En el marco de la serie dedicada a las leyendas gallegas, y tras nuestras publicaciones dedicadas al Panteón de dioses gallegos, el Samaín y las Piedras y rocas en la mitología gallega, hoy nos centraremos en San Andrés de Teixido.
Nos tenemos que situar en Cedeira, en la costa septentrional de Galicia, donde hay una pequeña ermita consagrada a Santo Andrés y en la cual se conservan, según la leyenda, parte de sus huesos. Este santo estaba muy apesadumbrado por el hecho de que su tumba se encontrase en los confines de la tierra. Jesús le consoló entonces diciéndole: “No te preocupes, que tendrá que ir a visitarte todo el mundo, ya en vida, ya en muerte”.
Y efectivamente, aún hoy en día se dice: “A Santo Andrés de Teixido va de muerto el que no fue de vivo”, pues se piensa que los que no peregrinaron en vida lo tendrán que hacer tras la muerte en forma de serpiente o de lagartija, y por ello los peregrinos que se aproximan a la ermita tienen mucho cuidado en no pisar a ninguno de estos animales. El que se ofreció a Santo André y no fue de vivo, debe de ir de muerto, y para eso, una forma de cumplir con la romería, es con la ayuda de sus familiares vivos (normalmente dos) acompañando el alma del muerto. Antes de comenzar la peregrinación, los parientes van al cementerio, donde se encuentra la tumba del difunto, para invitar al espíritu del muerto a hacer el viaje con ellos.
Se dice que San Andrés, uno de los apóstoles de Jesús, estaba celoso del Apóstol Santiago, a cuyo templo peregrinaban cada año cientos de fieles. Un día, Jesús le visitó acompañado de San Pedro y tras conocer los sentimientos de San Andrés, le prometió que a su santuario acudirían en procesión los creyentes y, los que no lo hicieran mientras estaban vivos, lo harían después de morir, convertidos en lagartos, sapos o culebras. Y así empezó todo.
El pan de Santo Andrés: Con la miga del pan se hacen Sanandresiños, figuras representativas de la romería. Inicialmente había 3 figuras: un hombre, una mujer y una paloma. Hoy en día son 5 las figuras representadas, que son:
– La mano: protección para el amor, las buenas compañías y la amistad
– El pez: protección para el trabajo y el sustento
– La barca: protección para los viajes, la casa y los negocios
– El santo: protección para la salud física y mental y la buena convivencia
– El pensamiento: protección para los estudios, las pruebas y el sentidiño (viene a ser algo así como el sentido común). Eficaz contra la envidia y el mal de ojo
La Fuente de los Tres Caños: A la Fuente de los Tres Caños, o Fonte do Santo, le consultan acerca de si Santo Andrés concederá o no lo que se le pide. Para eso, se echa un trozo de pan. Si flota, es porque Santo Andrés atenderá la súplica. Si se hunde, no hay esperanza. Según otra versión, si el trozo de pan flota, el interesado volverá de nuevo a Santo Andrés de Teixido.
La hierba de enamorar: se da en los alrededores de Teixido, y dicen que es buena para solventar los problemas de amores.
El Ramo de Santo Andrés: Una de las tradiciones consiste en volver de la romería con el ramo de Santo Andrés. El ramo consiste en una vara de avellano y, atadas en ella, varias ramitas de tejo.
Amilladoiros: son lugares que están a las veras del camino hacia Santo Andrés de Teixido en los cuales se amontonan piedras. Se trata de “amillar” piedras traídas de sus ciudades o aldeas propias, y tirarlas en el Amilladoiro. Según cuenta la leyenda, las piedras hablarán en el Juicio Final para decir quién cumplió con la promesa de ir a Santo Andrés de Teixido.