Una nueva y maravillosa edición de la Feira Medieval de Noia. La XXII edición, celebrada entre los días 12 y 14 de julio, tal vez con algo menos de asistencia, numerosísima en todo caso, fue una ratificación de lo acertado del diseño y programación de actividades que anualmente presenta a residentes y visitantes.
Un ambiente sano, divertido, con puestos de artesanos “de verdad”, con animación continua, musical, teatralizada, personajes,… llenando de vida y color las preciosas calles de esta hermosa villa.
El nivel de la hostelería es muy bueno, con productos de primera calidad y precios asumibles, más difícil conseguir alojamiento, pero es algo comprensible dado el gran número de asistentes y la estructura hotelera del municipio. Calles animadas, decoradas y con mucha gente caracterizada al modo medieval.
Lástima que este año coincidiera con la Feira de Betanzos, lo que seguramente hizo que los visitantes a este tipo de eventos se tuvieran que repartir. En nuestro caso, es la primera vez que faltamos a la cita con la Feira de Betanzos, en los últimos diez años.
Echamos en falta que no se hubiese hecho público con más anticipación el programa de actividades, y que nos resultar imposible conseguir uno impreso, para poder así elegir en cada momento la mejor alternativa para disfrutar de su extensa programación.
Hay algunas cosas, en nuestra opinión, que deben mejorarse, el concierto anunciado como música medieval, no lo era, era música barroca. El espectáculo de danza, aunque bien ejecutado, excesivo y forzado para incluirlo en las actividades de una Feira Medieval.
La posibilidad de disfrutar del patrimonio monumental de Noia, la belleza y, sorprendentemente, tranquilidad y poca afluencia de las playas cercanas, poder hacer una escapada al siempre atractivo Castro de Baroña, o pasear por las tranquilas calles de Portosín, son algunas de las alternativas para completar un fin de semana espectacular.
Repetiremos el próximo año, seguros de que esta fiesta está perfectamente diseñada, requiriendo tan sólo pequeños ajustes y tal vez, algo más de divulgación (proyecciones, conferencias, teatro,…) que los aficionados a la historia, echamos algo de menos. Y máxime en una villa con tanta historia y bagaje como tiene Noia.
Nuestro especial agradecimiento, entre otros, a artesanos como los de KoskillaTatto, por lucir orgullo de Monte Alto, y sus divertidos tattos temporales; a Chicha y Teresa de Elena Ferro por sus consejos, trato y magníficos productos; a Irene y Moncho de Arco da Vella porque son un encanto, y sus propuestas de colgantes, anillos, pulseras y pendientes en plata, son tan hermosos como sus personas; a Azor piel, por venir desde Huelva a vender sus magníficos diseños en piel (bolsos, sandalias, cinturones), a Reme Espantoso por darnos la oportunidad de lucir trajes espectaculares; a Guadalupe de trajemedieval.com por su excelente muestrario, a buen precio, de vestimentas y complementos para caracterizarse como auténticos viajeros medievales del medievo.
Y ahora, ilusionados, a empezar la cuenta atrás esperando que llegue la edición número XXIII.
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