Dado que nos encontramos en pleno mes de Junio, el protagonismo en muchas costumbres tiene que ver con el “solsticio de verano”.
En este post vamos a intentar sintetizar una visión de lo que es el solsticio, su influencia cultural a lo largo de la historia y en diferentes lugares del planeta.
¿Qué es el solsticio de verano?
En primer lugar, tengamos en cuenta que las estaciones se explican a través del movimiento de traslación de la Tierra, o lo que es lo mismo, la posición de nuestro planeta en su órbita alrededor del Sol, y este tipo de fenómeno es tan complejo de explicar que ha provocado que, a lo largo de la historia, se hayan creado numerosos mitos, historias y celebraciones en la tradición popular de diversas culturas y mitologías.
Contrariamente a lo que muchos creen, el hecho de que sea verano o invierno no depende de nuestra distancia con el Sol, que en realidad es mayor durante el verano del hemisferio norte, sino de la inclinación del ecuador terrestre respecto a nuestra gran estrella.
El término solsticio viene del latín “solstitium”, que significa “Sol quieto”, debido a que durante varios días parece que su altura en el firmamento no varía.
El solsticio de verano ocurre durante el verano de cada hemisferio, cuando el semieje de un planeta, ya sea en el hemisferio norte o en el sur, está más inclinado hacia la estrella de su órbita. La máxima inclinación del eje de la Tierra hacia el sol es de 23°27′. Esto ocurre dos veces al año: dos momentos en los que el Sol alcanza su posición más alta en el cielo, como se ve desde el polo norte o sur. El día del solsticio de verano tiene el mayor período de luz del día de todo el año; la excepción son las regiones polares.
En el Hemisferio Sur, no ocurre el Solsticio de Verano tal como se llama y por lo tanto no ocurre en el mes de Junio de ese año. Para las personas que viven en el Hemisferio Sur de nuestro planeta el fenómeno que experimentan se llama Solsticio de Invierno o Solsticio de Diciembre, pues ocurre para la penúltima semana del mes de diciembre, del 20 al 23 de este mes.
Concretamente, en este año 2024, el solsticio de verano en el hemisferio norte tendrá lugar el martes 20 de junio a las 22:50 horas, el día más largo, y, por lo tanto, la noche más corta del 2024.
Interpretación cultural del solsticio de verano
A nivel mundial, la interpretación de este evento ha variado entre las distintas culturas, tanto en tierras europeas, como americanas, asiáticas,.., pero la mayor parte lo celebró o celebra de alguna forma con vacaciones, fiestas y rituales con temas de religión o fertilidad.
El solsticio representaba para las civilizaciones antiguas un momento de esplendor, luminosidad, vitalidad y presencia del mundo espiritual.
Celebración del solsticio de verano a lo largo de la historia
Si nos remontamos a la Edad de Bronce, y relacionado con el asunto que tratamos hoy, tenemos que hablar de Stonehenge, en el Reino Unido, un monumento formado por grandes bloques de piedra. La razón es que al inicio del solsticio, cuando sale el sol, su luz justo atraviese el eje central del conjunto de rocas. Además, en la noche de San Juan las piedras adquieren un toque mágico. Es ese día cuando el sol atraviesa el círculo megalítico e incide directamente sobre la llamada heel stoneo, piedra talón. Un menhir que se levanta fuera del complejo, situado al comienzo de la avenida que dirigía al interior del conjunto.
En la antigua China, la ceremonia de solsticio de verano era una celebración de la tierra, lo femenino y las fuerzas del yin. Se complementaba con el solsticio de invierno, que celebraba el cielo, la masculinidad y las fuerzas yang.
En la cultura egipcia consideraba este evento como el inicio del año nuevo, pues coincide aproximadamente con el levantamiento de la estrella Sirius y la llegada de las inundaciones del Nilo. De hecho, las grandes pirámides están construidas de forma que, si nos situamos en la esfinge, el Sol se sitúa exactamente entre dos de las pirámides el día del solsticio. Para conmemorarlo, las fiestas podían durar hasta ocho días seguidos, con ritos, ceremonias, reuniones músicas, danzas y embarcaciones adornadas con guirnaldas de flores. El dios Egipcio del Sol es el dios Ra, que está representado por un halcón y era el principal protagonista de todas las celebraciones durante esta fecha, con coronaciones y ofrendas de todo tipo.
