Por estar de plena actualidad, es un buen momento para recordar la historia de las máscaras.
Las máscaras son objetos que pueden tener diferentes formas y pueden cubrir todo el rostro, sólo los ojos o únicamente la boca. Pueden fabricarse con numerosos tipos de materiales, como madera, tela y fibra vegetal. Pueden incorporar pintura, metal, arcilla, plumas, cuentas, tela de corteza,….
Algunas veces las máscaras son parte integrante de un rito religioso o festivo, otras una garantía de anonimato o servir para proteger la salud. Por lo general, permiten el acceso a universos regidos por la imaginación o las dimensiones espirituales invisibles. Los narradores a menudo suponen el uso de máscaras para dar más vida a sus narraciones, mientras que muchos de los eventos de la propia naturaleza que no se podían explicar eran comprendidos a través del recurso de estas herramientas de ilusión e imaginación. Las máscaras tuvieron un papel activo en muchas civilizaciones.
El enmascaramiento es una tradición antigua, que se remonta a la escultura paleolítica y la pintura rupestre del suroeste de Europa (30000-15000 a.C.) y pinturas y grabados rupestres de Tassili n’Ajjer, en el sudesde de Argelia, en el norte de África (4000-2000 a.C.).
Las máscaras y las, lamentablemente, hoy tan utilizadas mascarillas tienen y han tenido diferentes finalidades a lo largo del tiempo y en las diferentes sociedades. Veamos algunas de ellas:
- Como elemento de protección para un individuo. En los siglos XV y XVI, la armadura japonesa, europea y del Medio Oriente incluía un casco que protegía la cabeza y, en algunos ejemplos, también asustaba a un enemigo.
- Iniciación y mayoría de edad. Iniciación y mayoría de edad. Muchas sociedades en diferentes partes del mundo institucionalizan la transformación física y social que sufren los niños y las niñas en el momento de la pubertad para marcar ritualmente su paso desde la infancia hasta la edad adulta. En Sierra Leona, en África occidental, las niñas de Mende comienzan un proceso de iniciación aprendiendo cantos y bailes tradicionales y son educadas sobre sus futuros roles como esposas y madres. Finalizan el ritual formando una procesión y desfilando encabezadas por una bailarina enmascarada que representa un espíritu acuático. En el caso del Congo y Angola encontramos que, tanto novicios iniciados como altos funcionarios usan máscaras para las celebraciones de iniciación final y durante el período de reclusión cuando los niños son socializados en hombres.
- Sanación y bienestar comunitario. Finalidad hoy conocida sobradamente por todos los ciudadanos del mundo.
- Una máscara puede permitir al usuario trascender su naturaleza física ordinaria, o en algunos casos a ella, y asumir la identidad de otra criatura, ancestro o fuerza sobrenatural. De hecho, la mayoría de las máscaras están asociadas con actividades ceremoniales o rituales de carácter social, religioso, económico o político. En una estafa de desempeño, a menudo expresan el otro mundo de los espíritus y hacen visible lo que es invisible.
- Fertilidad agrícola. Los Hopi del norte de Arizona han establecido un ciclo ceremonial para atraer nubes y lluvia, pero también promover la armonía en el universo para garantizar salud y larga vida a los Hopi. La ceremonia la realiza un grupo caracterizado con una tablita de madera (forma de cresta) que representa imágenes de arco iris, nubes, sol e imágenes fálicas. La tablita supera una máscara de caja, generalmente la mitad de ella pintada de verde, mientras que la otra mitad es de color rosa. El cuerpo del imitador está pintado de negro y decorado con motivos de media luna de colores claros.
- En producciones teatrales. Los festivales en la antigua Grecia usaban máscaras, hechas de lino, corcho o madera liviana, tanto para dramas como para comedias. Para las tragedias, las máscaras representaban hombres y mujeres, así como dioses. Máscaras de animales, aves e insectos solo se encontraron en comedias. La cultura romana continuó utilizando máscaras teatrales y, desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII, las compañías itinerantes italianas y francesas emplearon máscaras o medias máscaras para exagerar los rasgos de los personajes del teatro popular.
- Control social y liderazgo. Las máscaras de Dan, un grupo políticamente no centralizado en el sureste de Liberia, funcionan principalmente como agentes de control social.
- Halloween se ha desarrollado a partir de un ritual anglosajón y celta, para convertirse en un importante evento de enmascaramiento que involucra a niños y adultos que usan disfraces que representan aspectos de la cultura popular, cuestiones políticas, travestis, transgresiones sociales o fantasías personales.
- En el ámbito religioso, sirvieron como instrumentos esenciales para rituales sagrados.
