Indisociable la relación entre Florencia y los Medici, vamos a saber algo más sobre esta poderosa familia del Renacimiento en la actual Italia.
En primer lugar quiero decir que hace apenas un par de meses tuve la ocasión de recorrer las calles de Florencia. Aquella hermosa ciudad que yo visité hace más 30 años y de la que volví enamorada, nada tiene que ver con la Florencia que me encontré en esta ocasión. Muy posiblemente la que he cambiado he sido yo, no la ciudad, pero lo cierto es que me topé con una ciudad sucia, caótica en su movilidad, poco o nada accesible, arrasada por el turismo y llena de comercios de lujo que compiten con su espléndido patrimonio.
Seguramente el romanticismo que me embargaba a los 20 años sólo me dejó entrever en ese momento una ciudad de hermosas calles medievales en las que paseaba de la mano de Petrarca, me enamoraba de algún miembro de los Medici y me deleitaba con el genio de Leonardo y Brunelleschi.
Dejando al margen su patrimonio, que nadie discute, lo cierto es que, a día de hoy, la ciudad me ha parecido realmente incómoda para vivir.
En todo caso Florencia va irremediablemente unida a la familia Médici. No se puede concebir esta ciudad sin la historia de esta familia por lo que… vamos a conocerla.
Los señores de Florencia
La familia Medici ejerció su influencia durante 3 siglos en una Florencia inicialmente dividida entre las grandes familias de nobles.
Esta influyente dinastía se inicia con Giovanni di Bici, comerciante de lana con visión emprendedora, que crea un banco en Florencia en torno al 1397 que le supone una gran fortuna que heredan sus hijos Cosimo y Lorenzo.
Cosimo, conocido como El Viejo para distinguirlo de sus sucesores, contrae matrimonio con Contessina de Bardi, perteneciente a una de las familias aristocráticas más ilustres de la ciudad, lo que le convierte en una de las personas más influyentes y ricas de la ciudad de Florencia. Cosimo no sólo duplica el patrimonio heredado de su padre, sino que abre nuevas filiales de su banco a lo largo de toda Italia, Francia, Inglaterra y Suiza. Es también el primer mecenas de la familia Médici al que le debemos, entre otras grandes obras, la construcción de la cúpula de la catedral de Santa Maria del Fiore llevada a cabo por Brunelleschi. Cosimo, de formación humanista, marca el inicio del Renacimiento intelectual florentino.
Hombre inteligente en un momento histórico delicado, Cosimo el Viejo se vale del mecenazgo como instrumento de promoción política, cuidando de no promocionar proyectos demasiado ostentosos en lo personal y apoyando aquellos asociados a la prosperidad de la ciudad para evitar envidias y rivalidades.
Cosimo crea una red clientelar a través de favores económicos que le genera amigos poderosos. La acumulación de poder derivado de su riqueza también le originó enemigos como fueron los Albizzi y los Strozzi, pero su carácter prudente le ayudó a salir victorioso de estas rivalidades ayudándose de su manejo de la diplomacia internacional. El apoyo a la burguesía no fue pacífico y mientras esta medraba, la nobleza empezaba a retorcerse y “sisear” por considerar que estaba perdiendo poder frente al dinero.
Aquejado por la gota, enfermedad de la familia, Cosimo fallece en 1464 en su villa de Careggi a las afueras de Florencia. Su legado político sería recogido por su hijo Pietro, el Gotoso, ya que su hijo mayor, Giovanni, había fallecido en 1463. Pero Cosimo ante la fragilidad de su hijo Pietro había depositado su confianza en su nieto Lorenzo, el conocido como el Magnífico, que junto con su hermano menor Giuliano formaban la descendencia de Pietro.
Cosimo aventura la gran virtud que para la diplomacia posee su nieto Lorenzo de apenas 15 años.
Cosimo deja recogido en su testamento su deseo de ser enterrado como un ciudadano más. Logró asi salir de escena igual que había entrado: de forma modesta pero siendo el señor de Florencia.
Lorenzo el Magnífico
Pietro de Medici, hijo de Cosimo, tiene dos hijos: Lorenzo (el conocido posteriormente como el Magnífico y Giuliano). Pietro que carece de carácter y salud para gobernar, muere 3 años después de su padre dejando la continuidad de la dinastía en sus hijos Lorenzo de 20 años y Giuliano de 16 años.
Lorenzo, joven amante de las artes, creció rodeado de intelectuales lo que acentuó su gusto por la poesía, su gran pasión. En su vida jugaron un papel fundamental tres mujeres:
- Lucrecia Tornabuoni, su madre. Mujer culta y respetada que le inculco una espléndida formación humanística y artística. No sólo escribía poesía sino que patrocinaba a artistas. A su lado Lorenzo conoció a artistas de la talla de Botticelli o Pico dela Mirandola. Fue la artífice en la elección de su esposa: Clarisa Orsini, noble romana que aportaría rango a la familia.