En la antigua Creta, en estas fechas daba comienzo el año nuevo. Tiempo que marcaba la preparación ritual para la salida heliaca de sirio, unos cuarenta días más tarde.
Los Celtas denominaban al solsticio de verano como Alban Heruin. De acuerdo al antiguo calendario pagano que sigue la Rueda del Año con los Sabaats, fiestas solares, el verano comienza en Beltane (1 de mayo) y termina en Lugnasah (1 de agosto). El solsticio de verano marca entonces su punto máximo.
La cultura Celta siempre ha sido característica de mitos, leyendas, espíritus, deidades y entidades mágicas y misteriosas, y por supuesto, el solsticio de verano ritual celta está enteramente ligado a esta creencia. Y en el caso de solsticio de verano, los celtas festejaban el máximo esplendor del Sol, empezaba la maduración y los casamientos de las parejas, se bendecían hombres, animales y campos de cultivo…
Además, los celtas creían que durante el solsticio de verano diferentes criaturas místicas y mágicas salían de sus cuevas y bosques, y de ahí surge el elemento maestro esa noche, el “fuego”, representado por grandes hogueras que prendían esa noche. De allí nace la tradición de las antorchas y hogueras, con el objetivo de alcanzar la purificación, regeneración y limpieza espiritual. También existía la tradición de pasar a pie descalzo por encima de las cenizas aún calientes de la hoguera, o danzar alrededor de ella para pedir bienaventuranzas y ahuyentar aquellas energías nada provechosas. Además, los agricultores tomaban ramas encendidas y las hacían pasar alrededor del cultivo para alejar los demonios y las enfermedades, así como los ganaderos llevaban a su ganado al frente del fuego para purificarlos y quitarles todo rastro de brujería que pudieran tener.
En la antigua Grecia celebraban el inicio de un nuevo año y las Bufonias, en las que se veneraba a Zeus con sacrificios y a Prometeo, el dador del fuego en contra de los dioses, con hogueras cargadas de leña verde y grasa, para generar tanto humo que llegase hasta el Olimpo y los dioses no se olvidasen de la existencia de los hombres. A mayores, este era el mes de los sacrificios y la adoración a Deméter, diosa de la agricultura que, a pesar de ser a menudo olvidada por la historia mitológica, fue de las más veneradas.
En el caso de la antigua Roma, hasta el establecimiento del cristianismo, en el día del solsticio se celebraba el matrimonio entre los reyes del panteón romano, Júpiter y Juno —de la cual toma su nombre el mes de junio también en nuestra cultura—, y durante esa noche no se dormía, pues la alegría de unas siembras finalizadas y de unas prometedoras siegas llenaba la ciudad de gente con ganas de festejar.
Una de las celebraciones hechas era la del nacimiento del hijo del Fuego, Servio Tulio, el favorito de la diosa Fortuna, y consistía en quedarse toda la noche en vela, con antorchas y velas iluminando los hogares con el objetivo de que durante esa noche, el Sol se llenara de la energía del fuego y que así la cosecha fuera de las mejores.
Además, en esa fecha, se celebraba el día del dios Jano, proveedor y poseedor de las llaves de los portales, cuya cabeza poseía dos caras, cada una apuntando a un Solsticio, el de Verano y el de Invierno, de manera que al momento de llegar uno de ellos, abrir los portales del mundo de las deidades y así hacer más fácil la comunicación entre el mundo terrenal y el divino. A partir de esto nació la creencia de la purificación, ya que al igual que podía comunicarse con seres divinos, también los espíritus malignos influenciarían.
Las antiguas tribus germánicas en Europa celebraban el solsticio de verano, “litha”, con hogueras. Era la noche de festivales del fuego y de la magia de amor, de oráculos para el amor y la adivinación. Las parejas de amantes saltaban a través de las llamas ya que se creía que los cultivos crecerían tan alto como lo que las parejas fuesen capaces de saltar. A través del poder del fuego, al calor de la fogata las doncellas (supuestamente) se enteraban acerca de su futuro marido, con lo que espíritus y demonios serían expulsados de la relación venidera.
En la antigua Suecia, un árbol en el solsticio de verano era llevado y decorado en cada ciudad. Era el árbol solsticial, generalmente un pino. Los aldeanos bailaban a su alrededor. Las mujeres y las niñas acostumbraban bañarse en el río local. Este era un ritual mágico, destinado a atraer la lluvia para los cultivos. Este es la base del rito actual del árbol de Pascua.