Hagamos ahora un breve y rápido repaso a la historia de las máscaras:
El hombre primitivo utilizó las primeras máscaras para poder cazar. Pero luego, encontró una magia en las máscaras de los animales. El hombre primitivo de la Edad de Piedra, disfrazado con la piel y la cornamenta de un ciervo y asomándole los dedos de la manos y los pies. Formaba parte de una danza destinada a atraer o a incrementar la caza.
En el caso de Europa, desde la antigüedad, las máscaras se habían utilizado para proteger el cutis de los rayos del sol, ya que el tono claro de la piel denotaba la pertenencia a una clase alta, en contraposición a la piel curtida que se asociaba con los trabajos físicos, y por tanto a las clases sociales más bajas. Además la blancura del rostro era un elemento fundamental en el ideal de belleza femenino.
Los griegos antiguos fueron pioneros en el uso de máscaras con la adopción de las fiestas dionisíacas, perpetradas en honor de Dionisos, un dios responsable de los rituales del vino y la fertilidad. Durante el festejo, todo el mundo bailaba, cantaba y realizaban orgías evocando la presencia de dios a través del uso de la máscara. En el Teatro Griego aparece la máscara en un principio más neutra, sin expresión, y luego en la época helenística esto cambia.
Con la caída del Imperio Romano, los primeros cristianos prácticamente prohibieron el uso de máscaras, teniendo en cuenta que eran instrumentos de paganismo.
En la corte francesa de Luis XIII algunas damas mantenían la máscara puesta para marcar distancia con las demás. Y fue en Francia donde las máscaras con forma de antifaces, que se llamaban “loup” (lobo), cubrían desde la frente hasta el mentón y se sujetaba con un botón en la boca. Las máscaras de satén negro eran muy corrientes e las grandes ciudades europeas, y fueran del tipo que fueran, se convirtieron en un complemento cargado de coquetería utilizado por toda mujer con clase.
En Londres, en la segunda mitad del siglo XVII, la ropa de invierno de una dama elegante debía incluir además de los guantes, bufandas y manguito de piel, una máscara o antifaz para proteger el cutis.
Pero si hubo una ciudad donde las máscaras se incorporaron a la vida diaria de sus habitantes, ésa fue Venecia, sobre todo en Carnaval, pero también en los meses de octubre a diciembre. En el siglo XVIII, las máscaras se convirtieron en objetos de uso cotidiano por todos y cada uno de sus habitantes, revelando únicamente nariz y ojos. Pronto fueron prohibidos debido a la dificultad de las fuentes policiales para la identificación de criminales que proliferaron durante la época.
En el caso de España, parece que no arraigó demasiado la moda de las máscaras femeninas. Las mujeres españolas eran partidarias de protegerse la piel con un pañuelo o un velo ligero, que les cubría la cara, de los ojos a la garganta. Así, en la Edad Media utilizaban “las tocas” para protegerse de los agentes atmosféricos. La “toca de rebozo” cubría tanto la cabeza como la boca y la nariz, y se utilizaba tanto en el ámbito doméstico como en el público.
En África, eran elaboradas de manera artesanal, con rasgos distorsionados, proporcionalmente más grandes de lo normal, hechos de cobre, madera o marfil. Entre varias culturas, las mascaradas se consideran la encarnación de los poderes vitales del desierto y sus habitantes. Se cree que las primeras máscaras se utilizaron en África antes de la era paleolítica. Representan espíritus de animales o ancestros, héroes mitológicos, valores morales o una forma de honrar simbólicamente a una persona.
Las máscaras africanas suelen tener la forma de un rostro humano o el hocico de un animal. Son muy estilizadas porque las culturas africanas distinguen entre la apariencia externa de algo y su esencia. Los animales son un tema común en la fabricación de máscaras africanas. Representan el espíritu de un animal y la persona que lleva la máscara se convierte en el animal que permite la comunicación con el animal, por ejemplo, para pedirle que se mantenga alejado del pueblo. En otros casos, el animal es un símbolo de virtud. Los animales más comunes representados con máscaras son los búfalos, hienas, halcones, cocodrilos y antílopes. Otro tema de las máscaras africanas es el rostro femenino creado por el ideal de belleza femenina.
Las máscaras que representan a los antepasados suelen tener la forma de un cráneo humano. Se utilizan en diversas ceremonias como testigos, como protectores de los ancestros muertos para los que se busca la aprobación, o como sujetos a los que se les rinde respeto.
En el Antiguo Egipto, utilizaban también máscaras para sus celebraciones religiosas y ceremoniales. El ejemplo más conocido es el de la representación de la muerte y resurrección de Osiris. Utilizaron las máscaras hechas con piedras preciosas sobre momias listas para ser enterradas ya que se consideraba muy importante que el alma fuera capaz de reconocer el cuerpo para que pudiera volver a él.
