La Edad Media y las Cruzadas suelen ir cogidas de la mano. Un caballero templario forma parte de cualquier historia medieval que se precie, y así aparecen referencias a las cruzadas o a los monjes-guerreros en novelas y películas como El reino de los cielos, Robin Hood, El caballero templario, La sangre de los templarios, El Código Da Vinci, Templario…. Pero ¿qué son y como surgen las Cruzadas?.
En el siglo IV el Cristianismo se había convertido en la religión oficial del Imperio Romano. A la muerte del emperador Teodosio I (año 395) el Imperio Romano se divide, dejando en herencia el trono a sus dos hijos: a Arcadio le correspondió Oriente y a Honorio Occidente.
Esta división del Imperio desembocó en la partición en el seno de la Iglesia cristiana. La parte occidental, centrada en Roma, se convirtió en Católica; mientras que la parte oriental, centrada en Constantinopla, se convirtió en Ortodoxa.
Si esto ya supuso un lío religioso que desembocó en un cisma en el año 1054 derivado de las relaciones difíciles entre las dos partes más importantes de la Iglesia universal, la cosa todavía se complicó más con el surgimiento del Islam allá por el siglo VII.
El intento de expansión del cristianismo dio lugar al nacimiento de las Cruzadas de las que formaban parte brillantes caballeros con la misión de salvar los lugares santos de los bárbaros y asegurarlos para la peregrinación de los cristianos. Pero a los ojos de los árabes fue una invasión de Occidente en la que destruían sus hogares y tomaban a sus mujeres.
Asimismo, la expansión del Islam derivó en la ocupación de los Santos Lugares en Palestina, situación que los cristianos no podían consentir.
Llegados a este punto los árabes abanderando la religión islámica se lanzan a la “Guerra Santa” como argumento de sus conquistas, mientras que los occidentales abanderando la religión cristiana, se lanzan a las “Cruzadas”, que es más de los mismo pero con distinto nombre en honor al símbolo de la cruz que llevaban los soldados, como un deseo de recuperar sus terrenos sagrados.
Desde 1099 se realizaron 8 cruzadas a cual más salvaje. Las órdenes religiosas (monjes guerreros) las ricas ciudades italianas y los señores feudales financiaron gran parte de las campañas. Tanta muerte no sirvió más que para diezmar la población europea y enriquecer a unos pocos.
Al margen del interés religioso no debe olvidarse el sentido económico de estas cruzadas, ya que el dominio del Mediterráneo por los musulmanes dificultaba el comercio entre Oriente y Occidente. Asimismo, desde el punto de vista social, sirvieron para que muchos caballeros deseosos de obtener rápidas riquezas, tomasen parte de ellas.
Las principales órdenes religiosas que florecieron durante las cruzadas fueron la del Temple, de los Hospitalarios y la Orden Teutónica. Sobre los templarios puedes obtener más información en este post nuestro: ¿Quiénes eran los Templarios?, e igualmente en este otro, sobe la presencia de los templarios en Galicia.
Las 9 cruzadas oficiales son las siguientes:
- Primera Cruzada (1095-1099). Convocada por el Papa Urbano II al grito de ¡Deus Vult –Dios lo quiere!- para socorrer a Bizancio amenazada por los turcos.
- Segunda Cruzada (1147-1149). Fue motivada por la pérdida de Edesa (Eúfrates)
- Tercera Cruzada (1189-1192). Motivada por la conquista de Jerusalén por Saladino. En ella participó Ricardo Corazón de León.
- Cuarta Cruzada (1202-1204). Promovida para conquistar Jerusalén.
- Quinta Cruzada (1217-1221). A iniciativa del Papa Inocencio III. Su finalidad era conquistar Egipto para llegar a Jerusalén. Fue un fracaso.
- Sexta Cruzada (1228-1229). Dirigida por el emperador Federico II, hábil diplomático que recuperó Jerusalén sin emplear las armas. La expiración de la tregua en 1239 supondría el final de la breve recuperación de Jerusalén por parte de los cruzados.
- Séptima Cruzada (1248-1254). Dirigida por el rey francés Luis IX, capturado por los musulmanes y liberado a cambio de varias plazas fuertes.
- Octava Cruzada (1270). También dirigida por Luis IX. El objetivo no era Jerusalén sino Túnez. El objetivo de esta fallida campaña militar era la conversión al cristianismo del emir de la ciudad y la extensión de esta religión por el territorio limítrofe. La expedición militar fracasó y en ella falleció el monarca francés y le hicieron Santo.
- Novena Cruzada (1271-1272). Se considera la última gran Cruzada Medieval emprendida. Luego del fracaso de Luis IX de Francia para capturar la ciudad de Túnez en la Octava Cruzada, lo que llevó el Príncipe Eduardo de Inglaterra para navegar hacia Acre en lo que se conoce como la novena cruzada. La Novena Cruzada fracasó en gran parte porque el espíritu de las cruzadas estaba ya casi extinto y por el creciente poder del sultán Baibars y de los Mamelucos en Egipto.
Resumiendo, los cristianos lucharon para recuperar la Tierra Santa (Jerusalén) mientras los musulmanes lucharon para mantener Jerusalén. Estas guerras iban a durar casi 200 años desde el año 1095 – 1291.
La repercusión de las Cruzadas Medievales produjeron importantes cambias en Europa que marcaron esta época desde el punto de vista social, político y económico y condicionaron el devenir de la historia del momento y de épocas posteriores. Sus consecuencias derivaron en:
- La pérdida de poder de los señores feudales que se vieron fuertemente endeudados como consecuencia de su participación económica en armar a los cruzados. Como las cruzadas fracasaron, como inversión, sus fortunas se vieron menguadas.
- El intenso movimiento de personas por el Mediterráneo, devolvió a este mar el papel relevante que había tenido en la época del Impero romano.
- Un impulso para el comercio entre Oriente y Occidente sobre todo en su repercusión en los puertos italianos de Génova y Venecia, que se vieron beneficiados con el embarque de los cruzados incrementando extraordinariamente sus negocios.
- Un despoblamiento de las tierras del norte de Europa con la partida de sus habitantes.
Especial mención merecen las cruzadas populares conocidas como la de los pobres, como preludio a la primera cruzada y la de los niños, posible fundamento de la historia del flautista de Hamelín, aunque esta es una historia que merece un post aparte.