- Su esposa, Clarisa Orsini. Aunque Lorenzo no destacaba por su fidelidad, siendo el suyo un matrimonio de conveniencia, siempre le unió a su esposa un sentimiento de afecto y respeto. Esta, a su vez, no dudó en poner a disposición de su esposo sus dotes diplomáticas.
- Su hermana mayor Bianca. Casada por amor con un Pazzi (familia que lideraba la facción aristocrática) en contra de la voluntad de ambas familias. Este matrimonio derivó en la mayor tragedia en la familia Médici de la época.
Entre los protegidos y apoyados por Lorenzo podemos encontrar artistas de la talla de Sandro Botticelli, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Lorenzo, siguiendo la estela de su abuela, pretende convertir a Florencia en la ciudad de las artes. Con este mecenazgo además apoyaba a los oficios y al comercio asegurándose el apoyo del pueblo.
Pero la aristocracia no cejaba en el empeño de dar un paso atrás en su protagonismo. El rencor acumulado a lo largo de los años derivó en un episodio funesto: la conjura de los Pazzi. Rivales banqueros que miraban con envidia las alianzas comerciales de los Medici acordaron desembarazarse, de una vez por todas, de Lorenzo y Giuliano.
El 26 de abril de 1478 los Medici y los Pazzi asisten a la misa del domingo en la catedral de Santa María del Fiore. A una señal de los Pazzi los mercenarios pagados por éstos se abalanzaron sobre Giuliano y Lorenzo en el afán de apuñalarlos y matarlos. Mientras que Giuliano resultó herido de muerte, Lorenzo, su madre y su esposa se refugiaron en la sacristía.
Jacopo Pazzi se presentó junto con sus mercenarios en el Palazzo Vecchio, sede del gobierno de Florencia, como liberador de la tiranía de los Medici. Lejos de ser alabado el pueblo cargó contra él por su cruel y cobarde atentado y por haber cometido el sacrilegio de derramar sangres en suelo sagrado.
La respuesta y venganza de Lorenzo de Medici no se hizo esperar. Los autores materiales fueron ahorcados en público desde las ventanas del Palacio Vecchio, sus bienes fueron confiscados y destruidos y expulsados de la ciudad los demás miembros de la familia Pazzi ajenos a la conjura. Entre estos últimos se hallaba el marido de su hermana Bianca de Medici, quién decidió seguirlo al exilio.
El fallecimiento de Giuliano, enterrado en la basílica Medici, nunca fue superado por Lorenzo e influyó en sus decisiones futuras concentrado cada vez más el poder político en sus manos, instaurando así un gobierno cada vez más autocrático.
Lorenzo acumulaba poder pero ello no impidió que varios sucesos hicieran tambalear su aguerrido carácter. La muerte de su madre en 1482 y de su esposa en 1488 supuso un duro golpe emocional. Ambas mujeres después de la muerte de su hermano habían sido su sustento. A ello se suma los inicios de la enfermedad heredada de su padre, la gota.
El gran David de Florencia comienza a fisurarse. Sus últimos años estuvieron teñidos por la amargura. La pérdida de sus familiares más allegados, las críticas hacia su acumulación de poder y sus problemas de salud fueron apagando su vitalidad.
El golpe final fue atestado por el fraile dominico Girolamo Savonarola, predicador fanático e intransigente que dominaba la oratoria.
Savonarola fue el creador de la hoguera de las vanidades. Instaba al pueblo para que se desprendieran de todos los lujos debiendo arder estos en un fuego de purificación. La castidad, la austeridad y la pobreza era el centro de sus prédicas. Llegado a Florencia, cuna del renacimiento y de las artes, Savonarola sentenció que esta ciudad no era una de las sala del infierno, era el infierno mismo. Su discurso sencillo pero acalorado caló entre el pueblo llano que se posicionó en contra de la nobleza y la burguesía.
Este personaje acabó gobernando la ciudad de Florencia que derivó en una teocracia dictatorial extrema. Pero este personaje merece ser objeto de una entrada específica.
Antes de su muerte, Lorenzo tuvo la oportunidad de saborear la victoria de un deseo cumplido: el nombramiento como cardenal de su segundo hijo que se acabaría convirtiendo en el papa León X, lo que garantizaba a la familia el apoyo de la curia vaticana.
El 8 de abril de 1492 fallece Lorenzo de Medici llamado El Magnífico por sus contemporáneos, nombre con el que ha pasado a la historia y que quedará unido irremediablemente a la ciudad de Florencia. Florencia no se puede concebir, tal y como es hoy, sin los Medici y los Medici no se pueden concebir sin Florencia.
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Referencias
Casa de Medicci. De Captivating History
Los Medici 1: Una dinastía al poder. De Strukul, M.
Serie: Los Medici: Señores de Florencia. Directores: Sergio Mimica-Gezzan, Jon Cassar, Jan Maria Michelini, Christian Duguay
Nathional Geographic Cossimo de Medici, fundador de una dinastía.
Árbol genealógico https://www.pinterest.es/pin/326018460530455439/