En algunos países del este europeo, la noche de Iván Kupala o la víspera de Iván Kupala, es la celebración equivalente a la Noche de San Juan, y es celebrada en Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Polonia a principios del mes de Julio según el calendario gregoriano, luego de una semana de iniciado el mes. Este día festivo combina la palabra “Iván”, nombre eslavo para San Juan Bautista, y “Baño” o Kupala, que se refería al baño en las aguas de los ríos y al término y tradición de San Juan de bautizar personas sumergiéndolas por completo en el agua.
Se consideraba el solsticio de verano rituales paganos, donde se celebraba la fertilidad y las travesuras. Se caracterizaba por ser el día en que las aguas de los ríos y mares subían de temperatura, y bañarse en ellas era más posible que antes, por lo que los devotos se reunían en las noches a los bordes de los ríos para esperar la llegada del Sol.
Uno de los ritos más famosos del Iván Kupala es saltar sobre las llamas de las hogueras que se hacían para purificarse y la lectura del futuro por las doncellas y mujeres que utilizaban coronas y guirnaldas de flores con velas, dejándolas flotando en las aguas para así adivinar el futuro que les depara en cuanto al amor.
La cultura Inca celebraba el Inti Raymi, una ceremonia en la se hacían una serie de ofrendas y sacrificios al dios solar Inti. Estaba instituida como una ceremonia de reconocimiento político para el emperador Inca. Actualmente la ceremonia se realiza con carácter turístico con la presencia de los visitantes nacionales e internacionales que visitan Cusco y los países andinos donde se presenta esta población donde figuran Perú, Colombia, Bolivia, el norte de Argentina o Ecuador.
En Yucatán, México realizan una festividad conocida como Chichén Itzá.
En Bolivia, sobre todo, pero también en Argentina, Chile y Perú, se celebra el willkakuti, un festejo que tiene un origen en la cultura aymara, y es anterior a la llegada de los españoles y que sería prohibido por la Iglesia católica ya que durante su celebración se procedía a realizar sacrificios humanos.
En Estados Unidos el desfile más grande del solsticio de verano en América del Norte se llevó a cabo en 1974, en Santa Bárbara, California.
La Noche de San Juan
La Fiesta de San Juan es una celebración que se hace a la llegada del solsticio de verano, y tiene lugar en las noches del 24 de Junio en todas partes del mundo, principalmente en Europa y los países del hemisferio Norte de nuestro planeta.
El cristianismo incorporó esta festividad en su calendario, rememorando el nacimiento de San Juan, que habría nacido seis meses antes que Jesucristo. Para la festividad del San Juan se apoyó en un pasaje del Evangelio de Lucas en el que narra que Zacarías, padre de San Juan Bautista, sintió tanta alegría al nacer su hijo de Isabel, su mujer ya anciana y supuestamente estéril, que se dedicó a encender hogueras por los alrededores de su casa para que todos los vecinos fuesen a conocer el milagro de la buena nueva. Solo faltaba establecer una fecha.
La actual celebración del San Juan no deja de ser un conjunto de leyendas y ritos de nuestros ancestros —en gran parte olvidados—
Tiene la noche de San Juan un carácter mágico, sobrenatural, con rancio sabor a épocas remotas que, a lo largo de los tiempos, ha originado una multiplicidad de ritos relacionados principalmente con el agua, el sol y el fuego, algunos de los cuales todavía perviven. La Iglesia cristianiza los ritos de los celtas en honor al sol.
La celebración del solsticio de verano llega a toda América Latina por medio de la Noche de San Juan, donde todos los devotos del Santo se reúnen alrededor de una hoguera con tambores, versos, y pañuelos celebrando el nacimiento de este Santo, muchas veces, familias latinoamericanas se reúnen con montones de comida y música específica para esta fecha todos los años, como es el caso de Perú que prepara el Juane, un plato que tiene su origen en la selva peruana y que está hecho a base de arroz y gallina.
Sin embargo, también existen celebraciones derivadas de las culturas indígenas que van desde los Mayas, Mexicas, Incas y Aztecas, hasta las comunidades indígenas de cada país en el mundo.
El rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era “dar más fuerza al Sol” que, a partir de esos días, iba haciéndose más “débil”, pues los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno.
Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia y Reino Unido, en el continente europeo.
