La “Feria Medieval de Caminha”, es una de los eventos imprescindibles a los que, al menos en una ocasión, todo aficionado a este tipo de “fiestas” debe asistir. Nosotros lo hemos hecho en 4 ocasiones, y siempre con total satisfacción.
La ciudad de Caminha tiene a sus espaldas una larga historia, se han encontrado numerosos vestigios de civilizaciones pertenecientes a distintas épocas, aunque la más significativa es la cultura Castreña, todavía presente en el diseño de algunas casas. Durante la ocupación romana se fortifica y se construye numerosas vías y monumentos.
Su situación estratégica frente a las luchas con España lleva a D. Dinis a reforzar la defensa y fortificación de esta zona. En el año 1284 se le concede su primer Foral. En el año 1371 se crea el Condado de Caminha y en 1390 se le concede el privilegio de ser Povo Franco, a partir de este momento la población experimenta un gran desarrollo que potencia el comercio y su función portuaria.
Además, Caminha se encuentra en la desembocadura del río Minho, y su amplia oferta de mar, río y una exuberante naturaleza la han convertido en un lugar de atracción durante la época estival.
La Feria, que en su edición del año 2018 tuvo lugar entre los días 25 y 29 de julio, acumula experiencia y buen hacer. Tanto la ambientación de la localidad, como de los establecimientos hoteleros, la participación ciudadana, el amplio mercado, lleno de puestos de artesanos que ofrecen productos de buena calidad, el sano ambiente que se respira en sus calles y el trato amable de sus gentes, son de por sí un buen número de buenos argumentos para acercarse a esta hermosa villa. El poblado medieval, con la demostración ecuestre, la mini granja, las diferentes y numerosas actividades que tienen lugar en los rincones de sus calles y plazas, generan un ambiente que invita al disfrute y a la activa participación de cuantos se acercan a Caminha durante esos días. Si a ello, añadimos, los todavía aceptables niveles de precios para alojarse y/o comer, el atractivo no puede ser mayor.
Nosotros, en las ocasiones que asistimos, la última el año pasado, disfrutamos cada momento, incluso acompañados por la bondadosa y acogedora temperatura con que la noche nos abraza, haciendo más placenteros, si cabe, los paseos, contemplación y disfrute de esta hermosa Feria.
En próximas entradas os iremos contando más cosas.