiones territoriales: España perdió Gibraltar, Menorca y gran parte de sus dominios europeos, como los Países Bajos y el Milanesado.
Biografía de Felipe V
De nombre Felipe de Anjou, nació el día 19 de diciembre del año 1683, en Versalles, Francia. Sus padres eran el Gran Delfín Luis y María Ana de Baviera. Era nieto del rey Luis XIV “el rey Sol” y de María Teresa de Austria, nacida Infanta de España. Y además era biznieto de Felipe IV de España.
Es obvio decir que su infancia se desarrolló en un entorno privilegiado, recibiendo la educación que correspondía a su linaje, principalmente en materia de religión, arte y política.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones, en la primera con María Luisa de Saboya, en el año 1701, fruto del cual nacieron cuatro hijos: Luis, quien reinaría como Luis I, Felipe que apenas sobrevivió 6 días, Felipe que viviría 7 años y Fernando, futuro Fernando VI.
Posteriormente contrajo matrimonio, en el año 1714 con Isabel Farnesio. Siete nuevos hijos serían fruto de este matrimonio: Carlos, quien se convertiría en Carlos III, Francisco fallecido al mes de nacer, Marina Victoria de Borbón, que se casaría con José I de Portugal, Felipe, Duque de Parma, fundador de la línea Borbón-Parma, María Teresa Rafaela, que contraería matrimonio con Luis, el Delfín de Francia, Luis Antonio, que sería arzobispo de Toledo, Primado de España y Cardenal con tan sólo ocho años de edad, aunque luengo renunciaría y contraería matrimonio, y por último María Antonieta, que se casaría con Víctor Amadeo III de Cerdeña.
Felipe V falleció repentinamente el 9 de julio de 1746, en el Palacio del Buen Retiro, en Madrid, tras un ataque de apoplejía. Por decisión propia, así figuraba en una disposición testamentaria, su cuerpo no fue enterrado en el adusto Monasterio de El Escorial, como lo habían sido los reyes de la casa de Habsburgo, y también lo serían sus sucesores Borbón, sino en el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso en Segovia, que había sido preferido por él también en vida, como un capricho arquitectónico mucho más de su agrado y que le recordaba a la anhelada corte francesa.
Tras su fallecimiento, le sucedió su Fernando VI –el único hijo varón vivo de su primer matrimonio– , quien ordenó a su madrastra, la Reina viuda Isabel de Farnesio, que abandonara el palacio real del Buen Retiro y se marchara a vivir a una casa de la duquesa de Osuna. Más tarde ordenó su destierro como castigo a los desprecios que había aplicado, desde su posición de poder, a los hijos y consejeros de Maria-Luisa Gabriela de Saboya.
Felipe V rey de España
En 1700 Felipe V fue proclamado como rey de España. Era un muchacho de 17 años cuando Carlos II le eligió para ser el nuevo soberano de España.
Llegó a España en febrero de 1701, no regresando jamás a su país natal. Juró su alta investidura en los Jerónimos, en Madrid. No hablaba ni una sola palabra de español.
Provenía de una corte que, en contraposición a la española, rezumaba refinamiento y era, también, más risueña. La vieja distinción de la corte castellana se revelaba, a ojos del joven Felipe V, como una aburrida pacatería que confundía seriedad con virtud e intriga con diversión.
La primera etapa de su reinado estuvo tutelada por su abuelo, Luis XIV de Francia, a través de una camarilla de funcionarios franceses encabezadas por la princesa de los Ursinos. Esto provocó la indignación de una buena parte del país, pues se veía como el país era gobernado por una camarilla que seguía las instrucciones de Versalles.
Además, el comienzo de su gobierno se caracterizó por el desmembramiento de las posesiones españolas en Europa y por la influencia francesa en la política española.
Su primer objetivo fue consolidar su poder y establecer la autoridad real en un país dividido por conflictos internos y regionales. Para lograrlo, inició una serie de reformas administrativas y políticas, centradas en la creación de un estado centralizado y fuerte.
Una de las principales características del legado de Felipe V fue el absolutismo, es decir, la creencia en que el rey tenía el poder absoluto y no estaba sujeto a la Ley. Felipe V estableció leyes y decretos que le daban un control total sobre todas las decisiones políticas, económicas y sociales del país. Reorganizó el sistema fiscal y fomentó la profesionalización de la burocracia.