En Irlanda, la noche de San Juan, se hacen ofrendas con velas, fuegos artificiales, y las colinas se llenan de fuegos. Los participantes son bendecidos y protegidos de todo mal, que pueda acaecer en su vida.
En Cornualles, los antiguos miraban las colinas llenas de fueguecitos, y según lo que veían predecían su futuro. También es costumbre repartir las cenizas del fuego de San Juan por los campos, para impregnarles de su poder transformador y fertilizante.
En América Latina, Brasil tiene las Festas Juninas; en Bolivia, Chile, Perú, Paraguay, Puerto Rico y Venezuela , la noche de San Juan que está, también, relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas españolas como la Leyenda de la Encantada. San Juan Bautista es el santo patrono de San Juan de la Maguana, en la República Dominicana.
En España, siempre se ha relacionado al solsticio de verano con la víspera de la celebración de San Juan.
Numerosas poblaciones de Castilla y León mantienen hogueras y luminarias en dicha noche, salen a los campos cercanos a recoger plantas de olor o medicinales para sus “zajumerios” (sahumerios) y enramadas, y realizan fiestas musicales .
En las ciudades de Burgos y Segovia se celebran las fiestas de San Juan, San Pedro y San Pablo, las fiestas mayores. También se encienden varias hogueras de San Juan. En la provincia leonesa está muy arraigada a la leyenda de la Encantada, en León también conocida como la Xana, especialmente en las zonas de su montaña. En multitud de poblaciones de su provincia la noche rinde honor a esta y otras leyendas, como la Noche Mágica de Balboa.
En Zamora, la enramada es una antigua tradición de galanes que consiste en que los mozos del pueblo rondaban a las mozas que les gustaban o aquellas a las que le tenían simpatía, y colocaban ramas de cerezo, o guindo, con diferentes significados en los balcones, ventanas, puertas y muros de sus casas. Nos cuenta Mario que si entre la enramada se incluían ramas de olivo “la quiero pero no la olvido”, si la rama era de chopo de río “te quiero pero te quiero poco”, si era de castaño “te quiero pero te engaño”, si por el contrario era de laurel “te quiero para volver”. Si el mozo colgaba una calabaza, cardos o cencerros, es que la moza prefería a otro y “le daba calabazas”. Además, estas enramadas iban adornadas también con cintas o ramos de flores, que si permanecían en las ventanas desde el día de San Juan hasta San Pedro es que la relación era bien vista por la familia de la moza. Por la noche se recorrían las calles del pueblo acompañados por la rondalla. Entre jotas, coplas, exquisitos dulces y licores elaborados de forma artesana por los habitantes, se pasaba el rato hasta el amanecer cuando se cantaba el estribillo (a coger el trébol, el trébol, el trébol, a coger el trébol en la noche de San Juan).
San Pedro Manrique (Soria) mantiene viva la tradición del Paso de Fuego, consistente en que los lugareños atraviesan descalzos las brasas de una gran hoguera en honor de las promesas realizadas a la Virgen de la Peña. Esta fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional.
En Galicia, el día que es posible comunicarse con el más allá, se encienden las hogueras. El fuego protector repele las malas energías y, pasada la media noche, ha de saltarse un número impar de veces, para atraer abundancia y aumentar la fertilidad. En este sentido, existe una tradición, la de saltar nueve olas. Las mujeres que quieren quedar embarazadas, habrán de saltarlas de espaldas.
Además, en Galicia se consideraba que la noche de San Juan era el momento en que las meigas en contacto con el demonio, introducían meigallos (maleficios) en el cuerpo de las personas. Y la forma de hacerlo era a través de la leche, de ahí que debiera guardarse fuera de su alcance. Para evitarlo existían varios conjuros, veamos uno de ellos:
Día de San Xoán alegre
meniña vaite lavar
pillarás auga do poáxaro
antes de que o Sol raiar;
irás o abrente do día
a auga fresca catar;
da auga do paxario
que saúde che ha de dar.
Rituales para San Juan en Galicia
En diferentes partes del mundo encontramos una serie de ritos o rituales, en algunos casos casi exclusivos pero en otros coincidentes, habituales durante el solsticio de verano. Veamos algunos de ellos que tienen lugar en tierras de Galicia, y que fuimos recogiendo:
Purificarse con un elixir de hierbas y agua.