Las máscaras mortuorias fueron hechas a imagen del difunto y de diferentes materiales. Las primeras máscaras fueron hechas de madera, después usaron lo que se llama cartón, un material hecho de papiro o lino y sumergido en yeso y luego moldeado en un molde de madera. Esto era, por supuesto, una variante barata para la clase baja. Las verdaderas máscaras mortuorias estaban hechas de metales preciosos. Una de las máscaras mortuorias más famosas es la máscara de Tutankamón.
Las máscaras rituales eran usadas por los sacerdotes. Estas máscaras también fueron hechas de cartón y luego pintadas. Fueron hechas a semejanza de las cabezas de animales, las cabezas de los dioses del antiguo Egipto. La cabeza de Anubis, dios de la muerte con la cabeza de un chacal, se utilizaba durante las ceremonias funerarias, como la “Apertura de la boca”, que era una animación simbólica de una momia.
En América, entre los indígenas habitantes del noroeste de los actuales Estados Unidos, utilizaban las máscaras en ceremonias para llorar a los seres queridos que habían perdido.
Los indígenas brasileños llevaron máscaras en sus ceremonias que simbolizaban animales, aves e insectos.
En varias tribus primitivas, los indios de más edad utilizaban las máscaras en ceremonias de curación para expulsar entidades negativas con el propósito de unir parejas en matrimonio o en los rituales de transición, momentos de cambios marcados por el paso de la infancia para el mundo de los adultos. Las máscaras también tenían rasgos simbólicos, como se ve en las tribus de esquimales que viven en Alaska. Las máscaras de las poblaciones de esquimales de Alaska funcionan para brindar protección contra los espíritus de la naturaleza potencialmente peligrosos y para garantizar una caza exitosa. Para los esquimales, los animales no son solo productos alimenticios, sino seres espirituales que deben ser tratados con respeto.
En Asia, eran utilizadas tanto en ritos espirituales como en la ejecución de enlaces matrimoniales y en representaciones teatrales. Se puede ver un ejemplo espectacular con los dramas de Barong-Rangda de Bali, que representan el antiguo conflicto entre las fuerzas del bien y el mal.
En China se utilizan en espectáculos de danza. Durante las ceremonias que tienen lugar como celebraciones de bienvenida de los dioses y espíritus, los grupos de personas llevan “máscaras de hechicero”. Estas máscaras también se utilizan en los rituales que se celebran como oraciones por un mañana mejor y durante los ritos funerarios para ayudar a un alma a descansar en paz.
Las máscaras festivas se utilizan en las celebraciones, especialmente durante el Año Nuevo Chino. Durante el Año Nuevo Chino se usan muchas máscaras, pero la más famosa e importante de ellas es la máscara de dragón. La máscara de dragón es un símbolo de fortuna y prosperidad en la cultura china. Suele ser muy complejo, coloreado en rojo, oro y azul y decorado con plumas y pelo.
Un caso especial es el de las máscaras venecianas, seguramente las más conocidas por todo el mundo.
Cada año, de febrero a marzo, el Carnaval tiene lugar en Venecia. Comenzó en 1168 como una celebración de la victoria de la República de Venecia, y se convirtió en un evento anual hasta que fue prohibido por el Rey de Austria en 1797. Fue restablecido en 1979 y se celebra de nuevo cada año.
Se sabe poco sobre las razones para usar máscaras durante el carnaval. Puede ser un acto de rebelión contra una de las estructuras de clase jerárquica más rígidas de la historia europea. El primer documento que menciona el uso de máscaras en Venecia data del siglo XIII.
Las máscaras que se utilizan tradicionalmente durante el carnaval veneciano se pueden dividir en dos grupos: las máscaras de la Commedia dell’Arte y las máscaras de carnaval:
- La Commedia dell’Arte era un tipo de teatro improvisado popular entre los siglos XVI y XVIII. Los artistas y actores ambulantes hacen malabarismos con obras improvisadas con el esqueleto de un guión en el que es fácil insertar temas de actualidad, lo que los hace muy populares.
- Las máscaras de carnaval también tienen sus nombres y son más populares. Las veremos a continuación.
Tipos de máscaras venecianas:
- “Bauta”, probablemente la máscara más famosa. Cubre toda la cara y no tiene boca, pero tiene un pico en forma de barbilla que permite al usuario hablar, comer y beber sin quitárselo. Con él va un abrigo rojo o negro y un sombrero de tricornio.
- “Dama” es una máscara completa con un rostro femenino, fuertemente dorado.
- “Gatto” es una media máscara con la forma de la cabeza de un gato.