Potenció la centralización del poder, trasladó la capital de España de Madrid a Valladolid y reorganizó los territorios en divisiones administrativas más pequeñas y por tanto controlables. Reorganizó el ejército, creó la RAE. Implementó medidas para fomentar la agricultura y la industria, se promovió el comercio, se mejoraron las infraestructuras, creó la Real Audiencia, un tribunal de justicia que tenía jurisdicción en todo el territorio de España, e impulsó la modernización de la administración pública.
Una de las acciones más significativas que realizó Felipe V fue la implementación de la Ley de Nueva Planta. Esta ley terminó con los fueros y las particularidades de los territorios de la Corona de Aragón, e introdujo un sistema centralizado de gobierno en España.
Potenció la arquitectura, el arte y la educación. Se crearon academias, universidades e instituciones para la promoción de la ciencia y la cultura, como el Real Jardín Botánico de Madrid y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El mecenazgo del mundo cultural prosiguió, con el enriquecimiento del desembarco del rococó.
En cuanto a la política exterior, hay que hablar de la Guerra de la Cuádruple Alianza, que tuvo lugar entre 1718 y 1720. En esta guerra, Felipe V se enfrentó a una coalición formada por Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico. Aunque inicialmente las fuerzas aliadas tuvieron éxito, Felipe V logró negociar una paz favorable para España y conservar su posición en el trono.
Además de estos conflictos, Felipe V también participó en otras disputas territoriales y guerras menores durante su reinado. Estos incluyeron conflictos con Portugal, Italia y el norte de África. En general, la política exterior de Felipe V estuvo marcada por su lucha por mantener el poder y la integridad del reino de España en un contexto de rivalidades internacionales y disputas territoriales.
Vida personal de Felipe V
A lo largo de su vida, Felipe V padeció problemas de salud mental, que se agravaron con el paso de los años. Sufría de episodios de melancolía y depresión, que lo llevaron a retirarse de la vida pública en varias ocasiones. Un trastorno bipolar lo acompañó a lo largo de toda su vida personal y política.
De hecho, el apodo con el que se le suele nombra “el animoso”, responde a sus cambios de humor, y a su comportamiento maníaco depresivo. Al trastorno bipolar se sumó un delirio nihilista de Cotard: “a veces se creía una rana”.
La mañana del 4 de octubre de 1717, como si fuera una locura programada para estallar de golpe, Felipe V sufrió un ataque de histeria cuando salió a cabalgar: creía que el sol le atacaba. A partir de entonces, el Rey inició un lento viaje hacia la locura extrema. No se dejaba cortar por nadie el cabello ni las uñas porque pensaba que sus males aumentarían. Así, las uñas de los pies le crecieron tanto que llegó un momento que ya no podía ni andar. Creía que no tenía brazos ni piernas. Y que era una rana.
Debido a su obsesión por ser envenado por el contacto de la piel y la ropa, siempre vestía la misma camisa.
Además, desarrolló una relación marcada por una fuerte dependencia sexual y afectiva con su segunda esposa, Isabel Farnesio de Parma.
De todas formas, respecto a su posible adicción al sexo, el hispanista Henry Kamen (de quien reflejamos la referencia de su obra al final de este post) tiene otra visión: “No tenía ninguna obsesión con el sexo, y es completamente falso presentar esta visión del rey. La idea de obsesión fue creada por los políticos franceses en Madrid en el año 1703, porque la nueva reina María Luisa imponía sus preferencias sobre la Corte y al rey, y ellos, quejándose a Luis XIV, quisieron presentar la imagen de un rey que pasaba demasiado tiempo en los brazos de la reina. Piense que Felipe V es el único rey de España que no tuvo amantes ¡vaya obsesión! En cambio, su preocupación por su alma era tan importante que provocó la famosa abdicación.”
Su mentalidad obsesiva se manifestó en su día a día como monarca, ya que solía comer a diario pollo hervido junto a pócimas afrodisíacas, mostraba fobia a la luz solar, así como una obsesión por los relojes, con los cuales se podía estar horas y horas trasteando. También, y estos son episodios visibles incluso antes de su abdicación en favor de su hijo Luis, mostró ciertas muestras de delirios, como cuando en 1717 consideró que debido a las pocas misas celebradas en honor de su primera esposa la ropa de color blanco irradiaba una luz cegadora, hecho que hizo que Felipe ordenase cambiar todo el textil de palacio con esa tonalidad.
Por si fuera poco, Felipe V no tardó en mostrar un grave problema de higiene personal: no se cambiaba de ropa interior hasta que quedaba hecha jirones y nunca se ponía ninguna camisa que su esposa no hubiera utilizado antes.