En San Juan, cuando coincide con el mes de la floración, el mes de junio, la naturaleza se llena de hermosas flores que, en su mejor momento, vierten todas sus propiedades mágicas o medicinales en rituales y elegir. Y por eslabón, según la tradición oral gallega, en la víspera de San Juan hay que saís a cosechar siete hierbas y meterlas a remojo en un cubo con agua procedente de siete fuentes diferentes. Y para que esto funcione, el recipiente tendrá que quedar la intemperie durante toda la noche y, en la mañana del día 24 de junio, utilizar el agua para lavarse la cara. A este ritual se le atribuyen todo tipo de proiedades, desde alejar a las brujas o purifiar el alma, hasta encontrar el amor.
Las flores varían según el lugar, y las más demandadas son: hipérico, hinojo, romero, verbena de limón, malva, dedaleira y saúco. También se recogen otras hierbas/flores mágicas propicias cómo: el helecho, la hierba luisa, la retama el laurel, la rosa o el torvisco.
La costumbre de dejar las hierbas recogidas en el agua durante la noche de 23 de junio , en el pretil de la ventana, surge de la combinación de agua con hierbas, para lavar la cara por la mañana. Es el llamado “cacho”. Este elegir tiene propiedades como: purificar el cuerpo y el espíritu, eliminar el mal de ojo, traer buena suerte y alejar a las brujas.
Purificación con agua. Fundamentalmente consiste en bañarse en el mar como forma de purificarse.
Purificación con fuego. Bailar alrededor del fuego, como la tierra danza alrededor del sol, es una celebración-ritual de paso. Quemar en él lo viejo y/o saltarlo, es una forma de concluir un ciclo, y atraer la chispa divina a nuestra vida.
Saltar sobre la hoguera. Se dice que al montar una hoguera o “cacharela” en la Noche de San Juan Bautista, y saltar de 7 a 9 veces sobre el fuego, brindará protección sobre todo el año y que si se hace acompañado, la amistad o el amor se hará más fuerte. La tradición dice que el número saltos, si bien varía en función de la zona, eso sí, siempre debe ser un número impar.
Con esta práctica se persigue ahuyentar a los malos espíritus y asegurar la protección durante lo resto del año gracias a purificación con el fuego.
En Galicia a las hogueras se le conoce como cacharelas, siendo una de las fiestas de las hogueras más famosa, la que se celebra en la noche de San Juan en la ciudad de A Coruña, no en vano está catalogada como una Fiesta de interés turístico internacional.
Otros rituales consisten en:
- dormir con tres patatas bajo la almohada para adivinar el futuro;
- hacer una cruz en las árboles a medianoche para cumplir promesas y que estas se mantengan durante toda la vida;
- enterrar una vela para pedir fertilidad de la tierra y buenas cosechas;
- cascar un huevo en un vaso de agua y ver, al día siguiente, como se encuentra situado (en función de la posición el año será mejor o peor);
- lanzar una trenza de flores a tu pareja en el momento de saltar la hoguera. Si tu pareja la recoge será un presagio de prosperidad para e futuro de la relación;
- colocar en una taza de agua un par de agujas. Si se separan, la relación no durará;
- encender dos velas rojas y quemar en ellas un papel con el nombre de una persona deseada;
- …
Y también
Las nueve olas. Consiste en bañarse en el mar durante la madrugada, ya que dicen que con eso tendrás salud durante lo resto del año. El conocido ritual de las nueve olas de A Lanzada, lo suelen realizar las mujeres que buscan quedar embarazadas. Si además de hacerlo saltas nueve oñas, eliminarás las energías negativas y las hembras aumentarán su fertilidad.
La queimada y el conjuro. A este brebaje , típico de la tradición gallega, se le atribuyen facultades curativas, así como la protección contra las brujas y el mal de ojo. La queimada es una bebida que se obtiene de mezclar aguardiente de orujo, azúcar, cítricos y granos de café. Se prepara en una olla de barro y se le prende fuego para quemar el alcohol. En ese momento, entre las llamas, se recita un conjuro para pedir la protección de los espíritus.
Este es el más habitual:
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das mencinheiras.
Pobres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.
Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregon da morte, foucinho do satiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satan e Belcebu, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.
Barriga inutil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente, quedando asi purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.
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Referencias
Mitos, ritos y leyendas de Galicia. De Domelo, X.A.
Mitoloxia de Galiza. Lendas, tradición, maxias, santos e milagres. De Vaqueiro, V.
https://www.nationalgeographic.com.es