- “Dottore Peste” o “Medico della Peste” es una máscara es una copia de una máscara histórica utilizada por los médicos que trataban a los pacientes que sufrían la plaga. Estaban hechos de cuero con un largo «pico» en el que se colocaban las hierbas y tenían una abertura para ver cubierta con cristales. La máscara Médico della peste, originalmente no era una máscara de carnaval, sino un traje usado como protección contra la plaga. Está intrínsecamente ligado a la historia de Venecia, ya que la ciudad fue golpeada por varios brotes de peste entre 1361 y 1680. El traje de Médico della peste consistía en un abrigo y/o vestido negro hasta el tobillo hecho de tela pesada y generalmente encerado, guantes protectores y una máscara parecida a la de un pájaro con un pico largo. La máscara distintiva era generalmente blanca con dos agujeros redondos en los ojos cubiertos con vidrio. Tenía dos pequeños orificios nasales y actuaba como una especie de respirador (o máscara de gas primitivo), lleno de especias, hierbas picantes, alcanfor y otras sustancias aromáticas fuertes, que supuestamente purificaban el aire que habían respirado las víctimas de la plaga.
- “Moretta”, usualmente usada por las mujeres, es una máscara ovalada, sin tirantes, de terciopelo, sin apertura para la boca, que se mantiene en su lugar por un botón apretado entre los dientes, por lo que también se la llama “máscara muda” o “servetta muta”. Su nombre deriva de la palabra moro que significa negro en veneciano.
- “Pantalone” es una de las más antiguas. El Pantalone es un personaje de la Commedia del’Arte. Es un viejo, ávido y mezquino comerciante, que lleva un manto negro, un gorro de lana, pantalones cortos y calcetines largos y rojos (pantalón), el traje típico de los comerciantes venecianos. Está representado con una nariz de gancho, cejas prominentes, perilla puntiaguda, mientras que un dominó negro oculta la mitad de su cara.
- “Gnaga”, es parte de un disfraz usado por hombres disfrazados de mujeres. El traje tradicional de los Gnaga incluye ropa femenina y una máscara que representa un gato femenino. A menudo se usaba con una cesta bajo el brazo, que normalmente contenía un pequeño gatito. La persona que llevaba el disfraz se comportaba como una cortesana plebeya, emitiendo sonidos agudos y maullidos burlones.
- “Arlecchino”. Arlequín es originalmente una de las máscaras más populares de la Commedia del’Arte, del bajo de Bergamo del siglo XVI. Arlecchino es ahora una figura central del moderno carnaval veneciano.
- “Colombina”. La novia de Arlecchino, Colombina (también conocida como Arlecchina), no es una verdadera máscara, ya que la Servetta lleva su propio rostro o, más raramente, una media máscara, asumiendo sólo el traje y el dialecto de la región que elige representar.
Y en cuanto a las mascarillas. Nos encontramos que a partir del año 1897 los médicos empezaron a utilizar una especie de mascarillas, con el fin no de protegerse o proteger de infecciones, si no de evitar esparcir gotas al toser o estornudar durante las intervenciones. Las primigenias eran muy rudimentarias ya que estaban fabricadas con un pañuelo grande atado alrededor de la boca y nariz.
Con la epidemia de gripe mal llamada “española” se generalizó el uso de las mascarillas protectoras y se comenzaron a utilizar por parte de toda la población para proteger y protegerse de la enfermedad.
Según algunos autores, el inventor fue Wu Lien-teh, y todo se desarrolló a partir de una gran plaga en Manchuria (norte de China). Tomando como base las mascarillas quirúrgicas que ya existían en Europa, las mejoró agregándoles más capas de material a modo de filtro. Esto supuso un gran avance. Además era barata y sus materiales eran fáciles de conseguir, por lo que la producción en masa se disparó. Tras esto, y a través de la prensa, la mascarilla se hizo popular en Europa y el resto del mundo y su producción se disparó. Los médicos empezaron a utilizarla, también los soldados e incluso la gente de a pie y se convirtieron en un símbolo del avance científico.
Cuando en 1917 llegó la “gripe española”, la mascarilla de Wu era mundialmente reconocida, y ayudó a mitigar en gran medida la propagación de la enfermedad, cuyos números fueron aun así terribles.
En definitiva, una historia, la de las máscaras, que ha pasado por épocas rituales, modas, necesidades sanitarias, etc, pero que sin duda, en estos últimos meses de alerta sanitaria mundial, la protagonista ha sido la mascarilla, un objeto que ha salvado millones de vidas.
Referencias:
National Geographic.
Máscaras: el arte de la expresión, de Mack, J.
La evolución de las máscaras y su aporte social, de Marrazi, A.L.
la información muy buena