Para superar sus problemas, Henry Kamen, asegura que sus mujeres fueron fundamentales: “El mismo rey siempre hablaba de sus ‘vapores’, desde el principio del reinado. Por ejemplo, en Madrid en 1701 en vez de tomar parte en el Consejo Real, escuchaba las deliberaciones escondido detrás de una cortina. La dependencia duró toda su vida, pero gracias al cariño y la atención de sus esposas, pudo superar estas depresiones. Este es un hecho fundamental. Por otra parte, pudo también superar las depresiones cuando se metía en actos excitantes, como por ejemplo la guerra. En otras palabras, tenía altos y bajos que se convirtieron durante toda su vida en dos polos entre los cuales oscilaban sus actividades. Esto se llama ‘bipolaridad’, y es lo que sufría; no se puede hablar de trastorno mental.”
Y el origen de este trastorno que padecía Felipe V parece proceder del alto nivel de consanguinidad alcanzado en la familia real. Algo que generaría problemas mentales en distintos miembros de la familia real, como su hijo Fernando VI.
Por otro lado, recordemos que Felipe V ocupó el trono en dos períodos diferentes. Y es que, en el año 1720, Felipe V se encontraba amargamente deprimido por tener que luchar contra su país natal. La guerra estimuló su deseo de retirarse del trono de España. El monarca y su esposa redactaron un documento con su decisión. No hay duda de que fue una decisión extraña, ya que carecía de sentido.
Su hijo Luis tenía entonces solo doce años, y tal vez por eso el monarca decidió esperar unos cuantos años más, exactamente hasta que su heredero tuviera diecisiete. Ello explicaría por qué Felipe eligió el año de 1724 para abdicar. Mientras tanto, empezó a construir su retiro en el campo: el palacio de La Granja.
La causa real de la abdicación, podría ser el hecho del fallecimiento del regente francés en el año 1723, pues parece ser tenía la esperanza de reinar finalmente en Francia.
Sin embargo, la muerte de Luis I ese mismo año a causa de la viruela, tras solo siete meses de reinado, lo llevó de nuevo al trono español. Esta segunda etapa de su reinado estuvo señalada por el avance de su enfermedad mental y el control que su esposa ejercía sobre los asuntos del reino.
Pero lo cierto es que, desde el punto de vista político, este segundo Felipe hizo las veces de Rey consorte de su mujer, Isabel de Farnesio. Una muestra del poder de su esposa se refleja en que los documentos y cartas del periodo contienen la frase “el Rey y yo”, como emblema de una singular monarquía dual en la que quien tomaba las decisiones era la Reina.
Conclusiones
Si bien Felipe V tuvo que afrontar una situación bastante complicada al inicio de su reinado, debido a la Guerra de Sucesión, fue un monarca que, de alguna manera, transformó España en un momento crítico de su historia. Su reinado fue un período de grandes cambios y transformaciones en España, y que sentó las bases para la modernización del Estado y la consolidación de la monarquía borbónica. Y es que, a pesar de que el reinado de Felipe III no se destacó por grandes conquistas militares o económicas, su gobierno dejó un importante legado en el fomento de la cultura, la arquitectura y el control social y religioso, marcando una época importante en la historia de España.
Pero también es cierto que su legado es objeto de debate, pues si su reinado se produjo un impacto significativo en la historia española a través de su gobierno y sus políticas culturales y educativas modernizadoras, también hay que tener en cuenta las consecuencias de la Guerra de Sucesión española, que dejó cicatrices duraderas en el país, y sobre todo, su casi medio siglo al frente de la monarquía española estuvo marcada por su deficiente estado mental.
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Referencias
Felipe V: fundador de la España contemporánea. De Voltes Bou, P.
Felipe V, la renovación de España: sociedad y economía en el reinado del primer Borbón. De González Enciso, A.
Felipe V: el rey que reinó dos veces. De Kamen, H.
Jiménez, María y Muñoz, Antonio (2016, 31 de mayo). Felipe V de España. Historia del España. https://historiaespana.es/biografia/felipe-v-espana
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «Biografia de Felipe V» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/felipe_v.htm [página consultada el 18 de marzo de 2025].
HistoriaUniversal.org. (2023). Biografía de Felipe V de España. HistoriaUniversal.org. Recuperado de https://historiauniversal.org/biografia-de-felipe-v-de-espana/